martes, 31 de julio de 2018

Vampiros del siglo XXI


Tropezar en la misma piedra


Por Javier Onieva Larrea
Noticias de Navarra, 29/07/2018.

El 20 de noviembre de 2014 publiqué, en este mismo diario, un artículo titulado Medalla de oro a un fracaso, en el que, con motivo de la concesión de la Medalla de Oro de Navarra, por el anterior Gobierno de UPN, a los impulsores en 1964 del Plan de Promoción Industrial (PPI), escribía una serie de reflexiones sobre lo que para mí significaba la concesión de esa medalla a esos personajes y el momento político en el que UPN tomaba tal decisión. Finalizaba el artículo resaltando que los entonces gobernantes, descendientes ideológicos del homenajeado, no premiaban la idea, puesta a punto y resultados del PPI, sino que condecoraban el sistema implantado por Félix Huarte para el control y gestión de las cuentas públicas, en beneficio de unas élites empresariales muy concretas. Y lo hacían en un momento en el que el sistema les hacía agua. Se les estaba hundiendo el barco y esa medalla de oro, no era otra cosa que un llamamiento a poner prietas las filas. Un grito desesperado en defensa de un régimen que se les estaba escurriendo entre las manos. Y así ocurrió. En mayo del 2015 el binomio UPN-PSN, que venía gobernando desde los primeros años de la Transición, fue desalojada del poder, dando entrada a un nuevo Gobierno en el que ni UPN ni PSN han formado parte. En mi artículo intentaba explicar de qué manera la actuación del homenajeado Félix Huarte en los años en que dirigía la Diputación Foral de Navarra, donde manejaba a su antojo todos los ingresos de la Comunidad Foral, subvencionando industrias de fuera y engordando en progresión geométrica las suyas propias. Dando origen a lo que popularmente se denominó DIFONSA (Diputación Foral de Navarra Sociedad Anónima). No distaba mucho de la forma de actuar, una vez inmersos en la transición, empleada por sus sucesores empresariales. Con un ligero matiz, no ejercían su poder directamente desde la presidencia del Gobierno de Navarra, sino controlando a los partidos políticos gobernantes y usando como instrumento financiero la creación de empresas públicas. Un repaso a los numerosos informes que realizó la Cámara de Comptos sobre estas empresas públicas, a lo largo de los gobiernos de UPN, deja muy claro cómo la gestión que llevaron a cabo en el sector público empresarial navarro no difirió lo más mínimo de la gestión realizada por Félix Huarte al mando de la Diputación Foral en el desarrollo del PPI.

Es indudable que fueron muchos los factores, circunstancias y movimientos sociales que consiguieron llevar a cabo el cambio de gobierno en 2015. Pero las críticas y denuncias de todos los desfalcos y pérdidas de dinero público llevadas a cabo por el mal uso y la pésima gestión de las empresas públicas colaboraron, mucho, a que ni UPN ni PSN tengan la oportunidad, desde mayo del 2015, de gestionar un solo euro del dinero público aportado al Presupuesto con el esfuerzo de toda la ciudadanía navarra. Por eso, en todo lo relacionado con la gestión del dinero público a través de las empresas públicas, a un Gobierno que se le denomina del cambio, lo mínimo que se le debe exigir es una forma de actuar radicalmente distinta a los usos y costumbres de gobiernos anteriores. Así, cuando un alto dirigente en las empresas públicas reconoce su responsabilidad personal en el mal empleo del dinero público, no se debe poner como excusa el que los gobiernos de UPN también cometieron errores. Más que nada porque las denuncias de esos errores llevaron a UPN a la oposición, y porque se puede correr la misma suerte si se sigue con la defensa a ultranza de las forma de actuar de empresas públicas como Sodena, cuya dinámica no ha variado en sus 34 años de existencia, asumiendo y pagando con el dinero de toda la ciudadanía navarra sus errores. No hay peor cosa que ejercer de empresario sin aportar un euro y arriesgando el dinero de la gente. Y en los temas públicos no es de recibo argumentar que a veces las inversiones en negocios privados salen mal. Ante esto, y tal como refleja el acuerdo programático, que en cuanto a las empresas públicas vamos con bastante retraso, reformemos y reestructuremos empresas públicas como Sodena. Al respecto no estaría mal aprovechar el debate y discusión que se está dando en la sociedad navarra respecto al tema de la Banca Pública para realizar un estudio sobre la viabilidad de reestructurar Sodena hacia ese fin. Pero sobre todo, no nos enroquemos en la postura del avestruz, y modifiquemos las formas y maneras de actuar en las empresas públicas, sin que nos tiemble el pulso a la hora de renovar sus estructuras directivas. Desde los máximos responsables en sus consejos de administración, cuando sus actuaciones así lo demanden, hasta aquellas personas que forman parte de sus equipos [ y acarrean a lo largo de estas dos últimas décadas demasiados “errores” en su gestión.

