Serie: « Bancos contra pueblos:
los entresijos de una partida amañada» (1a parte)
por Eric Toussaint
Desde 2007-2008, los grandes
bancos centrales (BCE, Banco de Inglaterra, Fed en los Estados Unidos, Banco de
Suiza) dan prioridad absoluta a intentar evitar el hundimiento del sistema
bancario privado. Contrariamente al discurso dominante, el riesgo principal que
amenaza a los bancos no es la suspensión de pagos de la deuda soberana |1| por parte de los Estados. Ninguna de las quiebras
bancarias desde 2007 ha sido provocada por tal falta de pago. Ninguno de los
rescates bancarios organizados por los Estados fue necesario debido a una
suspensión de pago de parte de un Estado sobreendeudado. Lo que amenaza a los
bancos desde 2007 es la cantidad de deudas privadas que los bancos han
acumulado progresivamente a partir de las grandes desregulaciones que
comenzaron a finales de los años 70 y que concluyeron en el transcurso de los
años 90.
Los balances de los bancos privados están cargados de activos |2| dudosos: estos comprenden desde activos tóxicos que son verdaderas bombas de relojería, a activos no líquidos (es decir que no pueden ser vendidos o traspasados en los mercados financieros), pasando por los activos cuyo valor está completamente sobrevalorado en los balances bancarios. Las ventas y las depreciaciones de activos que los bancos han registrado hasta el momento en sus cuentas para reducir el peso de estos activos tóxicos no bastan. Un número significativo de ellos dependen de la financiación a corto plazo (proporcionada o garantizada por los poderes públicos con el dinero de los contribuyentes) para mantenerse a flote |3| y para hacer frente a las deudas en sí mismas a corto plazo. Esto ha puesto al banco franco-belga Dexia, en realidad un hedge fund de grandes dimensiones, tres veces al borde de la quiebra en 4 años: octubre 2008, octubre 2011 |4| y octubre 2012 |5| . En el transcurso del episodio más reciente, a inicios de noviembre del 2012, los Estados francés y belga han aportado una ayuda de 5.500 millones de euros (de los cuales 53 % a cargo de Bélgica) para recapitalizar Dexia SA, institución financiera moribunda, cuyos fondos propios se han desvanecido. Según el diario belga Le Soir: « Los recursos propios de matriz de Dexia han pasado de 19.200 millones a 2.700 millones de euros entre finales de 2010 y finales de 2011. Y a nivel del grupo, los fondos propios totales se han vuelto negativos (-2.300 millones de euros a 30 de junio de 2012) » |6| . A finales del 2011 sus deudas exigibles de forma inmediata se elevaban a 413.000 millones de euros, y los importes debidos por contratos de derivados a 461.000 millones de euros. La suma de estos dos importes representaba ¡más de 2,5 veces el PIB de Bélgica! A pesar de ello, los dirigentes de Dexia, el viceprimer ministro belga Didier Reynders y los medios de comunicación dominantes pretendían aún hacernos creer que el problema de Dexia SA había sido provocado en gran medida por la crisis de deuda soberana en el sur de la zona euro. La realidad era que la posición acreedora de Dexia SA con Grecia no superaba los 2.000 millones de euros en octubre de 2011, es decir unas 200 veces menos que las deudas a pagar de forma inmediata en ese momento. En octubre de 2012, la acción Dexia valía unos 0,18 euros, unas 100 veces menos que en septiembre del 2008. A pesar de ello, los Estados francés y belga han decidido una vez más resucitar esta sociedad quebrada haciendo aumentar de golpe la deuda pública de su país. En España, la casi quiebra de Bankia también ha sido causada por prácticas financieras dudosas, y no por riesgo de impago por parte de un Estado. Desde el 2008 el mismo escenario se ha repetido una treintena de veces en Europa y Estados Unidos: cada vez más los poderes públicos se han puesto (y continúan haciéndolo) al servicio de los bancos privados financiando sus rescates con fondos públicos.
