Por Miguel Carrión
El diario.es,
13/07/2016.
Hay que haber estado bajo una piedra o distraído por la
Eurocopa para no oír que algo pasa con los bancos italianos. Aunque el
Eurogrupo de esta semana tenía otros temas en la agenda el rescate de la banca
transalpina era realmente el foco de atención mediático. Se habló mucho de que
las reglas son las reglas, de flexibilidad y sentido común, y de proteger a
preferentistas de posibles quitas. Te lo explicamos, masticado, para que esta
vez no te digan que no hay rescate.
¿Se trata solo de los
bancos italianos?
Desde el otoño no dejan de dar disgustos los bancos
italianos, pero no solo ellos. Acreedores descontentos con la gestión de los
conocidos como 'bancos malos' se han enzarzado en pleitos con Portugal y
Austria. Los bancos españoles están restructurando su negocio. Y el pasado fin
de semana el economista jefe de Deutsche Bank propuso recapitalizar la banca de
toda Europa con 150.000 millones de euros de fondos públicos, haciendo
excepción de las reglas europeas de resolución bancaria y de ayudas estatales.
Pero los ministros en el eurogrupo dejaron claro que los rescates bancarios a
cargo del erario publico son cosa del pasado.
¿Tiene algo que ver
el Brexit?
El resultado del referéndum británico fue una sorpresa y ha
causado incertidumbre entre los inversores, pero es más un detonante que una
causa de la crisis de los bancos italianos y europeos. Aunque es verdad que el
índice de los bancos europeos cayó más de un 20% inmediatamente después del
referéndum, llevaba ya acumulada una caída del 40% en los 12 meses anteriores.
El presidente del Eurogrupo calificó la crisis de los bancos italianos como “no
aguda”, contrariando las intenciones del Gobierno italiano. Este pretende que
el Brexit constituya una “perturbación seria de la economía” que permita aplicar
ayudas estatales dentro de las excepciones contempladas por la directiva
europea de resolución bancaria (DRRB).
¿Qué les pasa a los
bancos italianos?
La banca italiana sufre una crisis de morosidad como
resultado de 8 años de debilidad de la economía (el PIB de Italia todavía no ha
recuperado al nivel previo a la crisis). Los bancos italianos tienen más de
200.000 millones de euros de mora, y la cifra asciende a 360.000 millones si se
incluyen los préstamos dudosos. El supervisor único europeo (MUS) quiere que
los bancos italianos se deshagan de los préstamos morosos, pero las entidades
los valoran en unos 80.000 millones de euros mientras que se estima que los
fondos buitre no darían más de 40.000 millones de euros por ellos. El agujero
potencial es del tamaño del rescate de los bancos españoles en 2012, pero
podrían hacer falta hasta 20.000 millones de euros más.
¿Por qué no se monta
otro banco malo?
La única manera de que un banco malo compre los préstamos
morosos por 80 en lugar de por 40 es que el estado italiano lo subvencione, y
las autoridades europeas de la competencia ya no lo permitirían. Cuando las
negociaciones entre Italia y la Comisión Europea para armar un banco malo
fracasaron en otoño de 2015, el gobierno italiano no tuvo más remedio que
liquidar cuatro pequeñas entidades cooperativas, con quitas a preferentistas
incluidas. Desde entonces se puede decir que el sistema bancario italiano entró
en crisis por la alarma social generada –se llegó a dar el suicidio de un
pensionista– y el miedo de los inversores institucionales a verse afectados por
un caso similar.
¿Qué pretende hacer
Italia con la morosidad?
Ante la imposibilidad de montar un banco malo, los italianos
encontraron una solución imaginativa para pasar el filtro de las autoridades
europeas de la competencia. Los bancos titulizarán sus préstamos morosos en
varios tramos de bonos sintéticos. La Comisión autorizó al gobierno italiano a
crear un fondo llamado GACS para dar una garantía –estatal, pero a precio “de
mercado”– al tramo de mejor calidad. Y, para comprar el tramo de peor calidad,
se creó un fondo mixto público-privado de unos 4.250 millones llamado Atlante.
¿Funcionó el plan?
