Por Arturo Puente
Diario El País (Cataluña),
10/10/2013.
El Parlamento de Cataluña aprobó
este miércoles proponer en el Congreso la modificación de la legislación que
regula las entidades de crédito para convertir al Instituto Catalán de Finanzas
(ICF) en un banco público, dotándolo de su correspondiente ficha bancaria. Esta
modificación permitiría a la institución crediticia acceder a los mercados de
capital internacional y a las subastas de liquidez del Banco Central Europeo.
La propuesta, ya
incluida en el pacto de legislatura entre ERC y CiU, fue presentada en el
Parlament por el diputado de Esquerra Pere Aragonès, quien la defendió como una
"herramienta indispensable" para canalizar el crédito hacia las
pequeñas y medianas empresas y dinamizar la economía catalana. "Desde el
inicio de la crisis se han llevado a cabo subastas de liquidez que sin embargo
no han producido un impacto en la economía real", aseguró Aragonès, que
consideró que la tarea del ICF "ha sido buena, pero debe mejorar".
El Instituto
Catalán de Finanzas nació en 1985 y se ha centrado en la concesión de
préstamos, avales y la entrada en sectores de capital riesgo en empresas de
innovación. También ha sido un instrumento utilizado para el rescate de
diversas empresas. Si la propuesta supera el debate a la totalidad en el
Congreso deberá ser examinada en comisión, donde se estudiará equiparar
legalmente el ICF con otras entidades bancarias como cajas y bancos o el
Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Desde ERC, Aragonès
aclaró que la iniciativa no pretende convertir el ICF en un banco central
catalán, tal y como le había reprochado el PSC el día anterior, y pidió que
"no se confundan las cosas, porque lo que proponemos es un ICO catalán y
no sustituir al Banco de España". "Después de años de tanto tiempo
hablando de hacer bancos malos", remarcó Aragonés, "ya es hora de
hacer un banco bueno".
Tanto el Partido
Popular como Ciutadans presentaron enmiendas a la totalidad a la propuesta al
considerar que se trataba de hacer una nueva "estructura de Estado".
El diputado del PP José Antonio Coto aseguró que esta era una
"propuesta-trampa" destinada a convertir el ICF en un "embrión
del Banco Central Catalán" y saltarse así la supervisión del BCE.
"Desde el PP queremos mostrar nuestro total compromiso con Europa, y no
daremos apoyo a una propuesta que nos saca de España y del euro", apuntó
Coto.
Jordi Cañas,
representante del otro grupo que presentó una enmienda a la totalidad,
Ciutadans, se mostró partidario de una herramienta que sirva para abrir el
grifo del crédito, pero aseguró no creerse que la propuesta vaya en este
sentido. "Dicen que no quieren hacer un banco central, pero la realidad es
profundamente inquietante", apuntó. Cañas consideró que propuestas como
esta pueden conducir a Cataluña "a salir de la euro-zona, y tener que
utilizar en su lugar como moneda unos 'Macià' convertibles".
El diputado de
CiU Antoni Fernández Teixidó puntualizó que se trata de convertir el ICF en una
entidad de crédito para comportarse como un banco que permita conseguir mayor
liquidez e intermediar con las pymes". "La unión bancaría a la que el
PP apela habla de dos cosas: bancos y bancos en la sombra. Nosotros preferimos
un banco de verdad, supervisado y controlado. La UE nos da hasta octubre de
2014 para hacerlo", aclaró Teixidó.
El PSC acabó
votando a favor de la proposición de ley, y agradeció a ERC que hubiera
despejado las dudas al aclarar que no pretende hacer un banco central. Desde
ICV-EUiA el parlamentario Josep Vendrell valoró positivamente la propuesta ya
que "Catalunya requiere de una banca pública para tener un instrumento
para salir de la crisis, tal como tienen muchos 'Länder' alemanes o el estado
norteamericano de Dakota del Norte". CUP también consideró positiva la
iniciativa, aunque aclaró que su prioridad respecto a un banco público no es
"captar crédito exterior" sino tener un instrumento para
"cambiar el modelo" desde el ámbito de la política económica.
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