Vuelta al inicio de la crisis
en 2007
La suma gigantesca de deudas
privadas comenzó a derrumbarse con el estallido de la burbuja especulativa en
el sector inmobiliario de Estados Unidos (seguido de situaciones parecidas en
Irlanda, el Reino Unido, España,…). La burbuja inmobiliaria estalló en los
Estados Unidos cuando los precios de las viviendas construidas en cantidades
exageradas empezaron a caer al no encontrarse compradores para estas
viviendas.
Las explicaciones simplistas o
directamente falsas de la crisis que estalló en los Estados Unidos en 2007, con
un enorme efecto de contagio hacia Europa occidental principalmente, han
prevalecido en las interpretaciones dadas por los medios de comunicación
dominantes. Regularmente en 2007 y durante buena parte de 2008, se explicó a la
opinión pública que la crisis se inició en los Estados Unidos porque los pobres
se habían endeudado demasiado para adquirir casas que después no podrían pagar.
El comportamiento irracional de los pobres fue señalado con el dedo como el
origen de la crisis. A partir de fines de septiembre del 2008, después de la
quiebra de Lehman Brothers, el discurso dominante cambió y comenzó a señalar a
las ovejas negras que, en el seno del mundo de las finanzas, habían pervertido
el funcionamiento virtuoso del capitalismo. Pero, ni mucho menos las mentiras o
las manipulaciones dejaron de circular. Se pasó de los pobres, responsables de
la crisis, a las manzanas podridas presentes en la clase capitalista: Bernard
Madoff, que había montado una estafa de 50.000 millones de dólares o
Richard Fuld, el jefe de Lehman Brother.
Los inicios de la crisis se
remontan al 2006, en el que el precio de las viviendas se derrumbó en los
Estados Unidos debido al exceso en la construcción, que fue provocado a su vez
por la burbuja especulativa que al inflar el precio de los inmuebles había
conducido al sector inmobiliario a aumentar exageradamente su actividad en
comparación con la demanda solvente. Fue esta caída del precio de los bienes
inmuebles la que condujo al aumento del número de familias incapaces de pagar
sus mensualidades de créditos hipotecarios subprimes. De hecho en los
Estados Unidos las familias tienen la posibilidad y la costumbre de, cuando los
precios de los bienes inmuebles están a la alza, refinanciar su préstamo
hipotecario al cabo de 2 o 3 años a fin de obtener condiciones más favorables
(esto sucedió aun cuando en el sector de los préstamos subprimes la tasa
de los 2 o 3 primeros años era baja y fija, alrededor del 3%, antes de subir
vertiginosamente y de volverse variable al 3° o 4° año). Visto que los precios
de los bienes inmuebles comenzaron a bajar desde 2006, las familias que habían
recurrido a los préstamos subprimes ya no estuvieron en medida de
refinanciar favorablemente su crédito hipotecario, los impagos comenzaron a
multiplicarse desde inicios de 2007, lo que provocó la quiebra de 84 sociedades
de crédito hipotecario en los Estados Unidos entre enero y agosto de 2007.
Como ocurre a menudo, la crisis
se explicó de manera simplista con el estallido de una burbuja especulativa,
pero la causa real hay que buscarla a la vez en el sector de la producción y en
la especulación. Por supuesto, el hecho de que una burbuja especulativa haya
sido creada y terminara por estallar no hace sino que multiplicar los efectos
de la crisis que se inició en la producción. Todo el sistema de los préstamos subprimes
y los productos estructurados creados desde mediados de los años 90 se vino
abajo, lo que tuvo terribles repercusiones sobre la producción en diferentes
sectores de la economía real. Acto seguido, las políticas de austeridad
amplificaron el fenómeno desembocando en el periodo recesivo-depresivo
prolongado en el cual la economía de los países más industrializados se
encuentra estancada.
El impacto de la crisis
inmobiliaria en los Estados Unidos y de la crisis bancaria que la remplazó tuvo
un enorme efecto de contagio internacional ya que numerosos bancos europeos
habían invertido masivamente en los productos estructurados y derivados
estadounidenses. Desde los años 90, el crecimiento en los Estados Unidos y en
varias economías europeas estuvo sostenido por una hipertrofia del sector
financiero privado y por un aumento incomparable de las deudas privadas: deudas
de las familias |7| , deudas de las
empresas financieras y no financieras. En cambio, las deudas públicas tuvieron
tendencia a bajar entre la segunda mitad de los años 1990 y los años 2007-2008.
