Por Eva Moreno
El Confidencial, 25/07/2016.
La profunda transformación en la que se encuentra sumido el
sector bancario español es tan sólo uno de sus desafíos. Los bajos tipos de
interés, situados en mínimos históricos, el euríbor estancado en negativo, la
incertidumbre derivada de la exposición a la City tras el Brexit, la acuciante
necesidad de entrar de lleno en la digitalización... Los retos de la banca se
multiplican.
Y se resiente. La presentación de resultados del segundo
trimestre del año no augura buenas noticias para el sector, sobre todo para los
grandes. Bankia ha abierto la veda y ha reducido su beneficio un 13,4% con respecto
al mismo periodo de 2015, debido principalmente a la depreciación de los bonos
de la Sareb y la bajada de los tipos de interés. Santander y BBVA seguirán el
mismo camino, o al menos eso aseguran las estimaciones de las diferentes firmas
de análisis.
Abrirá el fuego el Banco Santander, que presenta resultados
el 27 de julio. La entidad presidida por Ana Botín anunciaba a finales de marzo
la reducción de su plantilla y el cierre de más de 400 oficinas durante el año
en curso. Tras superar la reválida del primer trimestre, la segunda entrega del
año podría ser algo menos satisfactoria.
De hecho, y a pesar de que la entidad mejoró todas las
expectativas sobre sus resultados en el primer trimestre, ganando 1.633
millones de euros, lo cierto es que redujo sus beneficios en un 5% con respecto
al mismo período de 2015, caída en la que el banco ahondará en este segundo
trimestre.
Esas son al menos las estimaciones que maneja Credit Suisse,
que augura unos beneficios para el banco de 1.186 millones de euros en este
segundo trimestre. Un resultado que, al margen de parecer positivo, arroja un
caída de más del 27% con respecto al trimestre anterior y de casi un 54% con
respecto al mismo período de 2015, en el que llegó a alcanzar los 2.544 millones
de euros de beneficios.
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