Diario El País,
02/10/2013.
La CNMV ha llegado a la conclusión
de que el banquero Jaime Botín cometió una "infracción muy grave" al
ocultar hasta mediados de 2010 una parte de sus acciones en Bankinter y por
ello ha decidido proponer al Ministerio de Economía que le imponga una sanción.
Según fuentes conocedoras del procedimiento, el organismo se ha reunido hoy
para estudiar el caso y ha aprobado un expediente sancionador que puede suponer
una multa máxima de 600.000 euros, tal como recoge la ley del Mercado de
Valores.
Jaime Botín no ejerce cargos
ejecutivos en la actualidad ni en el Santander ni en Bankinter. En cualquier
caso, el Ministerio de Economía debe decidir el importe de la multa y, si
corresponde, la inhabilitación del hermano del presidente de Banco Santander,
Emilio Botín, para ejercer cargos directivos. A ojos de la Comisión Nacional
del Mercado de Valores (CNMV), Jaime Botín, principal accionista de Bankinter,
cometió una falta "muy grave" al ocultar hasta mediados de 2010 que
su participación real en la entidad era de casi el 23% y no del 16,3% que tenía
declarado ante el supervisor.
El 30 de julio de ese año, el
banquero comunicó a ese organismo que, como resultado de la "disolución de
una sociedad familiar", había recibido títulos que representaban la
diferencia entre ambas cifras. La comunicación se produjo dos meses después de
que las autoridades fiscales de Francia informaran a la Agencia Tributaria
sobre una serie de personas con fondos en cuentas del banco suizo HSBC Private
Bank Suisse.
Entre estas se encontraban doce
miembros de la familia Botín, que no habían presentado las autoliquidaciones
del IRPF y del Impuesto sobre el Patrimonio entre 2005 y 2009. Esta
ramificación del "caso HSBC" se originó cuando el extrabajador de ese
banco Hervé Falciani entregó documentación confidencial a Francia, que la
compartió con los países con los que tiene acuerdos en materia de colaboración
fiscal.
Los Botín procedieron a regular
su situación fiscal mediante declaraciones complementarias, pero en mayo de
2011 la Fiscalía Anticorrupción presentó una denuncia contra ellos ante la
imposibilidad de comprobar si estas eran "completas y veraces" antes
de que prescribieran los posibles delitos cometidos en 2005.
Ocultó hasta mediados de 2010 que su participación
real en la entidad era de casi el 23% y no del 16,3% que tenía declarado
Fuentes de la familia Botín
explicaron que ya habían pagado a Hacienda unos 200 millones de euros para
cumplir con sus obligaciones fiscales cuando la Audiencia Nacional admitió a
trámite la denuncia. Además, indicaron que el patrimonio que tenían entonces
depositado en Suiza se remontaba a la huida a ese país en 1936, cuando estalló
la Guerra Civil, del padre de Jaime y Emilio Botín, Emilio Botín Sanz de
Sautuola y López.
La herencia de éste, según la
versión de los Botín, se dividió en tres bloques: uno era común —formado
principalmente por el 12 por ciento del capital social de Bankinter y atribuido
principalmente a los nietos—, y los otros dos se asignaron a dos sociedades,
propiedad de cada uno de sus hijos, Emilio y Jaime.
El 22 de mayo de 2012, la
Audiencia Nacional archivó la causa seguida contra los Botín al considerar la
regulación fiscal "correcta y anterior a que se hubiera incoado, por parte
de los órganos de la Agencia Tributaria, un procedimiento de inspección o de verificación".
Con esta decisión se declaraba a los Botín exentos de responsabilidad penal,
sin embargo para la CNMV el banquero cometió una falta "muy grave" al
no desvelar al resto del mercado el volumen real de su participación.
Jaime Botín, de 77 años, sigue
poseyendo a través de su sociedad Cartival el 23,34 % del capital social de
Bankinter, entidad de la que dimitió como presidente ejecutivo el 20 de marzo
de 2002. Dos años después, el 26 de julio de 2004, abandonó la vicepresidencia
del Banco Santander y dejó de ser consejero de esta entidad.
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