Por Iñigo de Barrón
El País, 29/07/2014.
Los tribunales se han convertido
en un hueso duro de roer para los bancos nacionalizados. Los clientes de las
preferentes y, en menor medida, de la deuda subordinada de Bankia, Novagalicia
(ahora Abanca) y Catalunya Banc que han demandado a las entidades financieras
han tenido buenos resultados. Según un informe oficial fechado el 6 de junio,
al que ha tenido acceso este periódico, sólo en el 4% de los casos resueltos
los jueces han dado la razón a las entidades.
Hasta la fecha citada, se han
presentado un total de 30.048 demandas, por un importe de 1.773 millones de
euros. Se han resuelto 8.788 demandas en primera instancia, por un importe
global de 488 millones. Un 61% de sentencias resolvieron a favor del cliente,
un 4% a favor de la entidad y el 35% restante fueron procesos con desistimiento
del cliente porque pactó con el banco una buena salida. Las entidades usan esta
vía cuando ven claramente que son casos perdidos y el acuerdo les permite
ahorrarse tiempo y las costas judiciales.
Los datos reflejan que los bancos
públicos tienen pendiente 1.285 millones en los tribunales, una cantidad que
pueden dar por perdida en su inmensa mayoría porque, a medida que pasan los
meses, el porcentaje de demandas a favor de los bancos disminuye. Hace poco más
de un año estaba cerca del 10% y ahora han caído al 4%. El caso más llamativo
ha sido el de Adicae, que el 2 de junio interpuso una demanda colectiva contra
Bankia de 7.500 preferentistas por valor de 121,5 millones.
El desglose, con datos hasta
abril, es el siguiente: Bankia ha ganado el 10% de las demandas y un 4% han
sido desestimadas; Novagalicia (Abanca) triunfó en un 0,3% de los casos, el 40%
fue a favor del cliente y resto, acuerdos. Los tribunales dieron la razón a
Catalunya Banc en un 7% de los casos y el 83% a los clientes.
Según algunos abogados consultados, los casos de éxito para el banco son más
frecuentes en clientes de altos patrimonios, aunque la casuística es dispar.
Elvira Rodríguez, presidenta de
la CNMV, se pronunció el 25 de junio pasado sobre estos productos:
“Inicialmente, las preferentes no eran un producto podrido. Daban un tipo de
interés alto o muy alto, cuyo cobro de rendimientos dependía de la solvencia y
de que tuviera beneficios la entidad que las emitía”. También dijo que, desde
un punto de vista legal, no se podían haber prohibido.
Con estas palabras, Elvira
Rodríguez parecía echar un capote a Julio Segura y Fernando Restoy, presidente
y vicepresidente de la CNMV respectivamente en los años de la comercialización
de estos productos. Sin embargo, la actual presidenta admitió errores: la labor
supervisora se debía haber dilucidado si el público objetivo del producto “era
o no, un ahorrador de libreta”.
Así, Rodríguez apuntó a la causa
principal por la que los jueces están condenando a las entidades: una mala
praxis comercial en su venta. Entre 2006 y 2009, los máximos responsables de
las entidades ahora nacionalizadas dieron órdenes de venta de las preferentes
como si fueran productos similares a los depósitos.
En general, los jueces entienden
que los inversores de alto nivel adquisitivo tienen más conocimientos
financieros (e inversiones más sofisticadas) por lo que podían saber los
riesgos de las preferentes y rechazan sus casos.
La mayoría de los clientes que no
han querido demandar a la entidad (una vía lenta y costosa económicamente) han
optado por el arbitraje. En total, había 534.150 clientes minoristas en
preferentes y subordinadas, según un informe de la CNMV. De ellos, 425.210 solicitaron
arbitraje. Un experto independiente valoró si el cliente tenía conocimientos
suficientes para entender el producto. Hasta el 13 de junio, ha dado la razón a
303.379 clientes, el 71%, que recibirán todo su dinero. Sobre el total de los
que invirtieron, el 57% han ganado este partido.
Sin embargo, si el cálculo se
hace sobre el dinero invertido, las cifras cambian. Los clientes invirtieron
9.772 millones. Pidieron arbitraje inversores con 6.763 millones y solo han
recibido el visto bueno para recuperar su inversión clientes con 3.258
millones. Es decir, el 48% de la inversión que pidió mediación y el 33% del
total invertido. Aun quedan unas semanas para concluir el proceso de arbitraje
en Bankia.
Como refleja el cuadro adjunto,
los casos no son iguales en las tres entidades. La mayor inversión corresponde
a Bankia: 6.231 millones y afecta a 294.905 clientes, de los que 229.931 (por
valor de 4.038 millones) fueron arbitrados. Han sido admitidos 176.674. El
procedimiento está en fase final y se espera que prácticamente todos los que
tengan informe positivo del árbitro, reciban el laudo favorable de Consumo. En
Novagalicia solo se han aceptado el 62% de los arbitrajes solicitados y el
67,8% en Catalunya Banc. El arbitraje ha minimizado un escándalo que marcará la
historia de la crisis financiera.
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