Por Daniel Caballero
ABC.es, 04/02/2019.
Si hay un sector que es ajeno a las turbulencias, por
fuertes que sean, es el de la banca. Las entidades financieras soportaron en
2018 reveses judiciales y administrativos, al tiempo que la economía se
desaceleraba. Pero el balance del año dejó unos resultados empresariales
mejores que los de 2017. Si en ese ejercicio la gran banca -Ibex 35- registró
un beneficio neto de 13.623,5 millones, en 2018 la cifra aumentó hasta los
16.676,5 millones. Un alza del 22,4%, con casi todos los bancos en crecimiento
interanual.
Bankia, BBVA, Banco Santander, Caixabank y Bankinter se
apuntaron crecimientos en sus beneficios. Todos ellos, en mayor o menor medida,
mejoraron sus resultados de 2017. La única excepción la protagonizó Banco
Sabadell, que pese a ganar 328,1 millones, su beneficio neto cayó un 54% por la
filial británica TSB y el saneamiento de su balance.
«Los resultados del sector financiero español continúan en
la línea de mejora observada ya en años anteriores, derivada tanto de la mejora
progresiva de la morosidad y del incremento de la demanda de crédito (todo ello
consecuencia de la mejora del entorno económico y la creación de empleo) como
de los esfuerzos realizados para la contención de costes», señala Francisco
Uría, socio responsable del Sector Bancario de KPMG en EMEA. Un cúmulo de
acontecimientos que hacen que la banca saque pecho para continuar con su
expansión. Sin importar, por ejemplo el lío de las hipotecas en el Tribunal
Supremo del último trimestre o el retraso de la subida de tipos del Banco
Central Europeo (BCE).
Asimismo, Uría señala que «la implementación progresiva de
la nueva regulación financiero también está teniendo incidencia a la hora de
restar brillantez a los resultados bancarios». En referencia a la nueva ley
hipotecaria, que incluirá mayores exigencias a las entidades financieras.
Tampoco hay que olvidarse de acontecimientos
extraordinarios, como es TSB en Sabadell o la venta del negocio en Chile para
BBVA. Desde KPMG valoran muy positivamente que los bancos prosiguieron a buen
ritmo con la venta de sus carteras de créditos dudosos, sin excepción en este
caso. «Puede tener un efecto coyuntural negativo en la cuenta de resultados,
aunque a largo plazo implican una clara mejora de la situación de la entidad»,
dice el experto de la consultora.
Así las cosas, la gran banca experimentó un aumento de
beneficios del 22,4% en un año más que negativo en Bolsa. El Ibex 35 perdió un
15% en 2018 y las entidades del parqué español se dejaron más de 50.000
millones de capitalización. Aun así, los expertos confían en que podrán
recuperar el terreno perdido. «Seguirán mejorando la cuenta de resultados por
la continuada mejora de la economía y el empleo y continuará produciéndose un
efecto positivo derivado de la contención de costes», asegura Uría. Clima
favorable a la vista.
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