Hipertrofia pues del sector
financiero privado. El volumen de los activos de los bancos privados europeos
en relación al producto interior bruto se infló de manera extraordinaria a
partir de los años 90 para alcanzar en 2011 |8|
3,5 veces el PIB de los 27 países miembros de la Unión Europea. En Irlanda, en
2011, los activos de los bancos representaban 8 veces el producto interior
bruto del país.
Las deudas de los bancos
privados |9| de la zona euro representan
igualmente 3,5 veces el PIB de la zona. Las deudas del sector financiero
británico alcanzan cifras récord en proporción al PIB: 11 veces superiores,
mientras que la deuda pública representa alrededor del 80% del PIB.
La deuda bruta de los Estados de
la zona euro representaba 86% del PIB de los 17 países miembros en 2011 |10| . La deuda pública griega representaba 162% del
PIB griego en 2011 mientras que las deudas de su sector financiero representan
311% del PIB, es decir el doble. La deuda pública española alcanzaba 62% del
PIB en 2011 mientras que las deudas del sector financiero alcanzaban 203%, es
decir el triple de la deuda pública.
Un poco de historia: el
establecimiento de una regulación financiera estricta como consecuencia de la
crisis de los años 1930
El crack de Wall Street en
octubre de 1929, la enorme crisis bancaria de 1933 y el periodo prolongado de
crisis económica en los Estados Unidos y en Europa de los años 1930 condujeron
al presidente Franklin Roosevelt, y más tarde a Europa, a regular fuertemente
el sector financiero a fin de evitar la repetición de graves crisis bursátiles
y bancarias. Consecuencia: en el transcurso de los treinta años que siguieron
la segunda guerra mundial el número de crisis bancarias ha sido mínima. Es lo
que muestran dos economistas neoliberales norteamericanos, Carmen M. Reinhart y
Kenneth S. Rogoff, en un libro publicado en 2009 y titulado Esta vez es
distinto: Ocho siglos de necedad financiera. Kenneth Rogoff fue economista
jefe del FMI y Carmen Reinhart, profesora de universidad, es consejera del FMI
y del Banco Mundial. Según estos dos economistas, que son de todo salvo
favorables a una puesta en tela de juicio del capitalismo, la cantidad muy
reducida de crisis bancarias se explica principalmente « por la
represión de los mercados financieros internos (en diversos grados), y luego
por un recurso masivo a los controles de capitales durante muchos años después
de la segunda guerra mundial » |11|.
Una de las medidas duras
adoptadas por Roosevelt y los gobiernos de Europa (en particular bajo la
presión de las movilizaciones populares en Europa después de la Liberación)
consistió en limitar y regular estrictamente el uso que los bancos podían hacer
del dinero del público. Este principio de protección de los depósitos dio lugar
a la separación entre bancos de depósitos y bancos de inversión cuya ley
americana, llamada Glass Steagall Act, constituyó la forma más
conocida, aunque fue igualmente aplicada con ciertas variantes en los países
europeos.
Con esta separación, sólo los
bancos comerciales podían recibir los depósitos del público, que gozaban de una
garantía del Estado. Paralelamente a esto, su campo de actividades fue reducido
a los préstamos a particulares y a empresas, excluyendo la emisión de títulos,
de acciones y de cualquier otro tipo de instrumento financiero. Los bancos de
inversión debían, por su parte, captar sus recursos en los mercados financieros
a fin de poder emitir títulos, acciones y cualquier otro instrumento
financiero.
La desregulación financiera y
el giro neoliberal
El giro neoliberal de finales de
los años 70 puso en tela de juicio estas regulaciones. Al cabo de una veintena
de años, la desregulación bancaria y financiera había sido consumada en
términos generales. Como señalan Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, las crisis
bancarias y bursátiles se han multiplicado a partir de los años 80, tomando
formas cada vez más agudas.
