Público.es, 20/05/2014.
El banco suizo Credit
Suisse se ha declarado culpable de un cargo criminal por ayudar a ciudadanos
estadounidenses a evadir impuestos --mediante asesoramiento financiero-- y
tendrá que pagar más de 2.500 millones de dólares (unos 1.824 millones de
euros) como parte de un acuerdo con las autoridades estadounidenses, según ha
informado el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder.
En 2006 Credit Suisse contaba con
cerca de 22.000 cuentas bancarias de clientes estadounidenses por valor de
13.500 millones de dólares, de las que el 95 % no estaban
registradas en la Internal Revenue Service (IRS), institución encargada de la
recaudación de impuestos en EE.UU.
Los fiscales estadounidenses
habían acusado penalmente a Credit Suisse y a dos de sus filiales por ayudar a
los clientes a engañar a las autoridades fiscales de Estados Unidos mediante la
ocultación de activos en cuentas bancarias, no declaradas ilegales, en
una conspiración que duró décadas.
Credit Suisse pagará sanciones
financieras ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el Servicio de
Impuestos Internos, la Reserva Federal y el Departamento de Servicios
Financieros del Estado de Nueva York para resolver los cargos. Previamente,
había pagado 200 millones de dólares (unos 146 millones de euros) a la
Comisión de Bolsa y Valores.
"Este caso demuestra que
ninguna institución financiera, sin importar su tamaño o alcance global, está
por encima de la ley", ha advertido Holder en una conferencia de prensa.
En cualquier caso, el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York ha
anunciado que no revocará la licencia del banco en el estado.
Por su parte, el presidente
ejecutivo de Credit Suisse, Brady Dougan, ha afirmado --a través de un
comunicado-- que la compañía "lamenta profundamente el mal
comportamiento pasado" que ha conducido a este acuerdo. Asimismo,
asegura que no han visto ningún impacto significativo sobre su negocio tres
conocerse este asunto.
Pese a las peticiones de
políticos suizos para que la cúpula de poder en Credit Suisse dimita, el jefe
ejecutivo, Brady Dougan, y el presidente, Urs Rohner, se mantendrán en sus
puestos de responsabilidad.
El banco suizo, que tiene un gran
negocio gestionando el dinero de los clientes ricos, les ayudó a retirar dinero
de sus cuentas no declaradas, proporcionando dinero en efectivo en mano o
mediante el uso de las cuentas bancarias de Credit Suisse en el país
norteamericano, según ha explicado el Departamento de Justicia.
Las autoridades estadounidenses han
evitado a menudo emitir condenas penales contra instituciones financieras por
temor a que la firma fuese a la quiebra, con el resultado de pérdida de empleos
de personas que no tenían nada que ver con el crimen cometido o por el hecho de
que se pudiese poner en peligro el sistema financiero.
El acuerdo se da tras largas
negociaciones con el Departamento de Justicia, la Reserva Federal y el
Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York. De hecho, esta
es la primera vez en casi dos décadas que un banco admite su culpabilidad en un
caso penal en Estados Unidos, algo que no se daba desde 1995, cuando el
japonés Daiwa Bank reconoció ser culpable de ocultar pérdidas a los
reguladores.
Además, el monto de la multa es
el más alto en un caso penal de impago de impuestos de la historia de Estados
Unidos, mucho mayor que la multa de 780 millones de dólares que el banco UBS
acordó pagar en 2009 por ayudar a estadounidenses a evadir el pago de
impuestos.
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