Por Íñigo de Barrón
El País, 24/11/2015.
La junta directiva de la Asociación de Inspectores del Banco
de España considera que el supervisor incurre en un conflicto de intereses al
descalificar el trabajo de los peritos del caso Bankia que consideraron que las
cuentas estaban maquilladas. Los inspectores recuerdan que tres de los cuatro
miembros de la Comisión Ejecutiva del Banco de España —Restoy, López Roa y
Salas— aprobaron las cuentas de Bankia por lo que su opinión actual no es
independiente. Los inspectores dicen que los peritos (escogidos por el
supervisor) son profesionales contrastados que actuaron con independencia y de
acuerdo a la ley.
No es la primera vez que los inspectores critican a la
dirección del Banco de España. Antes de que estallara la crisis financiera
advirtieron del excesivo endeudamiento del sector, y cuando quebraron decenas
de cajas dijeron que la alta dirección miró para otro lado ante los indicios de
delito de algunos banqueros, muchos de los que después acabaron en los
juzgados.
Ahora el conflicto es por la salida a Bolsa de Bankia, donde
están en juego los 1.800 millones que 350.000 pequeños inversores desembolsaron
en acciones de la entidad en julio de 2011. Dos peritos, Antonio Busquets y
Víctor Sánchez Nogales, nombrados a propuesta del Banco de España, dijeron que
las cuentas de 2010 y 2011, bajo la presidencia de Rodrigo Rato, y de 2012, con
José Ignacio Goirigolzarri, “tenían errores contables y no reflejaban la imagen
fiel de la entidad”.
El fondo de rescate, el FROB, sostuvo lo contrario tras
consultar al Banco de España. La defensa de Rato pidió el informe del
supervisor para reforzar su inocencia. El juez de la Audiencia Nacional
Fernando Andreu se lo reclamó al organismo que dirige Luis Linde y manifestó
que su opinión es contraria a la de los peritos con una compleja argumentación
contable a través de un cuestionario técnico.
La Asociación de Inspectores entiende que la situación es
“extraordinariamente grave”. En un comunicado enviado a sus asociados, que es
la mayoría de este cuerpo, argumentan que el informe del Banco de España supone
corregir los criterios técnicos y profesionales de dos profesionales, algo que
consideran “un ataque frontal” a su trabajo.
Además, afirman que ha podido existir “un eventual conflicto
de intereses entre aquellos responsables que aprobaron la constitución y salida
a Bolsa de Bankia y quienes ahora han firmado y/o han participado en la
elaboración del informe”. Los inspectores recuerdan que dos consejeros de la
Comisión Ejecutiva del Banco de España, Ángel Luis López Roa y Vicente Salas,
ocuparon estos cargos durante la constitución y la salida a Bolsa de Bankia,
“sin que sepamos si se abstuvieron entonces o si lo han hecho ahora”.
También afirman que cuando la entidad presidida por Rato
salió a cotizar, Fernando Restoy, actual subgobernador, era vicepresidente de
la CNMV, que aprobó la operación bursátil “sin que sepamos si se abstuvo
entonces o se ha abstenido ahora”. Apuntan que, en febrero pasado, cuando el
FROB reclamó el informe al Banco de España, Restoy figuraba como presidente de
la Comisión Gestora del fondo de rescate (y ahora es vicepresidente).
Fuentes cercanas al supervisor manifestaron su sorpresa por
estas acusaciones que atribuyeron un conflicto laboral y rencillas entre los
inspectores que se fueron al Banco Central Europeo (BCE) y los que se han
quedado en Madrid.
Los inspectores se preguntan si todos los técnicos de la
Dirección General de Supervisión y la de Regulación que han participado en el
informe, cuyos datos quiere conocer Andreu, también participaron en la salida a
Bolsa de Bankia. La Asociación explica que el Banco de España les ha
transmitido que no ve inconvenientes en haber participado en la aprobación de
cuentas de Bankia y ahora emitir un juicio. Sin embargo, los inspectores
consideran que el artículo 5 del código de conducta del supervisor “se
pronuncia en sentido contrario”.
Traspaso al BCE
Frente a estas complicadas relaciones, los inspectores argumentan
que Antonio Busquets y Víctor Sánchez Nogales no estaban influidos por nada que
cuestionara su neutralidad y autonomía, por lo que sus informes fuera
“totalmente independientes y respetaron los criterios regulatorios”. La junta
recuerda que la situación es más relevante porque se está en proceso de
traspaso de competencias supervisoras al Banco Central Europeo, a través del
Mecanismo Único de Supervisión, “lo que debe efectuarse con todas las garantías
de transparencia en relación con hechos pasados y presentes, y quizá no
suficientemente explicados todavía”. Piden que no se repitan errores del pasado
que han acabado con el prestigio de esta institución.
Tras este documento, y a falta de nuevos informes que
entregue el Banco de España, la pelota está ahora al tejado del juez que debe
decidir a quién considera más fiable ante conclusiones radicalmente opuestas.
El problema es que el supervisor es la máxima autoridad en regulación, pero su
implicación con el pasado parece evidente. Hasta ahora, Bankia ha pagado 60
millones en sentencias ganadas por accionistas de la entidad y hay denuncias
por 564 millones. Además, Andreu debe resolver si Rato falsificó las cuentas.
Mucho en juego.
Disponible en:
http://economia.elpais.com/economia/2015/11/24/actualidad/1448400693_143246.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario