Por Juan Agustín
Franco Martínez
El Salmón
Contracorriente, 28/06/2016.
El capitalismo es un sistema moralmente analfabeto, lo que
no sería nada extraordinario si no fuera porque hay un deseo compulsivo de
engreimiento, de superioridad moral que no existe, aunque se revista de
‘responsabilidad social’ o quizá por ello precisamente, otorgándose a sí mismo epítetos
amables: Rico, bueno; pobre, malo. “En verdad, la bondad que se mira a sí misma
en el espejo se convierte en piedra. Y una buena acción que se otorga a sí
misma epítetos amables se convierte en fuente de maldición”. (El Profeta, Jalil
Gibrán, 1923).
Uno de los principales indicadores de analfabetismo moral es
la evasión fiscal, aunque sea legal. La negativa irresponsable a contribuir al
bien común. La avaricia, la usura, la especulación y demás prácticas bancarias
y financieras para eludir la responsabilidad institucional respecto al
bienestar social.
La ignorancia es la felicidad, decían algunos. La ignorancia
moral es la felicidad capitalista, podemos decir ahora. En la era de la
información hay enormes desiertos de conocimiento, pese a las apariencias. La
ignorancia también es muy atrevida… y muy machista. Así, por ejemplo, se
disfraza de ‘responsabilidad social corporativa’ (RSC) y de ‘generación de
conocimiento’ el asalto de la banca privada a la universidad pública (proceso
de Bolonia).
En este asalto se encuentran iniciativas ignorantes y
patriarcales como el proyecto U-Ranking 2016 (www.u-ranking.es) de
universidades españolas que patrocina la Fundación BBVA como parte de su
estrategia de RSC y que elabora el equipo valenciano de investigadores del IVIE
(compuesto por 10 personas, entre las que sólo hay 1 mujer), asesorado por un
Comité de Expertos (donde sólo hay 3 mujeres entre los 16 expertos). Además del
apoyo de 4 mujeres en “tareas de documentación, edición y comunicación”. La
principal novedad de este ranking respecto al año anterior, que resaltan los
propios autores, es el incremento de universidades privadas en el estudio, de
11 a 13 de las 34 que existen (aunque sólo 32 están activas durante el último
año académico). Sin duda una gran novedad, que el terreno de la educación
pública vaya siendo comido poco a poco por la universidad privada, ¡toda una
conquista!
Tiene gracia que quien apoya los paraísos fiscales nos dé
lecciones de responsabilidad fiscal [1]. Tiene gracia que quien financia la
industria armamentística nos dé lecciones de moralidad social [2]. Tiene gracia
que quien paga indemnizaciones millonarias a sus altos ejecutivos nos dé
lecciones de ética empresarial [3]. Tiene gracia que quien contribuyó a la
burbuja inmobiliaria ignorando sus efectos o censurando las reflexiones
críticas sobre el sistema bancario [4] nos dé lecciones de cómo generar
conocimiento. Tiene gracia que quien promueve la caridad y la filantropía (en
detrimento de los derechos) nos dé lecciones de ética cívica.
La desmesura, caradura y fariseísmo de la banca llega a
límites insospechados. Veamos otro caso del BBVA. En 2012 obtuvo unos
beneficios de 1.676 millones de euros y, sin embargo, la declaración de
impuestos le salió negativa, a devolver, concretamente recibió 781 millones de
euros de las arcas públicas. Por el contrario, a través de su Fundación, se
atreven a ningunear a los investigadores con una precaria convocatoria para
investigadores, innovadores y creadores cuya aportación máxima total (incluyendo
IVA y descontando después los impuestos correspondientes) asciende a 4,5
millones. Es decir, ni un 0,6% de lo que les devolvió Hacienda en 2012. Sin
mencionar el hecho de que el triste ciudadano tributa dos veces por su mismo
dinero. Y lo más gracioso es que incluyen la cláusula siguiente: “La adecuada
justificación de la cantidad solicitada será un elemento significativo en el
proceso de evaluación”. Parece que se les ha olvidado aquella cita bíblica que
denuncia a los fariseos por exigir a otros lo que ellos no cumplían ni de
refilón (Mt 23: 4). El fariseísmo financiero significa lo siguiente: Cumple tú
lo que yo no cumplo. Paga tú lo que yo no pago. Justifica tú lo que yo no
justifico.
Tiene gracia que la banca, a través del fariseísmo
financiero, esté logrando sustituir las becas por préstamos, y ello la honre
más y le dé más credibilidad. En su infinita bondad te conceden “un año
adicional para que puedas buscar empleo antes de empezar a devolver el
préstamo” (según reza la publicidad de CaixaBank en una oferta exclusiva para
la Universidad de Extremadura). ¡Qué chollazo! ¡Qué chollazo si ‘buscar empleo’
no fuera cada vez más una experiencia religiosa, extrasensorial,
extraterrestre! ¡No van a descansar hasta que los bebés se endeuden, como
titulares de derecho, para comprar piruletas y pañales y pagarse la guardería!
Sorprende también la unanimidad de los juristas al reconocer
que la creación y tenencia de una empresa opaca es legal. Que lo que sería
ilegal o fraudulento sería el tipo de uso que se haga de ella. Sin embargo,
parecería extraño que la fabricación y tenencia de un Kalashnikov fuera
disociada de su uso militar. Por el contrario, una estancia de investigación en
una universidad extranjera o una solicitud de financiación de material
electrónico para fines educativos se miran con lupa, no vaya a ser que la gota
de agua se caiga del fondo del vaso. Lo mismo pasa con la adjudicación y
control milimétrico de ayudas a los más necesitados, como las pensiones no
contributivas, que hay que solicitar y renovar cada año, no vaya a ser que la
anciana viuda de turno se esté dando la vida padre a costa del erario público,
sin haber cotizado nunca, ¡hay que ponerse serio!
En resumen: Al pez pequeño se le trata como potencial
culpable de fraude y se le niegan hasta sus derechos legítimos, y en cambio, al
pez grande se le presupone honradez y se le da carta blanca para todo lo que
quiera bajo la etiqueta de que ‘es legal’. Por no hablar de las abusivas
medidas de seguridad en aeropuertos y demás (la mala acción de unos pocos
redunda en la calificación y tratamiento como delincuente y terrorista
plenipotencial de todos). O la seguridad en los supermercados, persiguiendo a
la clientela por los pasillos, presuponiendo que vas a robar porque ya han
prejuzgado que eres culpable por tu apariencia física.
Me temo que el problema no es la legalidad, sino la
‘legalidad aparente’ y la discriminación de trato por clase social, y eso sí
que es ilegal. La Justicia será ciega, pero sus instituciones ven
perfectamente, y así lo reconocía el 21/10/2014 Carlos Lesmes, Presidente del
Tribunal Supremo y del CGPJ: “El modelo de enjuiciamiento criminal está pensado
para el robagallinas, no para el gran defraudador”.
Notas
[1] Mercedes Serraller (2014). “¿Por qué pagas más impuestos
que Apple?” Ver los capítulos 5 y 10, concretamente las páginas 75 y 159, sobre
el BBVA.
[2] Ver las web www.bbvasinarmas.org y www.bancalimpia.com
[3] Dos de las mayores indemnizaciones pagadas en España han
sido en el BBVA a José Ignacio Goirigolzarri y Ángel Cano (El Español,
30/03/2016, disponible en www.elespanol.com/economia/20160329/113238977_0.html).
[4] Es el caso de Carlos Fernández Liria, profesor de
filosofía en la UCM. Aquí su ponencia de 25/07/2006 censurada por la Fundación
BBVA: www.rebelion.org/noticia.php?id=79287
Disponible en:
http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Fariseismo-financiero-El-asalto-de
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