Por Salvador Pedrós i
Renard
Levante-EMV,
28/03/2016.
Leo con cierto estupor en las páginas de Levante-EMV las
palabras, resaltadas, que pronunció José Ignacio Goirigolzarri, presidente de
Bankia, en la última Junta General de la entidad. Mantiene el referido señor
que: «Rogaría a los despachos (por los de abogados) que de acuerdo a los
criterios deontológicos exigibles, informen a sus clientes sobre la alternativa
propuesta por Bankia de forma fidedigna; el engaño y la desinformación no son
aceptables».
En persona de tal relevancia y formación, son absolutamente
inaceptables estas palabras. La única que no sólo desinformó, tal como ha
acreditado la práctica totalidad de la judicatura española y ya finalmente el
Tribunal Supremo, fue la propia entidad financiera y hasta ahí, dado que ha
sido terminantemente fijado por el Tribunal Supremo, ya no vale la pena
continuar. Sí, dejar constancia de que Goirigolzarri y su equipo se han
empecinado, durante años, gastando el dinero de todos los accionistas de la
entidad y por supuesto el de los españoles como accionistas mayoritarios de la
misma, en intentar tapar el engaño sin reconocer culpa alguna.
Ahora, cuando por la vía judicial ya no pueden hacer nada,
con una total y abusiva prepotencia pretenden presentar como solución un parche
mal puesto. Y para tapar su falta de decoro, nada mejor que echar la culpa a
los demás. Lo que ahora proponen, reiteramos, desde una posición absolutamente
prepotente, es hacer comulgar con ruedas de molinos a aquéllos a los que
engañaron y ejercieron sus derechos defendidos por sus abogados. Goirigolzarri
y su equipo están obligando a sus abogados a presentar ante los juzgados y
tribunales unos escritos, valga la redundancia, impresentables. Causa hilaridad
atender llamadas de compañeros que te solicitan que tu cliente desista de la
demanda y asuma tus costas y renuncie a cobrar los intereses legales que le
corresponden, a cambio de pagarle lo que saben que inevitablemente tendrán que
pagar, porque así lo dictaminarán los tribunales.
¿Quién engaña y quién desinforma, señor Goirigolzarri? ¿O
acaso está usted tan en la cima de la cumbre social que no puede ver cuál es
realmente el interés de aquéllos que un día confiaron en su entidad? De acuerdo
con los criterios deontológicos exigibles, pongo en su conocimiento que he
recomendado a todos mis clientes con demandas interpuestas contra Bankia, que
se mantengan en la instancia y que exijan hasta el último céntimo de los que
tengan derecho, tal como Bankia ha intentado hacer a sensu contrario, es decir,
no pagar ni un solo céntimo de euro.
Disponible en:
http://www.levante-emv.com/opinion/2016/03/28/deontologia-bankia/1396755.html
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