Por Vicente
Clavero
Diario Público.es,
04/09/2013.
Los principales grupos bancarios
españoles (Santander, BBVA, Popular y Sabadell) acumulan 1.082.000 millones de
euros en depósitos de sus clientes, según datos de la patronal AEB
correspondientes al 30 de junio último. Eso supone un 62% más que a finales de
2007, cuando surgieron los primeros síntomas inequívocos de la crisis
económica, que no les ha impedido seguir creciendo, al calor de la inconclusa
reestructuración del sistema financiero.
Una de las consecuencias de dicha
reestructuración ha sido el cambio de personalidad jurídica, cuando no la
desaparición pura y dura, de buena parte de las cajas de ahorros, cuya
credibilidad ha quedado seriamente comprometida durante el proceso. Esa
situación, agravada por escándalos como el de las participaciones preferentes y
las indemnizaciones millonarias, ha hecho que miles de depositantes buscaran
acomodo en la banca y, dentro de ella, en las entidades más grandes.
Pescadores en río revuelto
La pérdida de confianza en las
viejas cajas fue aprovechada por sus rivales de toda la vida prácticamente
desde el primer momento, lanzando ofertas de remuneración del pasivo muy
agresivas, dirigidas a quitarles clientela. En paralelo, los principales grupos
bancarios, no siempre con el mismo entusiasmo, se dedicaron a comprar algunos
restos del naufragio o a evitar que se produjeran otros que habrían puesto al
sector en una situación todavía más difícil.
El Sabadell adquirió el
Guipuzcoano y la muy dañada Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), casi
triplicando con ello sus depósitos, que rondan los 98.000 millones, frente a
los 33.000 de hace cinco años y medio. Para no perder comba en la pugna por el
tercer puesto del ránking nacional, el Popular acometió la compra del Pastor,
lo que le permitió multiplicar por dos el volumen del dinero que le habían
confiando sus clientes y que hoy asciende a 106.000 millones.
Si la crisis ha permitido que
Sabadell y Popular den un importante paso adelante en términos relativos, el
que más pasivo han captado en valores absolutos es el líder del sistema. El
Santander ha logrado atraerse unos 250.000 millones de euros que a finales de
2007 no tenía, hasta alcanzar los 595.000 millones, el doble que el BBVA, cuyo
crecimiento ha sido el más moderado, un 27%, tras haberse anexionado tres
pequeñas caixas (Sabadell, Terrasa y Manlleu).
No despega el crédito
Sin embargo, la acumulación de
depósitos no se ha traducido en una subida proporcional del crédito,
contrariamente a lo que se pretendía con las sucesivas reformas del sistema
financiero, según argumentaron en su momento tanto el Gobierno de Rajoy como antes
el de Zapatero. Frente a un 62% en el ahorro gestionado por la gran banca, los
préstamos a las familias y empresas sólo han aumentado un 9% entre el 31 de
diciembre de 2007 y el 30 de junio de 2013.
Fuentes del sector explican ese
desfase alegando que buena parte del dinero ha tenido que destinarse a cubrir
los nuevos requerimientos de capital y a dotar al Fondo de Garantía de
Depósitos para hacer frente a las obligaciones de las entidades que no podían
satisfacerlas por sí mismas. Pero no es un secreto para nadie que el acceso al
crédito también se está viendo entorpecido por las crecientes exigencias
impuestas por todos los bancos con el propósito de evitar el riesgo de
insolvencia.
Las inversiones crediticias del
Grupo Santander permanecen estancadas desde el inicio de la crisis en torno a
los 670.000 millones de euros En el lado opuesto se encuentra el Sabadell, con
una mejora del 77%, mientras que el crecimiento del BBVA en este capítulo ha
sido del 8,8% y el del Popular, del 13%. No obstante, estos avances son fruto,
sobre todo, de sus adquisiciones y no tanto de que hayan inyectado el dinero
fresco que necesita la economía.
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