En el modelo tradicional heredado
del periodo prolongado de regulación, los bancos evalúan y corren el riesgo, es
decir, ellos analizan las solicitudes de crédito, deciden o no si
satisfacerlas, y, una vez los préstamos son concedidos, los mantienen en su
balance hasta su vencimiento (se habla aquí del modelo originate and
hold, « conceder y mantener »).
Aprovechando el profundo
movimiento de desregulación que ellos mismos provocaron, los bancos abandonaron
el modelo « conceder y mantener » para aumentar el rendimiento
respecto a sus fondos propios. Para ello, los bancos inventaron nuevos procedimientos,
en particular la titularización, que consiste en transformar los créditos
bancarios en títulos financieros. El objetivo perseguido era simple: quitar de
sus cuentas los créditos y riesgos correspondientes. Transformaron estos
créditos en títulos bajo la forma de productos financieros estructurados, que
vendieron a otros bancos e instituciones financieras privadas. Se habla aquí de
un nuevo modelo bancario llamado originate to distribute,
« conceder para traspasar », llamado igualmente originate repackage
and sell, « conceder, empaquetar y vender ». Para el banco, la
ventaja es doble: disminuye su riesgo al sacar del activo de su balance los
créditos que ha concedido y dispone además de medios suplementarios para
especular.
La desregulación permitió al
sector financiero privado y en particular a los bancos abusar de la llamada
estrategia del apalancamiento. Xavier Dupret describe claramente el fenómeno: « El
mundo bancario se ha endeudado mucho, estos últimos años, por medio de lo que
se llama el efecto apalancamiento. El efecto apalancamiento consiste en
recurrir al endeudamiento para aumentar la rentabilidad de los recursos
propios. Y para que éste funcione, es necesario que la tasa de rentabilidad del
proyecto seleccionado sea superior al tipo de interés a abonar por la suma
tomada en préstamo. El apalancamiento se ha vuelto cada vez más importante con
el tiempo, lo que evidentemente no deja de plantear problemas. Así, en la
primavera de 2008, los bancos de inversión de Wall Street tenían un apalancamiento
que oscilaba entre 25 y 45 (por un dólar de fondos propios habían tomado
prestado entre 25 y 45 dólares). Por ejemplo, Merrill Lynch tenía un
apalancamiento de 40 veces sus recursos propios. Esta situación era obviamente
explosiva ya que una institución que tiene un ratio de apalancamiento de 40 a 1
ve desaparecer sus fondos propios con una bajada del 2,5% (es decir 1/40) del
valor de los activos adquiridos. » |12|
Gracias a la desregulación los
bancos han podido desarrollar actividades que implican volúmenes
gigantescos de financiación (y por lo tanto de deudas) sin asumirlos en sus
balances contables. El endeudamiento fuera de balance llegó a tal punto que en
2011 el volumen de las actividades en cuestión sobrepasaba 67 billones de dólares
(67,000,000,000,000$, lo que equivale aproximadamente a la suma de los PIB de
todos los países del planeta): este es el llamado sector bancario en la sombra,
el shadow banking |13| Cuando la
actividad fuera de balance desemboca en pérdidas masivas, ello repercute tarde
o temprano en la salud de los bancos que la han iniciado. Son los grandes
bancos los que dominan de muy lejos esta actividad oculta. La amenaza de la
quiebra conduce a los Estados a prestarles auxilio, en particular
recapitalizándolos. Mientras que los balances oficiales de los bancos
registraron una reducción de volumen desde el inicio de la crisis en 2007-2008,
el volumen fuera de balance, el shadow banking, no siguió la misma
evolución. Después de haber disminuido entre 2008 y 2010 volvió en 2011-2012 al
nivel de 2006-2007, lo que constituye un síntoma claro de la peligrosidad de la
situación de las finanzas privadas mundiales. En consecuencia, el alcance de la
acción de las instituciones públicas nacionales e internacionales, que están a
cargo, usando su vocabulario, de conducir las finanzas a comportamientos más
responsables, es muy limitado. Los reguladores no tienen siquiera los medios
para conocer las actividades reales de los bancos que se supone deben
controlar.