[El autor es consejero de la Corporación Pública Empresarial de Navarra (CPEN), a propuesta del Parlamento de Navarra]

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lunes, 30 de julio de 2018

Las leyes de la Economía


La banca admite una guerra de hipotecas


Economía Digital, 29/07/2018.

Desde hace varios meses empezó a ser evidente, pero la banca finalmente lo confirma: hay una guerra de las hipotecas en pie desde comienzos de año que se traduce no solo en una bajada de precios debido a la fuerte competencia, sino también en una relajación en los criterios de concesión.

Era un secreto a voces. Los movimientos de las diferentes entidades lo dejaban entrever y los números empezaban a ser bastante evidentes. Y los bancos ya reconocen abiertamente que la guerra en el mercado de las hipotecas es real.

Así se recoge en la última Encuesta sobre Préstamos Bancarios hecha pública recientemente por el Banco de España.

Los síntomas de la guerra de hipotecas

Aunque han tenido que pasar más de seis meses de este 2018 para que los bancos reconozcan abiertamente el fuerte escenario de competencia, desde el comparador financiero HelpMyCash.com señalan que hay que remontarse hasta principios de año para ver los primeros indicios.

Las discretas bajadas en la TAE de algunos productos fueron los primeros síntomas que mostraron un reajuste en el precio por parte de diferentes bancos, a los que siguieron la eliminación de las comisiones de apertura en entidades como Pichincha, Santander o BBVA.

Esta última fue la que, precisamente, ocupó todos los titulares al publicitar abiertamente, después de años desaparecidas, las hipotecas 100.

La euforia, sin embargo, duró apenas unas semanas. BBVA se retractó y volvió a limitar su oferta al 80 % del valor de la vivienda, aunque con un aviso: si necesitamos más capital y tenemos un buen perfil, están dispuestos a negociar su concesión.

Pese a que son los únicos que reconocen esta posibilidad, lo cierto es que en la práctica muchas entidades están dispuestas a conceder más de un 80%, una operación que sigue sin estar bien vista por el Banco de España por el riesgo que conlleva y por el fantasma de la crisis económica.

Eso sí, estas ofertas están reservadas para clientes con buenos perfiles a los que les faltan ahorros.

Hipotecas con mínimos históricos

Según el informe del Banco de España, se prevé que la guerra de precios se siga prorrogando a lo largo de los siguientes meses, no solo por la propia competencia entre entidades, sino también por la mejora de las perspectivas económicas y el mejor perfil de los solicitantes.

Sin embargo, parece que no será algo exclusivo de las hipotecas variables y como muestra está el último movimiento del grupo Bankinter: ha rebajado el interés de sus hipotecas fijas, tanto para su marca principal como para su filial online, Coinc.

El resultado de esta estrategia se traduce no solo en la hipoteca más barata del mercado a corto plazo, sino también en una oferta muy interesante a 20 años, ofreciendo un tipo fijo de solo 1,99%.

Es decir, da la opción de conseguir la seguridad de una hipoteca fija a un interés por debajo del 2%, una cifra muy alejada de las que se manejaban hace unos años y que se sitúa en el mínimo histórico de este tipo de productos en nuestro país.

