Por Eduardo Bayona
Público.es,
02/03/2016.
La banca española recauda 20.000 euros al año por comisiones
de las operaciones que realizan sus clientes, una cifra que supone la tercera
parte de los alrededor de 60.000 millones que ingresa en un ejercicio, según ha
denunciado este martes la organización de consumidores Adicae, que ha puesto en
marcha varias acciones para intentar atajar el aumento de este tipo de
prácticas. Y eso que su negocio, pese a la crisis y tras el rescate, es
boyante.
“Este aumento de las comisiones, de manera arbitraria e
injustificada, se produce porque muchos pagos de cualquier persona tienen que
pasar por las entidades financieras”, explica la vicepresidenta de Aicar-Adicae
en Aragón, Ana Solanas, que considera que “vamos hacia un sistema de comisiones
insostenible para un consumidor medio” y que teme que “estas medidas van
dirigidas a expulsar a los clientes con poca vinculación con el banco, pocos
ahorros o problemas de deudas”.
Las estimaciones de Adicae señalan que un cliente medio de
una entidad financiera, con una cuenta corriente y otra de ahorro y con una
tarjeta de débito y de crédito pagaría unos 400 euros al año en comisiones si
realizara 18 transferencias y dos ingresos en metálico en ventanilla. “Lo que
están haciendo los bancos es intentar sanear sus cuentas mediante las
comisiones”, añade.
Los bancos encarecen
las comisiones 40 euros en tres años
La asociación cifra la media de estos peajes entre 250 y 529
euros anuales. Ese elevado coste para el consumidor se debe, básicamente, a la
subida generalizada de las comisiones, que desde 2012 ha sido de una media de
26,37 euros en el caso del mantenimiento de la cuenta, de 4,8 en el de la
tarjeta de débito y de 4,9 en los descubiertos. Algunos bancos llegan a gravar
a sus clientes con 15 euros por la comunicación de la falta de fondos y con 35
por reclamarle que cubra el desfase; es decir, 50 con independencia de la
cuantía del agujero.
En esos apenas tres años las comisiones se han encarecido
una media de 40,76 euros, según revela un estudio elaborado por Adicae, que
señala al Banco Popular como el que más cobra por mantenimiento de cuentas -120
euros, el doble que en 2012- y por descubiertos: un 4,5% del desfase con un
mínimo de 20 euros, al que hay que sumar 39 más cuando reclama al cliente que
lo cubra.
Sabadell y Caixabank tienen la tarjeta de crédito más
costosa, con 43 euros anuales –el primero la subió tres y el segundo la bajó
nueve en ese periodo-, mientras que el Santander, que ganó más de 5.000
millones de enero a septiembre es el que más cobra por la de débito, con una
comisión de 36 euros tras duplicar esta tasa en tres años.
Nueva tendencia: las
comisiones peregrinas
En los extremos opuestos, aunque no a mucha distancia, se
sitúan BBVA y Caixabank, que “solo” cobran 48 euros anuales por mantener una
cuenta, mientras el mismo banco catalán es el único de los grandes que no grava
la comunicación de un descubierto –la tasa del 4,5% es generalizada en las
entidades- y el de origen vasco el que menos peaje aplica a su reclamación -30
euros- además de ser el único que lo ha bajado.
La tarjeta de débito menos gravosa es la de Bankia, que solo
se lleva 20 euros anuales por plástico, mientras el Popular es el menos
cicatero con la de crédito, por la que recauda 35. Esta entidad prevé repartir
este año un dividendo de 302 millones, casi dos tercios de los cuales irán a
las arcas públicas.
Paralelamente, los bancos han comenzado a aplicar en los
últimos meses lo que Solanas calificó como “comisiones peregrinas”: hasta veinte
euros por emitir una tarjeta, 60 céntimos por cada apunte en la cuenta
–retrocesiones y anotaciones de intereses incluidas-, dos euros por un ingreso
en metálico en ventanilla, seis por una gestión de conformidad –llamar a otra
sucursal para que dé el visto bueno a una operación- y, en el caso del
Santander, diez euros por efectuar ingresos en cuentas de las que no se es
titular.
“Hacen falta unas
reglas del juego”
“La situación en la que se encuentran los bancos lleva a que
busquen una serie de ingresos fijos a través de los consumidores, con las
gestiones más básicas y creando nuevas comisiones”, señala Solanas, que destaca
que las propias entidades eximen de algunos de esos recargos a los clientes que
tienen “vinculación” con ellas.
Adicae ha puesto en marcha una serie de acciones para
denunciar estas prácticas de las entidades financieras, entre las que se
incluye una recogida de firmas de apoyo a un documento que remitirán al Banco
de España y en que reclaman, entre otras medidas, la aplicación de un sistema
de “proporcionalidad” que incluya algún dato objetivo –el IPC por ejemplo- como
referencia para fijar las comisiones, recuperar la obligatoriedad de comunicar
al Banco de España –retirada en noviembre de 2011- y a las principales
organizaciones de consumidores y usuarios la decisión de aplicar cada nuevo
gravamen, habilitar mecanismos para negociar esas cuantías y, también, combatir
los criterios de regresividad como la aplicación de peajes más onerosos para
las cuentas con saldos menores, ya que entraña el riesgo de expulsar a las
familias de rentas bajas del sistema bancario.
“Hacen falta unas reglas del juego”, incida Solanas, que
añade que “a las comisiones tradicionales se les están añadiendo otras que
nadie controla” y anima a los clientes de los bancos a “que revisen sus cuentas
y reclaman por las nuevas comisiones”.
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