Por Juan Viera
Benítez, Organización Defensa de lo Público-Alternativa Socialista
El Diario.es, 13/10/2017.
No tenemos que culpar a nadie de nuestras postergaciones en
todo tipo de aspectos económicos ni de nuestros desequilibrios territoriales
respecto a otras comunidades o nacionalidades de España. El atraso económico
que los extremeños sufrimos ha sido y es la consecuencia de muchos años de
explotación y abandono de nuestro territorio por parte de unas clases
dominantes afincadas todavía en las estructuras del Estado. Aquellas familias
explotadoras han tenido la habilidad de “distraer” y “centrar” a nuestros gobernantes regionales
en las peleas partidistas relacionadas con el mantenimiento de las prebendas
derivadas de la conservación de sus escaños y sus puestos institucionales. En
síntesis, ha habido una subordinación de
nuestros dirigentes políticos a los intereses de aquellas élites antes a que a la resolución de los problemas
de nuestra tierra.
La decadencia económica de nuestra región se acrecienta y se
hace cada día más plausible como muy bien nos delatan los resultados
estadísticos del desempleo en el mes de septiembre.
Los políticos al frente de la Junta de Extremadura deben
considerar los graves problemas que padecen sectores importantes de la
población extremeña que en muchos casos difícilmente disponen de los medios
necesarios para vivir en condiciones dignas, agobiados por los gastos de la
alimentación, el agua, la luz, el gas y los materiales escolares.
En estos días es muy visible la angustia económica de
ciertos sectores de la población que sufren de manera directa los efectos de una tremenda sequía que ha
reducido hasta el 50 % las producciones de uva y aceituna, ocasionando una
disminución de los ingresos de los agricultores
y unas pérdidas muy importantes de jornales. Hasta la fecha hay una falta de respuestas de
la Administración Regional. Las
reclamaciones de diferentes organizaciones agrarias, especialmente desde La
Unión de Extremadura, se han hecho notar en estas fechas, pidiendo que se tomen
medidas que combatan este incremento de
las contrariedades que sufren estos sectores sociales.
Desde la ODP-AS también estamos exigiendo con nuestros
modestos medios que se tomen medidas para compensar las pérdidas ocasionadas a
los agricultores y que se ponga en marcha un plan especial de empleo que
permita a los jornaleros agrícolas recuperar parte de los ingresos perdidos a
consecuencia de éste fenómeno natural que habrá que tener cada vez más presente
en nuestras vidas. Esto es una prioridad a la que la Junta de Extremadura debe
responder. En este orden de cosas, en días pasados presentamos una moción en el
Ayuntamiento de Villafranca de los Barros para que desde el pleno municipal se
instara a la Junta de Extremadura a poner en marcha un plan especial de empleo.
La respuesta fue negativa, ni el PP ni
el PSOE aceptaron la propuesta.
Sin duda, en estos momentos, estos partidos políticos están
más preocupados por otras cuestiones de más calado que los problemas que tienen
los agricultores y jornaleros extremeños;
también, comienza a ser evidente, en la medida en que nos acercamos al
tiempo electoral, que nuestros dirigentes locales, provinciales y regionales
aumentan la frecuencia de sus apariciones públicas y declaraciones en los medios de comunicación,
se esfuerzan para la difusión de todos los frutos y beneficios conseguidos
gracias a su presencia al frente de las Instituciones.
En días pasados hemos podido ver el desfile de numerosos
cargos políticos e institucionales de la localidad, la provincia y de la Junta
con motivo de la inauguración de una
nueva actividad empresarial en Villafranca de los Barros. Allí estaban todos,
el presidente de la Junta, el de la Diputación Provincial, el alcalde del
pueblo y concejales, el presidente de Avante, etc. todos alrededor del
empresario que ha invertido y ha creado la industria; todos queriendo participar del ágape para ser
considerados como personas influyentes en lo realizado. En nuestra localidad,
estamos acostumbrados a estos desfiles sin necesidad de inauguraciones o
eventos de carácter productivo; es muy frecuente “presenciar y escuchar”
mítines políticos de nuestros
mandatarios institucionales con un contenido tan rancio y tan añejo que en
ocasiones no tienen nada que envidiar al blanco y negro del Nodo.
Algunas consideraciones respecto a la política regional:
Sin duda es muy positivo que en Extremadura tengamos grandes
empresarios que establezcan potentes empresas creadoras de puestos de trabajo
de calidad, estamos muy necesitados de este tipo de industriales. No obstante,
no podemos supeditar nuestro crecimiento económico a la intervención de
Individualidades o mecenas inversores que por casualidad o por la llamada
providencial de un político importante aparecen en nuestro territorio; no
podemos estar pendientes de que de vez en cuando, venga alguien de dentro o de
fuera de Extremadura que materialice una gran empresa o una gran industria. Necesitamos una política institucional y
sistemática que esté orientada a la inversión en nuestros extensos polígonos
industriales. Por lo general, la instalación de actividades económicas, es un proceso muy lento, incapaz de absorber
la suficiente mano de obra para evitar la emigración a otras comunidades o
países. Las actividades económicas que se establecen en los polígonos
industriales lo hacen lentamente en el transcurso de los años.
Lógicamente, en otro momento nos centraremos en ello, se
necesita una banca pública regional,
algo imprescindible si se quiere acometer un desarrollo económico regional con
apoyo sistemático a los pequeños y medianos empresarios de la Región, que hay
muchos y muy capaces.
Para terminar, otra cuestión que hace necesaria que nuestras
administraciones pongan en marcha una política sistemática de inversiones
públicas. No hay nada de racional como estamos viendo en la actualidad que
nuestros ayuntamientos tengan que realizar rápidamente una reordenación
urbanística, fiscal y/o territorial renunciando a ingresos municipales o
realizando gastos importantes con el fin de conseguir que una empresa considere
atractivo nuestro territorio para su instalación. No hay nada de racional que
con la situación económica en la que se encuentran las arcas municipales se renuncie a la
tributación fiscal para lograr que una empresa de renombre se instale en una
localidad. Por eso es necesario otro tipo de política de la Junta de
Extremadura.
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