El Consejo de Estabilidad
Financiera (FSB), el órgano erigido por el foro del G20 a cargo de la
estabilidad financiera mundial, ha revelado las cifras de 2011. « El
tamaño del ‘shadow banking’, que escapa a toda regulación, es de 67 billones de
dólares según su informe que incluye a 25 países (90% de los activos
financieros mundiales). Se trata de 5 a 6 billones más que en 2010. Este
sector ‘paralelo’ representa él solo la mitad del tamaño de los activos totales
de los bancos. En relación al Producto Interior Bruto del país, la banca oculta
prospera en Hong-Kong (520%), en los Países Bajos (490%), en el Reino Unido
(370%), en Singapur (260%) y en Suiza (210%). Pero, en términos absolutos, los
Estados Unidos permanecen en primera posición puesto que allí este sector
paralelo representa 23 billones de activos en 2011, seguido por la zona euro
(22 billones) y el Reino Unido (9 billones). » |14|
Una gran parte de las
transacciones financieras escapa totalmente al control oficial. Como se ha
dicho anteriormente, el volumen de la actividad bancaria oculta representa ¡la
mitad del volumen de los activos totales de los bancos! También hay que medir
el mercado “over the counter” (OTC) – es decir sin control por parte de
las autoridades de los mercados – de los productos financieros derivados. El
volumen de los productos derivados ha crecido de manera exponencial entre los
años 1990 y los años 2007-2008. Si bien ha declinado un poco a inicios de la
crisis, el valor hipotético de los contratos de derivados en el mercado OTC
alcanzó en 2011 la astronómica suma de 650 billones de dólares
(650,000,000,000,000 $), es decir unas 10 veces el PIB mundial. El volumen del
2° semestre de 2007 es superado y el del primer semestre de 2008 está a la
vista… Los swaps sobre tipos de interés representan 74% del total mientras que
los derivados en el mercado de divisas representan 8%, los Credit default swaps
(CDS) 5%, los derivados sobre las acciones 1%, distribuyéndose el resto en una
multitud de productos.
Desde 2008, los rescates
bancarios no han desembocado en comportamientos más responsables
La crisis financiera de 2007 ha
visto a los bancos, a pesar de ser culpables de maniobras reprobables y haber
asumido riesgos inimaginables, ser favorecidos de inyecciones masivas de fondos
a través de numerosos y costosos planes de rescate. En un estudio muy
documentado |15|, dos investigadores se
han propuesto verificar « si las operaciones de rescates públicos
fueron seguidas de una mayor reducción de riesgos en los nuevos préstamos
concedidos por los bancos ayudados en relación a los que no lo han sido ».
Para hacer esto, los autores analizaron el balance y los préstamos sindicados
(se trata de los créditos concedidos a una empresa por varios bancos) otorgados
por 87 grandes bancos comerciales internacionales. Los autores han revelado que
« les bancos que recibieron ayuda siguieron firmando préstamos
sindicados riesgosos » observando que « los préstamos
sindicados de los bancos que recibieron una ayuda para salir a flote luego,
eran más arriesgados antes de la crisis, que los de las instituciones que no
recibieron ayuda ». Lejos de constituir un remedio y una protección
eficaz contra los extravíos de los bancos, los planes de rescate de los Estados
han constituido, por contra, un potente incitador para proseguir e incluso
intensificar sus prácticas culpables. En efecto, « la perspectiva de un
apoyo del Estado puede acarrear una riesgo moral (moral hazard) y
conducir a los bancos a tomar mayores riesgos » |16|.
En suma, una grave crisis de
deudas privadas provocada por las maniobras irresponsables de los grandes
bancos ha empujado enseguida a los dirigentes estadounidenses y europeos a ir
en su ayuda usando fondos públicos. La música lancinante de la crisis de las
deudas soberanas pudo ser entonces entonada para imponer sacrificios brutales a
los pueblos. La desregulación financiera de los años 90 ha sido el humus fértil
para esta crisis con consecuencias sociales dramáticas. Mientras no pongan en
jaque mate a las finanzas internacionales, los pueblos estarán en sus manos.
Este combate debe intensificarse lo antes posible.
