Por Alberto Roa / Sara
Rivas Moreno
Diario Cinco Días,
19/08/2013.
Tras años de azotes, la crisis ha
arrasado el escenario del sector bancario. Las regiones más golpeadas son las
que copan el mapa de entidades nacionalizadas provenientes de las fusiones de
las antiguas cajas de ahorros. Los efectos más palpables, el numeroso cierre de
oficinas, que se sitúa cerca ya de las 9.000, y los más de 33.000 despidos
llevados a cabo.
Ante esta situación, cientos de
pequeñas localidades, sobre todo en el ámbito rural, han asistido a la
desaparición de sus sucursales bancarias. Miles de clientes han perdido su
posibilidad de elección de entidad e incluso el simple acceso a alguna oficina
en su residencia. A estas alturas no se puede dar por concluido el proceso de
reestructuración, debido a que las subastas que prepara el FROB de Novagalicia
y Catalunya Banc, y que deberán resolverse antes de fin de año, provocarán más
cierres y ajustes de personal.
Estas entidades ya están
obligadas a adelgazar red y plantilla de acuerdo con las exigencias de Bruselas
a cambio del rescate, a lo que se sumarían los ajustes derivados de los
solapamientos de red que encuentre la entidad compradora.
Cataluña, la comunidad más
afectada en relación al cierre de oficinas, ha visto reducido su número en un
25% desde septiembre de 2008 a marzo de 2013, según datos del Banco de España.
En los próximos meses el sistema financiero catalán asistirá a un recorte mayor
debido a la subasta de la entidad nacionalizada Catalunya Banc (resultante de
la fusión de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa).
La provincia más afectada ha sido
Gerona –donde Caixa absor_bió Caixa Girona– que ha visto reducido su número de
oficinas en más del 30%. Por detrás Barcelona, con una disminución del 26%, y
Tarragona y Lérida, con un 22% y un 18%, respectivamente.
La segunda región que más ha
sufrido la reducción del número de oficinas respecto a 2008 ha sido la
Comunidad Valenciana, donde han desaparecido la CAM, debido a su absorción por
Sabadell; Bancaja, que ahora forma parte de Bankia, y Banco de Valencia,
adquirido por CaixaBank. 1.102 oficinas han echado el cierre en la comunidad
levantina, lo que equivale a una disminución del 22% respecto al inicio de la
crisis.
Castellón ha sido la provincia
más afectada con la transformación de su panorama bancario, ya que ha visto
cómo desaparecían el 25% de sus oficinas, mientras que Alicante perdía un 24% y
Valencia, un 21%.
Madrid forma parte de este top
four, ocupando el tercer lugar con un 21% de oficinas perdidas. En este caso la
explicación se debe fundamentalmente a Bankia, que ha hecho desaparecer de la
capital un gran número de sucursales. Galicia con un 21% es la cuarta comunidad
que más ha sufrido. Las entidades causantes en mayor parte de este dato son
Pastor, a causa de los ajustes por su adquisición por parte de Popular, y
Novagalicia, que formada por las antiguas Caixa Galicia y Caixanova, acapara el
35,6% del mercado gallego.
A pesar de la gran reducción que
la nacionalizada ya ha llevado a cabo, en los próximos meses el ajuste va a
continuar debido a su subasta. La provincia de Orense se lleva la peor parte,
ya que ha visto cómo más del 30% de oficinas han desaparecido. La que menos se
ha visto afectada ha sido la provincia de Lugo, con un 12% de cierres. Aunque
todas las comunidades han notado el ajuste de oficinas, en las autonomías donde
menos se ha notado ha sido en las pertenecientes a la cornisa cantábrica y en
Extremadura.
Son sintomáticos los datos que
Joaquín Maudos, catedrático de Economía de la Universidad de Valencia, revela
en un reciente informe: mientras que de 2000 a 2008 la banca de la UE-15 redujo
la red de oficinas y el empleo en un 13% y 3%, respectivamente, en España la
red creció un 17% y el número de empleados, un 14%. Desde Comisiones Obreras
prevén que al final del ajuste el número de oficinas baje a niveles de los años
ochenta y que el empleo de la banca retroceda en 35 años, reduciéndose en
23.000 personas más hasta 2015.
CaixaBank es la entidad con más
personal y sucursales
Los seis grandes del sector
bancario español han vivido una considerable transformación en sus plantillas,
en su red de sucursales y en su propia fisonomía estos últimos años. El proceso
de fusiones y ajustes en el sistema financiero aún no ha concluido, aunque se
encuentra en su fase final. No obstante, las cifras de empleados y oficinas de
alguna de las seis mayores entidades del sector (Santander, BBVA, CaixaBank,
Bankia,_Sabadell y Popular) podrían volver a cambiar debido a ajustes como el
previsto en Santander tras la absorción de Banesto o los que aún se producirán
en los bancos que han adquirido entidades nacionalizadas y como consecuencia de
las subastas aún pendientes.
CaixaBank es la entidad con más
empleados del país. Las operaciones de compra de Banca Cívica y Banco de
Valencia han elevado la capacidad instalada de la entidad presidida por Isidro
Fainé, que cuenta con una plantilla de 33.417 empleados y una red de 6.132
oficinas.
El segundo grupo con más
empleados en España es BBVA, con 31.323 trabajadores. La entidad cuenta con
3.379 oficinas. Santander ocupa la segunda plaza en el ranking por sucursales,
con 4.612, y la tercera en el de número de empleados, con un total de 29.015.
Todas las cifras se refieren a 30 de junio de 2013 y se corresponden con la
información hecha pública por las entidades en su presentación de resultados
del primer semestre del año.
Bankia es la cuarta entidad del
país tanto en número de trabajadores (18.052) como en la cifra de oficinas
bancarias (2.641). Le siguen Sabadell y Popular.
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