Por Óscar Giménez
El Confidencial, 15/02/2019.
Mal momento para que los bancos eleven la transparencia
sobre los fondos vendidos a sus clientes. Los distribuidores deberán informar
ya a los inversores sobre costes y gastos incurridos. La normativa mete prisa
al sector, que deberá enviar la documentación cuanto antes.
La transposición de la directiva europea MiFID II ha llegado
a España por fascículos y con retraso. El último real decreto entró en vigor el
17 de enero. La norma persigue elevar la transparencia y mejorar la combinación
entre gestión y asesoramiento en la industria, lo que para muchos será una
revolución.
Entre las novedades, estará la obligación de enviar al
cliente información sobre costes y gastos 'expost' al menos una vez al año.
Dicho de otra manera, cuánto dinero en euros ha soportado el inversor por
comisión para la gestora, para el distribuidor (retrocesión), por costes de
brokeraje o de análisis (‘research’), en el caso de las gestoras que hayan
decidido no asumirlo, como ocurre en la mayoría.
Los exbanqueros que se han lanzado en los últimos años a
montar proyectos independientes de la banca tradicional (gestoras, EAF,
agencias o sociedades de valores y 'robo advisors') siempre han señalado que
esta información será clave, ya que varios de los fondos más vendidos hacen
ganar más dinero al banco que al cliente de forma consistente.
El retraso en el desarrollo del texto normativo, acelerado
con la llegada de Nadia Calviño al Ministerio de Economía junto con una decena
de directivas europeas pendientes, dejó dudas en la industria sobre si la
información 'expost' de costes y gastos debe enviarse ya con los datos de 2018.
Incluso algunos creían —o tenían la esperanza— que habría un año de gracia, al
hilo del silencio en Economía al respecto.
Pero no será así. Fuentes de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores (CNMV) confirman que la información que debe entregar el
distribuidor al cliente será ya con los datos de 2018 y deberá remitirse “lo
antes posible en 2019”.
El organismo presidido por Sebastián Albella se remite a los
cuestionarios publicados sobre MiFID II, en los que ya ha abordado el tema. “A
partir de 2018 se debería informar de los costes incurridos por cada año
natural”, aseguró la Comisión en un documento publicado en diciembre de 2017, y
asegura que mantiene su vigencia.
Precisamente, en el sector hay quejas sobre la falta de
concreción de los reguladores, ya que no hay plantillas o instrucciones
precisas para elaborar la información, recuerda Jorge Ferrer, socio de FinReg y
profesor del IEB: "Los datos de las entidades no son fácilmente
comparables. De esta manera, el objetivo fundamental de esta normativa no
podría alcanzarse, puesto que el inversor no podrá comparar fácilmente los
costes y rentabilidades de sus inversiones en distintas entidades. En este
ámbito queda mucho trabajo, empezando por la fijación de criterios claros y
precisos por parte de la CNMV".
El peor año posible
para empezar
La cuestión no es baladí, porque este requisito se inicia
con los resultados de 2018, en que el 94% de los fondos españoles acabó en
pérdidas sin que ninguna categoría se haya salvado del desastre. No en vano,
según estimaciones de Bank of America Merrill Lynch, fue el tercer peor
ejercicio desde 1990 en los mercados, computando el conjunto de activos
disponibles.
Los dos fondos más vendidos en 2018 fueron el Quality
Inversión Conservadora de BBVA y el CaixaBank Ahorro Cartera, con suscripciones
netas por 2.488 millones y 1.676 millones respectivamente, según estadísticas
de VDOS. En estos casos, BBVA y CaixaBank tendrán que contar a sus clientes el
dinero ganado, con comisiones de más 1%, frente a pérdidas del 2,7% en el
primer caso y del 1,2% en el segundo.
Para un inversor minorista con 5.000 euros invertidos al
terminar 2017, la información que recibirá este año reflejará costes y gastos
de más de 50 euros en favor de los bancos en un año en el que ha perdido entre
60 y 135 euros con estos fondos. Y con la mayoría de productos de la industria.
De hecho, entre los fondos de renta variable hay pérdidas de más del 30%, como
ocurre con los fondos de Cobas (Francisco García Paramés), si bien en los
bancos admiten que los clientes de las gestoras independientes son más
sofisticados y por lo tanto tienen más paciencia pensando en el largo plazo.
Los distribuidores trabajan también contrarreloj para
actualizar el servicio que dan a los inversores a los que vendieron fondos en
el pasado y siguen cobrando retrocesiones por ellos. En este caso, tienen dos
meses —hasta el 17 de abril— para informar del aumento de calidad del servicio
que justifique que se retrocedan comisiones, ya sea con más asesoramiento o con
la oferta de vehículos de terceros.
En el sector también había dudas sobre la agresividad de
esta exigencia. Es decir, si valdría con informar de forma pasiva, como están
haciendo los bancos con el envío de cartas, o necesitaban una actitud más
activa para contactar con el cliente. La CNMV, en este caso, se contenta con la
primera opción. Fuentes del regulador señalan que “el servicio debe prestarse
de forma continuada y el cliente debe recibir también la nueva información
'expost' sobre incentivos. Otra cosa es que el cliente haga o no uso de él”.
Disponible en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario