Por Jordi
Cuenca
Diario Levante-EMV,
13/6/2013.
Los impositores, los antiguos
empleados y la entidad fundadora, la Real Sociedad Económica de Amigos del
País, no formarán parte del futuro patronato de la nueva Fundación Bancaja. El
borrador inicial de los estatutos contemplaba una disposición transitoria por
la que estos tres grupos tendrían durante los primeros cinco años de vida de la
nueva entidad representantes en sus órganos de gobierno. El mandato era
improrrogable.
La decisión obedecía a la voluntad de los impulsores del proyecto de lograr la aprobación del mismo en la asamblea, un objetivo casi imposible con la oposición de impositores y empleados, dado su peso en el citado órgano de gobierno. Sin embargo, una modificación legal del PP obligó a Bancaja a disolverse el 27 de noviembre de 2012 antes de que se celebrará la citada asamblea. Todo quedó paralizado.
Posteriormente, se nombró una gestora con el propósito de cerrar los estatutos, que estaban ya pactados, y nombrar al patronato que regirá la nueva fundación de carácter especial, que herederá la Obra Social de la antigua caja.
Fuentes de toda solvencia consultadas por Levante-EMV aseguraron que los futuros estatutos suprimen la mencionada disposición transitoria, con lo que impositores, empleados y la entidad fundadora, que ya renunció en su día, no se integrarán en ese órgano de gobierno ni siquiera de forma temporal. La pretensión es que el patronato de la nueva Fundación Bancaja se asemeje lo menos posible al que aún conforma el de la anterior.
La suspensión de la citada asamblea también paralizó el acuerdo de escisión total de la Fundación Caja Castelló. Tras varios meses de negociaciones en el seno del PP se ha logrado un acuerdo por el que esta mantiene su independencia a cambio de 9 millones de euros (pedía 20) y una participación anual del 10 % en el presupuesto que la Fundación Bancaja dedique cada año a obra socio-cultural.
Por su parte, las delegaciones territoriales de Segorbe y Sagunt recibirán todos los años un 5 % cada una del presupuesto de la Fundación Bancaja, cuyo patronato deberá aprobar los programas a los que destinen ese dinero, a diferencia de la entidad castellonense. La fundación negocia con dos patrocinadores que entrarían en su patronato.
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