Por Íñigo de Barrón
El País, 18/10/2017.
Cuando se va a cumplir diez años de la quiebra de Lehman Brothers,
los tribunales ya han emitido diferentes sentencias en firme contra las cúpulas
de algunas cajas quebradas. En total, 80 directivos están condenados a penas
que oscilan entre los tres meses y los seis años. Además, otros 95 exejecutivos
de cajas han sido declarados investigados (antes imputados) por diferentes
motivos. En total, 175 exdirectivos que se las han visto con la justicia.
Las entidades con condenados son: Caja Madrid (65),
Novacaixagalicia (5), CCM (2), CAM (4) y Caixa Penedés (4).
Los imputados están en el Caso Bankia (33 implicados por la
salida a Bolsa), el Banco de Valencia (12 directivos sobre los que pesan ocho
querellas por estafa), Bancaja (José Luis Olivas por estafa), Caixa Catalunya
(41 exdirectivos y exconsejeros procesados por un aumento injustificado de las
remuneraciones) y Banca Cívica (ocho exdirectivos y ex altos cargos por los
presuntos delitos de estafa en el proceso de fusión de Caja Navarra, Caja
Burgos, Caja Canarias y Caja Sol, Sistema Institucional de Protección que dio
lugar a Banca Cívica, y en su posterior salida a Bolsa.
Los delitos que más se repiten son los de estafa,
falseamiento de cuentas, apropiación indebida o administración desleal por
subidas injustificadas de sueldos, de fondos de pensiones, indemnizaciones
multimillonarias sin justificación o la utilización de una tarjeta de empresa,
las black de Caja Madrid, para gastos personales.
Las entidades con
ayudas
La mayor parte de los gastos han llegado por acusaciones de
la Fiscalía Anticorrupción, que ha recibido documentos del Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el fondo público de rescate para
entidades en problemas. De hecho, no hay ningún directivo del resto de las
antiguas cajas de ahorros que no recibieron ayudas públicas de los
contribuyentes.
En muchos casos, el delito se cometía al forzar que la
entidad financiera realizara una compra, habitualmente de terrenos de los que
eran dueños los propios directivos afectados, por un precio muy superior al que
habían pagado los ejecutivos. Automáticamente, la operación provocaba
beneficios a los directivos y, tras el pinchazo de la burbuja, pérdidas
cuantiosas a la caja.
El caso más llamativo es el de las tarjetas black, que llevó
a la Audiencia Nacional ha condenado a penas de entre tres meses y seis años de
cárcel a 65 acusados. Las mayores condenas fueron para los expresidentes del
banco: seis años para Miguel Blesa (fallecido) y cuatro años y medio para
Rodrigo Rato, exvicepresidente del Gobierno con el PP) por un delito continuado
de apropiación indebida.
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