No. Aunque Atlante se creó para ayudar al GACS, gastó dos
tercios de su capital en adquirir dos bancos cooperativos, Popolare di Vicenza
y Veneto Banca, que a punto estuvieron de llevarse por delante a los grandes
bancos Unicredit e Intesa San Paolo que hacían el aseguramiento de las fallidas
salidas bolsa de los cooperativos. Atlante no ha comprado todavía ninguna
titulización GACS. Ahora, el supervisor único europeo le exige a Monte dei
Paschi di Siena que se deshaga de un 30% de su morosidad en tres años.
Con todo, Monte dei Paschi no puede desobedecer al
supervisor. Pero si tiene que vender 10.000 millones de euros de préstamos
morosos que valora en 4.000 millones, pero por el que los fondos buitre sólo le
dan 2.000 millones, realizaría pérdidas de 2.000 millones y se tendría que
recapitalizar, con dudoso éxito dado el precedente de Popolare di Vicenza y
Veneto Banca. Y las autoridades europeas de competencia y bancarias no parecen
dispuestas a permitir inyectar capital público sin quitas privadas, que el
Gobierno italiano quiere evitar.
¿Tiene Monte dei
Paschi muchos preferentistas?
Es unas seis veces más grande que los cuatro bancos
quebrados del otoño juntos. Monte dei Paschi tiene unos 4.900 millones de euros
de deuda subordinada, de los cuales dos tercios están en manos de unos 60.000
pequeños inversores. Casi 2.200 corresponden a una única emisión que se colocó
a través de a red de sucursales de Monte dei Paschi en lotes tan pequeños como
1.000 euros. Del resto de las emisiones, para mayoristas y en lotes de al menos
50.000 euros, al menos 1.000 millones más también acabaron en manos de pequeños
inversores. Con este panorama, el gobierno italiano se agarra a la
“perturbación de la economía” causada por el Brexit. Paradójicamente lo mejor
que les puede pasar es que a Monte dei Paschi le falte capital en una prueba de
esfuerzo cuyos resultados publicará la autoridad bancaria europea (ABE) a final
de mes.
¿Cómo es eso de que
lo mejor es no tener capital?
La Directiva de resolución bancaria permite hacer una
recapitalización “preventiva” de un banco al que le falte capital según una
prueba de esfuerzo, siempre que sea para hacer frente a una “perturbación seria
de la economía”. Si a Monte dei Paschi le faltasen al menos 2.000 millones de
euros en el escenario estresado de la ABE, y la Comisión Europea comprase el
argumento del Brexit, el gobierno italiano podría recapitalizar Monte dei
Paschi lo suficiente para responder a la petición del supervisor único de
deshacerse de 10.000 millones de euros de morosidad, todo ello sin necesidad de
hacer quitas a los preferentistas.
¿Carambola?
Sería mucha casualidad. Y en Bruselas y Berlín exigen quitas
para proteger la "credibilidad" de la directiva de resolución
bancaria. Italia, con permiso de la Comisión, ya ha arbitrado un mecanismo para
compensar a los preferentistas de los cuatro banquitos del otoño, que se podría
aplicar a Monte dei Paschi. Pero Italia presiona para evitar cualquier quita de
minoristas, y la Comisión propone una solución parecida a la de Novo Banco en
Portugal este fin de año, donde las autoridades portuguesas discriminaron
contra los inversores institucionales. Como el asunto acabó en los tribunales y
disparó la prima de riesgo de Portugal, el gobierno italiano no lo acepta.
¿Y qué va a pasar
ahora?
Hasta que la ABE publique su prueba de esfuerzo de Monte dei
Paschi el 29 de julio, siguen las negociaciones entre Roma y Bruselas. El 19 de
julio el Tribunal Europeo de Justicia fallará sobre las quitas en el rescate
bancario de 2013 en Eslovenia. El abogado general opinó en febrero que las
recomendaciones de la comisión sobre la necesidad de quitas no eran
vinculantes, pero desde 2015 la directiva directiva de resolución bancaria está
en vigor y eso cambia las cosas para Italia. En todo caso el debate legal y -
sobre todo - político se presenta complicado.
Disponible en:
http://www.eldiario.es/economia/Rescate-italiana_0_536847047.html
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