Eric Toussaint |17| |18|
Traducido por Inés Hidalgo, Sergi
Cutillas y Itziar Gimenez. Revisión final por Stéphanie Jacquemont.
Notas
|1|
La deuda soberana es la deuda de un Estado y de los organismos públicos que
dependen de él.
|2| En general, el término « activo » hace referencia a un bien que posee un valor realizable, o que puede generar ingresos. En el caso contrario, se habla de « pasivo », es decir la parte del balance compuesto de recursos de los que dispone una empresa (capitales propios aportados por los socios, provisiones por riesgos y cargas, deudas). Véase: http://www.banque-info.com/lexique-...
|3| Numerosos bancos dependen de un financiamiento a corto plazo ya que encuentran enormes dificultades para pedir préstamos en el sector privado a un costo sostenible (es decir el más bajo posible) en particular, bajo la forma de emisión de títulos de deuda. Como lo veremos más adelante, la decisión del BCE de prestar un poco más de 1 billón de euros (1,000,000,000,000 €) a una tasa de interés del 1% por un periodo de 3 años a más de 800 bancos europeos constituyó una tabla de salvación para un gran número de ellos. Luego, gracias a estos préstamos del BCE, los más sólidos de entre ellos, tuvieron nuevamente la posibilidad de emitir títulos de deuda para financiarse. Ello no habría sido el caso si el BCE no hubiera actuado de prestamista en última instancia y esto por 3 años.
|4| Sobre el episodio de octubre de 2011, véase Eric Toussaint, Crash de Dexia, “¿Ya está en camino un efecto dominó en la UE?”, 7 de octubre de 2011, http://cadtm.org/Ya-esta-en-camino-un-efecto-domino
|5| Sobre el episodio de octubre de 2012 que desembocó en un nuevo salvataje bajo la forma de una recapitalización, véase Eric Toussaint, « Fallait-il à nouveau injecter de l’argent dans Dexia ? », Le Soir, 2 de noviembre de 2012, http://cadtm.org/Fallait-il-a-nouveau-injecter-de-l; véase igualmente: CADTM, « Pour sortir du piège des recapitalisations à répétition, le CADTM demande l’annulation des garanties de l’Etat belge aux créanciers du groupe Dexia », 31 de octubre de 2012, http://cadtm.org/Pour-sortir-du-piege-des; CADTM, « Pourquoi le CADTM introduit avec ATTAC un recours en annulation de l’arrêté royal octroyant une garantie de 54 milliards d’euros (avec en sus les intérêts et accessoires) à Dexia SA et Dexia Crédit Local SA », 22 de diciembre de 2011, http://cadtm.org/Pourquoi-le-CADTM-introduit-avec
|6| Pierre-Henri Thomas, Bernard Demonty, Le Soir, 31 de octubre de 2012, pág. 19, http://archives.lesoir.be/dexia-sera-recapitalise-pour-le-7-novembre-en_t-20121031-025GAM.html?firstHit=40&by=20&when=-1&sort=datedesc&pos=43&all=1309626&nav=1
|7| Las deudas de las familias incluyen las deudas que los estudiantes americanos han contraído para sufragar sus estudios. Las deudas de los estudiantes en los Estados Unidos alcanzan el importe colosal de 1 billón de dólares (1,000,000,000 $), es decir más que el total de las deudas externas públicas de América Latina (460 mil millones de dólares), del África (263 mil millones) y del Asia del Sur (205 mil millones). Véase para el importe de las deudas de estos « continentes »: Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 7, pág. 9. Se puede descargar de: http://cadtm.org/Les-Chiffres-de-la-dette-2012
|8| Véase Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 30, p. 23. Este cuadro se basa en los datos de la Federación Europea del Sector Bancario, http://www.ebf-fbe.eu/index.php?page=statistics. Véase igualmente Martin Wolf, « Liikanen is at least a step forward for EU banks », Financial Times, 5 de octubre de 2012, pág. 9.
|9| Las deudas de los bancos no deben confundirse con sus activos, forman parte de su « pasivo ». Véase más arriba la nota de pie de página sobre « Activo » y « Pasivo » de los bancos.
