Por Nicolás M.
Sarriés
Expansión,
27/05/2017.
Las entidades españolas, entre las menos expuestas
En su último informe de revisión de estabilidad e
integración financiera (publicado este pasado viernes) la Comisión Europea hace
un repaso a algunas de las mayores preocupaciones que las autoridades mantienen
respecto a los bancos de la zona euro. Entre los principales motivos de alarma
para el sector bancario están los bajos niveles de rentabilidad, los altos
niveles de activos improductivos todavía atesorados en los balances o la caída
del crédito a sectores productivos, entre otros.
La Comisión Europea añade en su informe otra preocupación
sobre la que da la voz de alarma con la intención de que las autoridades
nacionales aborden el problema antes de que pueda ir a más. Se trata de los
activos de Nivel 3, (Level 3 assets en inglés).
Los activos de Nivel 3 son aquellos activos (créditos,
securitizaciones...) que las entidades bancarias no pueden contabilizar debido
a que no existe un mercado con el que se pueda fijar una valoración siquiera
aproximada. Son activos «principalmente para los que ya no hay operaciones en
los mercados secundarios», explican los responsables de Bruselas. No existen
indicadores observables que ayuden a marcar un precio, por lo que existe una
gran capacidad de discrecionalidad y de subjetividad por parte de las entidades
y de las auditoras para fijar un precio justo (fair value) de los mismos.
¿Qué tipo de activos se enmarcan dentro de los considerados
de Nivel 3? Aunque no existe una clasificación oficial y las carteras de
activos «varían materialmente entre los distintos bancos», tal y como destacan
los analistas de la firma Scope Ratings, dentro de esta modalidad se
encuentras, por ejemplo: algunas opciones y derivados financieros «exóticos»,
securitizaciones, inversiones de capital riesgo, carteras de préstamos no
respaldados por garantías o activos dispuestos para la venta no actualizados.
Las normas de auditoría fijan que las entidades tendrán que
utilizar toda la información disponible y unas asunciones razonables para
darles un valor justo. Esto provoca que durante los tiempos de optimismo
económico estos activos disparen sus valoraciones. «En los malos tiempos, sin
embargo, su valor justo puede desplomarse rápidamente, en la medida que las
asunciones razonables son menos sostenibles en condiciones de mercado
empeoradas», explica el informe de la Comisión Europea.
Según los datos de Bruselas, los 50 mayores bancos europeos
tienen en sus balances unos 245.000 millones de euros de estos activos de Nivel
3. No supone un porcentaje sustancial del total de balance (un 1%) ni de los
niveles de capital (un 10% del CET1) pero lo que preocupa a las autoridades es
el hecho de que éstos se concentran especialmente en bancos británicos,
franceses y, en menor medida, alemanes, ya que son estos países los que tienen
una mayor cantidad de bancos de inversión o especializados en las operaciones
mayoristas o corporativas.
«En relación con su capital, la proporción de activos de
Nivel 3 puede ser significativa. De hecho, representa aproximadamente el 25%
del CET1 en Bélgica, Alemania, Reino Unido, Francia y Finlandia», advierten
desde la Comisión Europea, que a nivel de entidades individuales ve especiales
problemas en bancos como Deutsche Bank y Barclays, con niveles de hasta el 90%
de su capital regulatorio.
Las autoridades europeas apuestan por acciones concretas
dirigidas a abordar este problema, basándose en el actual modelo de negocio de
las entidades «para reducir la prociclicidad» de este tipo de inversiones y,
por lo tanto, su impacto en el sistema bancario de la Unión.
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