El País, 17/02/2014.
Lo que comenzó en los bancos
terminará en los bancos: a pesar de las tácticas de distracción, la gran
pregunta era y sigue siendo cuánto dinero (más) habrá que inyectar en la banca
europea para que quede como recién pintada. Las tensiones financieras se han
relajado y la
fragmentación bancaria —pedir un crédito en España es más difícil y
más caro que en Alemania— empieza a remitir, y a pesar de eso la OCDE ha dejado
claro este lunes que la pesadilla no termina. “Europa ha
sido más lenta que EE UU para lidiar con las debilidades del sector financiero
que destapó la crisis”, según el informe de la institución que dirige Ángel
Gurría.
En EE UU, las autoridades
hicieron una prueba de esfuerzo y activaron un bazuka multimillonario que
disipó todas las dudas. En Europa van ya varias tandas de exámenes e
inyecciones de dinero público, pero el BCE se ha embarcado en una más y solo
hay una conclusión segura: aún falta
capital.
Pese a que el análisis del
Eurobanco será distinto, para cumplir uno de los
requisitos de Basilea (el llamado ratio de endeudamiento: el peso de
las deudas de los bancos sobre el total de sus activos) se requerirá un capital
adicional de máxima calidad de 3.650 millones en 10 de los países más
destacados del euro (524 millones en el caso español), según cálculos de este
diario sobre la base de las cifras de la OCDE. Pero atención: si la banca
europea tuviera que cumplir con los requisitos que reclama EE UU (un ratio de
endeudamiento del 5%), las necesidades de capital de máxima calidad adicional
se irían por encima de los 26.000 millones (1.533 millones para España).
“Basilea da tiempo hasta 2018, y para entonces las necesidades de España serían
inferiores a las de Francia y Alemania, cuyos bancos están más apalancados”,ha
advertido Joaquín Maudos, del Ivie.
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