|10| Véase Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 24, pág. 18. Este cuadro utiliza la base de datos de investigación de Morgan Stanley, así como http://www.ecb.int/stats/money/aggregates/bsheets/html/outstanding_amounts_index.en.html y
http://www.bankofgreece.gr/Pages/en/Statistics/monetary/nxi.aspx
|11| Carmen M. Reinhart, Kenneth S. Rogoff, Esta vez es distinto: ocho siglos de necedad financiera, Fondo de Cultura Económica de España, S. L., 2011
|12| Xavier Dupret, « Et si nous laissions les banques faire faillite ? », 22 de agosto de 2012, http://www.gresea.be/spip.php?article1048
|13| Véase Daniel Munevar, “El Sistema Bancario en las Sombras: Cuales son los riesgos?”, 23 de febrero de 2012, http://cadtm.org/El-Sistema-Bancario-en-las-Sombras Vease también: Tracy Alloway, “Traditional lenders shiver as shadow banking grows”, Financial Times, 28 de diciembre de 2011.
|14| Véase Richard Hiault, « Le monde bancaire « parallèle » pèse 67.000 milliards de dollars », Les Echos, 18 de noviembre de 2012, http://www.lesechos.fr/entreprises-secteurs/finance-marches/actu/0202393973644-le-monde-bancaire-parallele-pese-67-000-milliards-de-dollars-511912.php
|15| Michel Brei y Blaise Gadanecz, “Have bailouts made banks’loan book safer ?”, Bis Quaterly Review, september 2012, pp. 61-72. Las citaciones de este párrafo provienen de este artículo.
|16| Ibid
|17| Eric Toussaint, Universidad de Lieja, es presidente del CADTM Bélgica (Comité por la anulación de la deuda del Tercer Mundo, www.cadtm.org) y miembro del Consejo Científico de ATTAC France. Ha escrito junto con Damien Millet, AAA. Audit Annulation Autre politique, Seuil, Paris, 2012.
|18| El autor agradece a Patrick Saurin, Daniel Munevar, Damien Millet y Virginie de Romanet por la ayuda que le han brindado en la elaboración de este artículo.
Fuente: http://cadtm.org/2007-2012-6-anos-en-que-los-bancos
|2| En general, el término « activo » hace referencia a un bien que posee un valor realizable, o que puede generar ingresos. En el caso contrario, se habla de « pasivo », es decir la parte del balance compuesto de recursos de los que dispone una empresa (capitales propios aportados por los socios, provisiones por riesgos y cargas, deudas). Véase: http://www.banque-info.com/lexique-...
|3| Numerosos bancos dependen de un financiamiento a corto plazo ya que encuentran enormes dificultades para pedir préstamos en el sector privado a un costo sostenible (es decir el más bajo posible) en particular, bajo la forma de emisión de títulos de deuda. Como lo veremos más adelante, la decisión del BCE de prestar un poco más de 1 billón de euros (1,000,000,000,000 €) a una tasa de interés del 1% por un periodo de 3 años a más de 800 bancos europeos constituyó una tabla de salvación para un gran número de ellos. Luego, gracias a estos préstamos del BCE, los más sólidos de entre ellos, tuvieron nuevamente la posibilidad de emitir títulos de deuda para financiarse. Ello no habría sido el caso si el BCE no hubiera actuado de prestamista en última instancia y esto por 3 años.
