Por Miquel Roig
Público.es,
06/02/2018.
"En estos momentos, no tenemos claridad sobre la forma
de la futura relación del Reino Unido con la UE", recordó este lunes el
presidente del BCE, cuyas palabras pueden verse como un doble dardo al Gobierno
británico.
Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE),
pidió este lunes a los bancos de la Unión Europea que elaboren planes de
contingencia para el caso de que la Unión Europea a 27 y Londres no lleguen a
un acuerdo sobre la fase de transición para después de la salida del Reino
Unido del club comunitario, prevista para el 29 de marzo de 2019.
"En estos momentos, no tenemos claridad sobre la forma
de la futura relación del Reino Unido con la UE. Preparaciones bien gestionadas
son esenciales para lidiar con fricciones en la transición desde la situación
actual a un eventual nuevo equilibrio, especialmente en el caso de que no se
alcance un acuerdo transitorio entre la UE y el Reino Unido", aseguró
Draghi, durante una comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo en
Estrasburgo, Francia.
Este escenario dejaría al país británico como un país
tercero a la UE de un día para otro, lo que tendría un fuerte impacto en las
relaciones comerciales y financieras entre ambas economías.
Esta advertencia de Draghi puede verse como un doble dardo
al Gobierno británico. Por un lado, llega justo después de que David Davies,
secretario de Estado del Reino Unido para salir de la UE, se haya mostrado
convencido de que habrá "una acuerdo político" para la fase de
transición el próximo mes.
Por otro, en su cuidada selección de palabras, el banquero
central de la zona euro, dio por hecho que, incluso acordándose una fase de
transición, habrá "fricciones". El mantra que transmite el Gobierno
británico es precisamente que su objetivo es alcanzar un acuerdo "sin
fricciones". Además, en el pasado, Londres ha mostrado su incomodidad por
el hecho de que desde el bando negociador de la UE a 27 se hable abiertamente
de la posibilidad de que no haya acuerdo para la fase de transición.
Draghi aprovechó también su comparecencia para hacer una
valoración de la situación económica de la zona euro. En ella incluyó el
mensaje de que la economía se está recuperando, pero advirtió de los riesgos de
la volatilidad del mercado de divisas.
"Nuevos vientos de cara han surgido por la reciente
volatilidad en el tipo de cambio, cuyas implicaciones sobre las perspectivas a
medio plazo de estabilidad de precios requieren una estrecha vigilancia",
apuntó Draghi.
El euro se ha apreciado más de un 4% con el dólar en lo que
va de año, con lo que lleva hasta casi el 16% su revalorización respecto a la
divisa estadounidense en los últimos doce meses.
Sobre el objetivo de política monetaria (situar la inflación
por debajo pero cerca del 2%) afirmó que "todavía no puede cantar
victoria".
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