jueves, 13 de junio de 2013

Los bancos nunca tienen suficiente


Por Jordi Cuenca
Diario Levante-EMV, 4/6/2013.

Acosados por unos tipos de interés en el nivel más bajo de la historia del euro, por unos márgenes de negocio cada vez más estrechos y por la atonía del crédito, las entidades financieras españolas están recurriendo a las comisiones como vía para engordar sus ingresos y aumentar beneficios. El incremento del cobro por la prestación de servicios, además, está sirviendo como fórmula para alejar —hacia los cajeros automáticos y las divisiones electrónicas de cada firma— a los clientes y propiciar así que los empleados se concentren en tareas comerciales —colocación de productos con mayor rentabilidad— en un momento en que el proceso de reestructuración de los bancos ha provocado una inusitada contracción de la red de oficinas, especialmente en las entidades nacionalizadas, como es el caso de CatalunyaCaixa, el Banco de Valencia, ahora propiedad de CaixaBank, o Bankia, cofundada, entre otras, por Bancaja.

La asociación de usuarios de banca Adicae en la Comunitat Valenciana, así como la unión de consumidores UCE en la autonomía, consultadas por este diario, ratifican el incremento significativo de las comisiones bancarias que se ha producido en los últimos tiempos y, lo que es más llamativo, la proliferación de cuotas nunca vistas antes en el sector. Todo ello, además, en un contexto, como explica el abogado de la UCE, Francisco Rodríguez, en que el Banco de España, tras una circular de 2011, ha liberalizado las comisiones, que «antes debía autorizar», además de que ya no informa en detalle de las que cobra cada entidad, lo que, según el representante de Adicae, Daniel Araque, «supone una falta de transparencia que, al parecer, va a subsanarse en breve mediante una directiva europea».

Cancelación de cuentas

Una de las comisiones más novedosas que están aplicando muchas entidades, entre ellas las más poderosas del país, es el cobro por ingreso de efectivo en ventanilla a quienes no son clientes del banco en cuestión. No faltan también los casos de cobro por cancelación de cuenta. El rosario de actuaciones en esta materia detallado por el letrado de la citada unión de consumidores da una idea cabal de cuáles son las prácticas bancarias al respecto. Así, Francisco Rodríguez asegura que «las entidades aprovechan las comisiones como una forma de negociar con sus clientes para mantenerlos vinculados a la misma o para ofrecerles ciertos productos». A modo de ejemplo, mencionó que algunos bancos «ofrecen una rebaja en las cuotas que cobran por servicios si el cliente contrata un producto, generalmente un depósito, que se mueva en una horquilla de entre 1.000 y 3.000 euros. A otros que tengan un saldo medio de 2.000 euros no les cobran comisiones o se las rebajan a la mitad».

Ofertas como esta, según coinciden Rodríguez y el delegado de Adicae en la Comunitat Valenciana, Daniel Araque, tienen un cierto componente de exclusión social, ya que «perjudican a los que tienen menos saldo». Desde la UCE se añade que, «ante esta penalización al cliente con menos recursos», al usuario de banca no le queda otro remedio que «negociar», porque todas las oficinas tienen cierto margen, aunque, por otro lado, lo cierto es que se suele reservar para los mejores clientes.

El representante legal de la Unión de Consumidores apunta, por otro lado, que en los préstamos hipotecarios «estamos viendo» prácticas en cierta medida inmisericordes: «Están cobrando comisiones de estudio y apertura y de modificación del préstamo cuando el titular del préstamo tiene problemas para pagar y, como su voluntad es seguir abonando la deuda, negocia con la entidad, por ejemplo, un alargamiento de los plazos para pagar menos cuota. Lo único que hacen es una modificación de la hipoteca original, pero cobran por ello y penalizan el esfuerzo del consumidor». Según este letrado, afortunadamente el Banco de España ha prohibido el cobro de comisiones por el simple hecho de tener un descubierto: «El banco no hacía ningún servicio, a diferencia de los intereses de demora, donde sí existía un préstamo de dinero, pero podía cobrarte 35 euros por tener un descubierto de solo 8».

Daniel Araque, por su parte, menciona que alguna entidad va a empezar a cobrar medio euro «por según qué apuntes haga aunque no aclara qué tipo de transferencia estará penalizando», y, además, va a exigir entre dos y tres euros y medio «según el saldo que tenga el cliente». Las tarjetas son todo un negocio, como apunta el letrado de la UCE. Se han convertido en indispensables, en especial para quienes viven a crédito muchos días de cada mes, «y los bancos las utilizan para cobrar comisiones, en ocasiones sin que el cliente las haya solicitado».

Francisco Rodríguez considera que los usuarios de banca deben prestar a partir de ahora una especial atención a lo que cobran las diferentes entidades financieras por la prestación de ciertos servicios añadidos. En su opinión, «las comisiones son un factor a tener muy en cuenta a la hora de decidirse por una entidad; antes, la proximidad al domicilio o incluso el hecho de que el banco o caja fuera de la misma tierra que el cliente eran factores clave a la hora de elegir, pero en este momento los usuarios deben mirar las comisiones casi tanto como el tipo de interés que ofrecen los bancos». Claro que les queda otra opción, sobre todo a los más avezados con las nuevas tecnologías, como coinciden Rodríguez y Araque, y es recurrir a la banca electrónica. A este respecto, el portal HelpMyCash.com señala como bancos que nunca han cobrado comisiones a una entidad de banca ética y a varias firmas online, algunas filiales de los bancos físicos que cobran casi por todo. En los casos de banca electrónica, con el negocio típico y sin oficinas tienen suficiente para cubrir gastos y obtener ganancias.

Ante este panorama, el delegado de Adicae en la Comunitat Valenciana se pregunta: «Si con nuestros saldos, con nuestros depósitos, somos nosotros quienes los estamos manteniendo, ¿por qué los bancos encima nos cobran comisiones?». El mismo Daniel Araque se responde. «Los bancos se están sustentando por esa vía».

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