|4| Sobre el episodio de octubre de 2011, véase Eric Toussaint, Crash de Dexia, “¿Ya está en camino un efecto dominó en la UE?”, 7 de octubre de 2011, http://cadtm.org/Ya-esta-en-camino-un-efecto-domino
|5| Sobre el episodio de octubre de 2012 que desembocó en un nuevo salvataje bajo la forma de una recapitalización, véase Eric Toussaint, « Fallait-il à nouveau injecter de l’argent dans Dexia ? », Le Soir, 2 de noviembre de 2012, http://cadtm.org/Fallait-il-a-nouveau-injecter-de-l; véase igualmente: CADTM, « Pour sortir du piège des recapitalisations à répétition, le CADTM demande l’annulation des garanties de l’Etat belge aux créanciers du groupe Dexia », 31 de octubre de 2012, http://cadtm.org/Pour-sortir-du-piege-des; CADTM, « Pourquoi le CADTM introduit avec ATTAC un recours en annulation de l’arrêté royal octroyant une garantie de 54 milliards d’euros (avec en sus les intérêts et accessoires) à Dexia SA et Dexia Crédit Local SA », 22 de diciembre de 2011, http://cadtm.org/Pourquoi-le-CADTM-introduit-avec
|6| Pierre-Henri Thomas, Bernard Demonty, Le Soir, 31 de octubre de 2012, pág. 19, http://archives.lesoir.be/dexia-sera-recapitalise-pour-le-7-novembre-en_t-20121031-025GAM.html?firstHit=40&by=20&when=-1&sort=datedesc&pos=43&all=1309626&nav=1
|7| Las deudas de las familias incluyen las deudas que los estudiantes americanos han contraído para sufragar sus estudios. Las deudas de los estudiantes en los Estados Unidos alcanzan el importe colosal de 1 billón de dólares (1,000,000,000 $), es decir más que el total de las deudas externas públicas de América Latina (460 mil millones de dólares), del África (263 mil millones) y del Asia del Sur (205 mil millones). Véase para el importe de las deudas de estos « continentes »: Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 7, pág. 9. Se puede descargar de: http://cadtm.org/Les-Chiffres-de-la-dette-2012
|8| Véase Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 30, p. 23. Este cuadro se basa en los datos de la Federación Europea del Sector Bancario, http://www.ebf-fbe.eu/index.php?page=statistics. Véase igualmente Martin Wolf, « Liikanen is at least a step forward for EU banks », Financial Times, 5 de octubre de 2012, pág. 9.
|9| Las deudas de los bancos no deben confundirse con sus activos, forman parte de su « pasivo ». Véase más arriba la nota de pie de página sobre « Activo » y « Pasivo » de los bancos.
|10| Véase Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 24, pág. 18. Este cuadro utiliza la base de datos de investigación de Morgan Stanley, así como http://www.ecb.int/stats/money/aggregates/bsheets/html/outstanding_amounts_index.en.html y
http://www.bankofgreece.gr/Pages/en/Statistics/monetary/nxi.aspx
|11| Carmen M. Reinhart, Kenneth S. Rogoff, Esta vez es distinto: ocho siglos de necedad financiera, Fondo de Cultura Económica de España, S. L., 2011
|12| Xavier Dupret, « Et si nous laissions les banques faire faillite ? », 22 de agosto de 2012, http://www.gresea.be/spip.php?article1048
|13| Véase Daniel Munevar, “El Sistema Bancario en las Sombras: Cuales son los riesgos?”, 23 de febrero de 2012, http://cadtm.org/El-Sistema-Bancario-en-las-Sombras Vease también: Tracy Alloway, “Traditional lenders shiver as shadow banking grows”, Financial Times, 28 de diciembre de 2011.
|14| Véase Richard Hiault, « Le monde bancaire « parallèle » pèse 67.000 milliards de dollars », Les Echos, 18 de noviembre de 2012, http://www.lesechos.fr/entreprises-secteurs/finance-marches/actu/0202393973644-le-monde-bancaire-parallele-pese-67-000-milliards-de-dollars-511912.php
|15| Michel Brei y Blaise Gadanecz, “Have bailouts made banks’loan book safer ?”, Bis Quaterly Review, september 2012, pp. 61-72. Las citaciones de este párrafo provienen de este artículo.
|16| Ibid
|17| Eric Toussaint, Universidad de Lieja, es presidente del CADTM Bélgica (Comité por la anulación de la deuda del Tercer Mundo, www.cadtm.org) y miembro del Consejo Científico de ATTAC France. Ha escrito junto con Damien Millet, AAA. Audit Annulation Autre politique, Seuil, Paris, 2012.
|18| El autor agradece a Patrick Saurin, Daniel Munevar, Damien Millet y Virginie de Romanet por la ayuda que le han brindado en la elaboración de este artículo.
Fuente: http://cadtm.org/2007-2012-6-anos-en-que-los-bancos
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