Público.es, 15/06/2017.
El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) ha destinado
desde su creación aproximadamente 300.000 millones de euros en concepto de
programas de rescate a cinco países de la Unión Europea de los que el 49,6% fue
a parar al sector bancario, con el objetivo de salvaguardar la estabilidad
financiera del euro y de los estados miembros del bloque europeo, según el
primer informe de evaluación del MEDE.
Los países asistidos han sido Irlanda, Portugal, España,
Chipre y Grecia, los cuales además de los fondos del MEDE también recibieron
ayuda adicional financiera por parte del Fondo Europeo de Estabilidad
Financiera (FEEF), estados miembros de la Unión Europea (UE) y del Fondo
Monetario Internacional (FMI).
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En total, Portugal recibió 78.000 millones de euros; Irlanda
necesitó un total de 67.500 millones de euros; España, aunque se puso a su
disposición 100.000 millones finalmente utilizó 41.300 millones de euros;
Chipre unos 10.000 millones de euros; y Grecia, que recibió un primer rescate
de 110.000 millones en 2010 y otros 141.800 millones de euros en 2012 por
considerar "insuficiente" el primero.
España fue el único país de los cinco rescatados en que la
ayuda íntegra se destinó a los bancos, concretamente a las cajas de ahorro
La reestructuración del sector financiero fue uno de los
principales objetivos del programa de asistencia, entre los que destaca España,
ya que fue el único país de los cinco rescatados que la ayuda íntegra se
destinó a los bancos y concretamente a las cajas de ahorro.
De igual modo, la ayuda financiera a España se distingue por
registrar la mayor diferencia entre la necesidad de recapitalización prevista
frente a la inyección de capital real. Según el MEDE, esto se debió a que España
devolvió los fondos no utilizados.
Asimismo, destacó la banca irlandesa y española, donde
asegura que las autoridades reaccionaron rápidamente, y por tanto, la
estabilidad del sector se produjo rápidamente. Asimismo, añadió que ambos
países implementaron reformas fiscales y estructurales "exitosas" que
dieron lugar a un buen crecimiento económico.
Por otro lado, el informe apunta a seis recomendaciones a
tener en cuenta de cara a situaciones venideras: fijar objetivos realistas;
mejorar la credibilidad de los programas de asistencia y una mayor implicación
del país en cuestión; necesidad de una revisión de la gobernanza del MEDE; un
mayor impulso de la transparencia de los rescates; asegurar la aplicación de la
estrategia sobre el sector financiero desde el principio de los programas; y
exigir una revisión continua de la recapitalización bancaria y las necesidades
de reestructuración.
En otro orden de cosas, el ministro de Economía, Industria y
Competitividad, Luis de Guindos, abogaba el pasado miércoles por convertir el
MEDE en un Tesoro europeo común con más competencias y "cierto
control" sobre los Presupuestos Generales de cada Estado miembro con el
objetivo de alcanzar "una posición fiscal consolidada".
Así lo señaló durante una entrevista en el Financial Times,
en el marco de la propuesta de impulsar "reformas profundas" en el
corto plazo para corregir las deficiencias en la gobernanza de la eurozona.
"Tenemos un espacio de oportunidad de no más de seis meses después de las
elecciones alemanas (en septiembre)", urgió De Guindos.
En su opinión, este Tesoro o Fondo Monetario Europeo tendría
"muchas más competencias" de las que tiene el MEDE en la actualidad y
contaría con un presupuesto propio o con control sobre parte de los
presupuestos nacionales.
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