Por Eduardo Bayona
Público.es,
11/06/2018.
La banca española se ha puesto cicatera frente a sus
competidores europeos tras el rescate y la reestructuración de los últimos
años: llega a remunerar el ahorro de sus clientes hasta seis veces menos que
las entidades financieras comunitarias y a cobrarles hasta el doble de
intereses por el dinero que les presta, según los datos del Banco de España.
Según la Tabla de Tipos de Interés, los bancos españoles
ofrecen un interés medio anual del 0,06% por los depósitos a plazo de hasta un
año y un 0,17% por los que superan los dos años, lo que supone seis y más de
cuatro veces menos que las medias europeas, que se sitúan, respectivamente, en
el 0,36% y el 0,67%.
En la práctica, un depósito de 10.000 euros renta en una
entidad financiera española entre seis y diecisiete euros, en función del
plazo, mientras ese mismo ahorro generaría en Europa entre 36 y 67, una
diferencia escasa desde el punto de vista cuantitativo (de 30 a 50 euros) pero
abismal al mismo tiempo en lo cualitativo (entre el 600% y el 394%).
Los primeros tienden a la baja este año, en el que han
perdido una centésima, mientras los segundos han llegado a ganar siete,
principalmente por la necesidad de captar ahorros que tienen los bancos ante el
cambio de política del Banco Central Europeo, que ha anunciado una restricción
de las inyecciones de dinero tanto el sistema financiero como a las
administraciones.
Por el contrario, no hay diferencias en la remuneración del
dinero depositado en las cuentas corrientes y las libretas, con intereses de
0,04% al año (cuatro euros por cada 10.000), tanto en España como en la UE.
80 euros más al año
en los intereses de las hipotecas
Con las condiciones de los préstamos ocurre lo contrario, ya
que los intereses en España están cerca de duplicar los europeos en algunos
casos. O lo mismo, según se mire, ya que la banca local aplica condiciones más
ventajosas para su negocio que la comunitaria, en un comportamiento asimétrico
al de los depósitos, con los que utiliza la menos gravosa para la entidad.
La tasa media ponderada española de los créditos al consumo
se sitúa en el 8,57% por un 6,05% en la UE, lo que significa que por cada
10.000 euros el banco le cobra aquí al cliente 857 euros al año frente a los
605 de Europa. La horquilla está cerca de duplicarse tanto en los préstamos de
consumo de hasta cinco años de duración (8,30% por 4,80%) como en los que
superan ese plazo (4,32% por 2,36%).
Esas diferencias de 252, 350 y 196 euros al año por el
dinero prestado en función de si el crédito se formaliza en España o en Europa
multiplican por entre cuatro y casi doce el rendimiento que la banca obtiene
por los créditos y el que le cuesta remunerar los depósitos.
El desfase entre el rendimiento y el coste del dinero en
esos dos ámbitos geográficos es mucho más reducido en el caso de las hipotecas,
en el que 2,26% de la media española dista sólo once centésimas del 2,15%
comunitario, aunque la horquilla se va abriendo por el mayor encarecimiento de
los créditos avalados por inmuebles: ocho centésimas por una en dos meses, lo
que supone un encarecimiento de 80 euros anuales frente a diez.
Más ingresos con
menos créditos
Las condiciones de financiación más restrictivas anunciadas
por el BCE no son el único motivo para que se den esas diferencias en el
tratamiento del ahorro y el crédito. Otra de ellas se encuentra en el cambio
del modelo de negocio de la banca tras la crisis y el rescate, en el que se dan
por perdidos 42.590 millones de dinero público del total de 350.000 que han
llegado a ser movilizados desde 2008.
El cobro de las comisiones por servicios financieros supera
los 180.000 millones desde 2010
Por una parte, los depósitos de los clientes han
experimentado un desplome de más de 80.000 millones, al pasar en cinco años de
1,29 a 1,21 billones entre bancos y cajas, mientras el mercado del crédito
pasaba de 1,61 a 1,17, una caída de 27,2 puntos porcentuales para un sector que
al mismo tiempo ha tenido que elevar las cantidades consignadas como
provisiones.
Sin embargo, los elevados tipos han posibilitado que el
margen que dejan los intereses pasara, en el caso de los bancos, de 30.146
millones de euros a 59.009 entre 2012 y 2017, según los datos de Aebanca, la patronal
del sector.
A ese rendimiento se le suma el que genera el cobro de las
comisiones por servicios financieros, cuya recaudación supera los 180.000
millones desde 2010 en todo el sector financiero y alcanza ya un montante
cercano a los 29.000 anuales. El peso de este último epígrafe en los ingresos
comerciales de los bancos ha pasado del 17,7% al 21,2% en ese periodo.
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