Desde HelpMyCash.com señalan que, aunque el resto de bancos no han realizado, de momento, movimientos tan bruscos, lo cierto es que si Bankinter se mantiene firme en esta estrategia no hay que descartar la posibilidad de que próximamente veamos más rebajas en las hipotecas a tipo fijo.

A esto, hay que sumarle que en el mes de mayo, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística, el 40,6% de las nuevas hipotecas fueron fijas.

Es la cifra más alta de la historia que certifica el cambio de tendencia en el mercado español, cada vez más atraído por este tipo de productos que ofrecen mayor seguridad al no depender del euríbor y sus fluctuaciones.

En este escenario, ser el banco que mejor se posicione ya no solo en hipotecas variables sino también en fijas, parece el objetivo a alcanzar por todas las entidades.

Y, según indican sus propios movimientos, si para ello se tienen que ajustar los márgenes de beneficios a cambio de conseguir un buen volumen de firmas, lo harán. Sin duda, una buena noticia para quienes buscan financiar su casa.

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domingo, 29 de julio de 2018

¿Cuida de nosotros el Banco de España?


Impuestos: ¿Gana la banca?


Por Agustí Sala
El Periódico, 28/07/2018. 

A día de hoy aún no se conocen casos de bancos que hayan huído del Reino Unido para evitar un impuesto como el que el conservador David Cameron estableció en el 2011. El denominado 'bank levy', un gravamen 'ad-hoc', con el que el Tesoro británico ha recaudado desde entonces unos 9.000 millones de euros, no ha desertizado la 'City', que se sepa. Y ya hace siete años que se aplica esta carga creada para recuperar parte de los costes de rescate del sector y para desincentivar la toma de riesgos excesivos tras la crisis financiera. Seguro que desagrada a la banca, pero los riesgos de huída, si los hay, tienen más que ver con el 'brexit' y la pérdida de ventajas de un mercado sin fronteras que con un tributo que, al final, acaban repercutiendo a los clientes.

Es verdad que el gravamen, que recae sobre el pasivo (depósitos) con un valor de más de 22.500 millones de euros de las entidades autóctonas y extranjeras, se ha ido rebajando, del 0,21% inicial al 0,17% y caerá hasta el 0,10% en el 2021 y se aplicará solo sobre el balance del negocio británico de los bancos, en favor de los que tiene mucho negocio exterior. Pero para compensarlo, Londres se sacó de la manca un recargo del 8% en el impuesto de sociedades que solo pagan desde el 2016 los bancos con ganancias de más de 28 millones de euros y por el que tributan unas 200 entidades. En resumen, la banca, en el país que alberga una de las capitales financieras del mundo, paga ocho puntos más por sus beneficios que el resto de empresas y carga con una tasa específica, aunque con gravamen decreciente. Y sobrevive.

La Oficina de Responsabilidad Fiscal (OBR, por sus siglas en inglés) del Reino Unido, calcula que el 'bank levy' habrá recaudado entre el ejercicio 2016-2017 y el 2022-2023 unos 15.000 millones de euros, mientras que el recargo en el impuesto de sociedades habrá sumado 14.000 millones. No llega ni al 1% de la recaudación tributaria total del país, pero la suma de ambas cantidades equivale, por ejemplo, al presupuesto anual de la Generalitat. Y, además, entre sus contribuyentes está la filial de algún gran banco español.

¿A qué vienen, entonces, los lamentos apocalípticos que las grandes entidades han expresado durante la presentación de sus resultados esta semana ante la posibilidad de que el Gobierno de Pedro Sánchez establezca una tasa similar? Recuerda cuando el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero prohibió fumar en los bares: "Se cerrarán miles de locales, se destruirán miles de empleos..." decían en el sector. Y no sucedió. Tampoco ha pasado en el Reino Unido.

De entrada, a nadie le gustan los impuestos. Tampoco a quienes, sin más posibilidades de incidir directamente en la acción de gobierno, solo tenemos las urnas como canal de protesta. Se dice que la banca siempre gana ¿Se cumplirá el dicho también en esta ocasión?

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