domingo, 15 de septiembre de 2013

Zancadilla al crecimiento


Por Charles Penty
Diario Información, 08.09.2013.

La falta de crédito está comprometiendo las expectativas de crecimiento en España. Los últimos datos tanto del Banco de España como del Banco Central Europeo así lo demuestran. La financiación a las empresas ha caído un 5,3 % mientras la morosidad crediticia continúa marcando récords a pesar del traspaso de los activos tóxicos al «banco malo».

La velocidad a la que se contraen los préstamos a las empresas españolas indica que el debilitado sistema bancario del país genera el riesgo de ser una traba para la incipiente recuperación económica. El alza súbita y marcada de las exportaciones contribuyó a que la recesión española cediera durante el segundo trimestre, lo que la hizo merecedora de los halagos del ministro alemán de Finanzas, Wolfang Schaeuble, e intensificó la afirmación gubernamental de que la economía podría haber comenzado a crecer durante el segundo semestre.

«Con un sistema bancario agobiado por la morosidad y con carteras de préstamos que menguan a una tasa anual más alta que cualquier otro país del euro, salvo Irlanda, los inversores deberían tener en cuenta en su memoria las medidas restrictivas que aún pesan sobre España»,  dijo Silvio Peruzzo, economista europeo de Nomura International (Londres). «La evaluación macrogeneral del sistema bancario es que todavía arrastra hacia abajo la recuperación económica de la gente, de la economía real de España», dijo Peruzzo. «Uno de los elementos que faltan para una recuperación que sea potencialmente autosuficiente es la recuperación del sector financiero».

El tono de mejoría que presenta la economía española ha contribuido a recortar los costes de endeudamiento del Gobierno y de las empresas. La rentabilidad que los inversores «premium» cobran por titular cédulas hipotecarias del Banco Santander con vencimiento en 2020, en lugar de los títulos de deuda alemanes, cayó en cerca de 160 puntos básicos de un pico de 422 que había alcanzado en julio de 2012.

La subida del orden del 6 por ciento que se ha producido en las exportaciones ha contribuido a minimizar la recesión durante el segundo trimestre, en un momento en que la economía se contraía en un 0,1 por ciento, contra el descenso del 0,5 por ciento que se registró en los primeros tres meses del año, según los datos ya confirmados por el Instituto Nacional de Estadística de España (INE). El crecimiento será nulo, o bien llegará a un 0,2 por ciento durante el tercer y el cuarto trimestre del año, según adelantó el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre.
 
El Gobierno de Mariano Rajoy pronostica que habrá una contracción del orden del 1,3 por ciento para este año y que el crecimiento será del 0,5 por ciento en 2014. Los cambios introducidos en la última reforma del mercado de trabajo y el menor costo salarial han contribuido que España recupere un «dinamismo exportador muy fuerte», ha llegado a decir el responsable de la economía alemana, Wolfgang Schaeuble.

Aun así, los bancos se encuentran aún en pleno proceso de recuperación mientras tratan de reducir la gran cantidad de activos que han debido asumir como consecuencia del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que ha desplomado el valor de las viviendas en cerca del 30 por ciento desde principios de 2008, lo que ha llevado a la banca a tener que refinanciar o reestructurar 208.000 millones de euros en créditos. Los préstamos morosos, representados en términos proporcionales respecto del conjunto total de créditos, ya han alcanzado el 11,6 por ciento, según los últimos datos del Banco de España.

Los préstamos totales de España concedidos a residentes del área del euro cayeron en un 1,7 por ciento de junio a julio, y un 12 por ciento en términos anuales, según muestran las cifra del BCE (Banco Central Europeo). Esos números contrastan con las bajas anuales del orden del 1,5 por ciento que hubo para Italia, del 6,8 por ciento para Grecia, del 8,2 por ciento para Portugal y del 12,7 por ciento para Irlanda.

Para el BCE, desde el pasado mes de febrero, cuando España terminó de transferir cerca de 50.000 millones de euros en activos «tóxicos» de las entidades financieras a la Sareb, popularmente conocida como «banco malo», los préstamos de la banca a las empresas cayeron un 5,3 por ciento, o lo que es lo mismo, alrededor de 37.000 millones de euros.

El proceso de desapalancamiento que se encuentra en marcha en estos momentos en España forma parte del necesario ajuste que el sector financiero debe abordar para encontrarse en condiciones de consolidar sus balances y poder apostar por financiar el crecimiento para el futuro, según ha señalado Olvier Burrows, analista crediticio sénior de Rabobank International (Londres).

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