Por Pepe Bravo
El Confidencial,
11/06/2018.
A falta de que la nueva ministra de Economía, Nadia Calviño,
se pronuncie sobre el rumbo que tomará la privatización de Bankia bajo el nuevo
Ejecutivo de Pedro Sánchez, los sindicatos han puesto encima de la mesa la
posibilidad de que el Estado mantenga de forma vitalicia una pequeña
participación en la entidad, a modo de preservar 'cierta influencia' sobre el
banco.
Es la idea de los representantes de los trabajadores, que
creen que mediante esta fórmula, que consistiría en que el Estado no saliese
'del todo' de la entidad, se podría asegurar una vía mediante la que poder
proteger las condiciones laborales de la plantilla y por la que seguir
recibiendo la devolución de las ayudas públicas.
Esta propuesta ha sido trasladada al PSOE en reuniones de
carácter informal previas a la llegada al Gobierno de los socialistas, que no
se llegaron a pronunciar sobre la posibilidad de no completar la privatización,
según informaron fuentes sindicales. Esta opción contaría con la frontal
oposición de los actuales gestores de la entidad, así como de Bruselas y el
Fondo Monetario Internacional (FMI), que son partidarios de completar la
privatización lo antes posible.
Ayudas públicas
Por el momento, todo apunta a que el nuevo Ejecutivo
comandado por Pedro Sánchez ampliará el plazo de privatización de la entidad
financiera más allá de diciembre de 2019, fecha fijada para finalizar la
desinversión, con el objetivo de maximizar la devolución de ayudas públicas,
que en el caso de Bankia superaron los 22.000 millones de euros.
A través del Frob, el Estado es el accionista mayoritario en
Bankia con una participación superior al 60%. No obstante, la gestión del banco
está profesionalizada. De hecho, el equipo liderado por José Ignacio
Goirigolzarri tiene el mandato de normalizar la entidad, para lo que sería
necesario que el Estado abandonase completamente el capital del banco.
"La privatización es muy importante. Es el último
aspecto que queda para normalizar el proyecto", afirmó el presidente de
Bankia el pasado febrero, cuando agregó que había que "evitar el
riesgo" de que se haga banca pública.
Oposición del sector
Por su parte, fuentes financieras consultadas por este
diario indican que el planteamiento de que el Estado mantenga una participación
minoritaria de forma vitalicia en la entidad carece de sentido. Según explican,
para atender las demandas de los sindicatos sería comprensible que pidiesen una
banca 100% pública, pero no mantenerse en el capital de forma minoritaria.
Para asegurar el nombramiento de un consejero en Bankia es
necesario contar con una participación en el entorno del 10%. No obstante, la
'intromisión' del Estado en la gestión de la entidad, más allá de pilotar la
estrategia de desinversión, contaría con la frontal oposición del actual equipo
gestor.
“Si se rompe el compromiso de que el equipo gestor sea
profesional y el mandato de normalizar la entidad lo antes posible, el actual
equipo se irá, y parece que nadie quiere eso”, advierten fuentes del sector,
que consideran que el actual equipo gestor, con Goirigolzarri a la cabeza, lo
está haciendo bien, por lo que vaticinan que el nuevo Gobierno 'dejará
trabajar' a los actuales dirigentes del banco.
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