Por Daniel Viaña
El Mundo, 17/08/2015.
El resultado atribuido de las siete
principales entidades españolas por su negocio en España -excluyendo, por lo
tanto, el del extranjero- creció durante el primer semestre del año cerca de un
40% con respecto al mismo periodo del año pasado.
En concreto, el beneficio de los
bancos sólo por su negocio nacional ascendió a 3.581 millones de euros con BBVA
(809 millones), Banco Santander (771) y CaixaBank (708 millones) al frente.
Además, salvo Banco Popular, que mejoró su beneficio cerca de un 7,5%, todos
los bancos mejoraron en más de un 10% sus resultados de los seis primeros meses
de 2014. La citada CaixaBank fue la que más incrementó sus ganancias, con casi
un 75% más, mientras que Banco Sabadell lo hizo en un 55%, Santander en un 50%
y Bankinter y BBVA en más de un 30%.
Un semestre, por lo tanto, muy
positivo para el sector y que el propio director financiero de BBVA, Jaime
Sáenz de Tejada, resumió afirmando que los buenos números que la entidad
presentó el pasado 31 de julio se debían a que «hemos ganado mucho».
Además, la práctica totalidad de las entidades explicaron que buena parte de la
mejora que han experimentado sus balances tiene su origen en la mejora que la
coyuntura económica española ha experimentado en los últimos meses.
Una mejora que no llega a la
población
Sin embargo, esa positiva
evolución de la que las entidades bancarias, las grandes empresas y, por
supuesto, el Gobierno de Mariano Rajoy hablan no acaba de
dejarse notar con la misma intensidad en la población. Es cierto que los datos
de paro están mejorando, pero la tasa a cierre del primer semestre del año
superaba todavía holgadamente el 20%. Además, muchos de los nuevos contratos
son a tiempo parcial y con un alto grado de estacionalidad.
Peor aún es la evolución que
presenta el sueldo medio ya que, tal y como demuestran los recientes datos del
Instituto Nacional de Estadística (INE), éste cayó un 0,2% a cierre de 2014.
Pasó de 22.653 a 22.605 euros, y se alejó un poco más del máximo de 22.775
euros que marcó en 2011.
La actividad crediticia no crece
al mismo ritmo
Pero es que, además, y regresando
a la actividad bancaria, la citada mejora económica tampoco ha conllevado un
incremento en la actividad crediticia del mismo nivel. De hecho, el crédito
bruto total del conjunto de las entidades apenas creció un 2,3% en el último
año y Banco Santander, Popular, Bankia y Sabadell incluso lo redujeron.
La explicación que dan las
entidades es que las amortizaciones de los créditos concedidos en los años
previos a la crisis, cuando la bonanza propiciada por la burbuja inmobiliaria
animó a los bancos a abrir mucho la mano, supera las nuevas concesiones. Y
bancos como Bankia recalcan que «concedió nueva financiación a familias y
empresas por importe de 8.600 millones de euros, un 35,4% más», mientras que
otros como Popular remarcan que la «nueva contratación de crédito, con un total
de 12.039 millones, aumenta un 19,9% respecto a los seis primeros meses del año
anterior».
Sin embargo, todos estos datos y
razonamientos se podrían complementar con el hecho de que el sector está
aprovechando la buena marcha económica, así como las potentes medidas con las
que el Banco Central Europeo (BCE) quiere estimular la economía, para sanear
sus hasta hace poco sensiblemente dañados números. Las peticiones realizadas en
las diferentes subastas de liquidez del organismo que preside Mario
Draghi, que ascienden a más de 50.000 millones, todavía no han llegado
en su totalidad a familias y pequeñas y medianas empresas (pymes). La sensación
en el sector es que lo harán, en un futuro, después de las próximas subastas y
cuando la economía confirme su mejoría, pero después de que mejoren sus ratios.
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