Diario Público.es,
24/11/2013.
El Gobierno cree que el
"celo" que están mostrando las entidades financieras a la hora de
conceder crédito a las pequeñas y medianas empresas está justificado,
recordando que su función es "la concesión de financiación a la demanda
solvente" para no poner en riesgo su propia estabilidad.
Así lo señala en respuesta al
diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) por Asturias, Gaspar
Llamazares, quien en una pregunta parlamentaria criticaba que los
bancos se "preocupen más de la posible morosidad de los beneficiarios que
de la concesión de créditos" e instaba al Ejecutivo a tomar medidas para
que la liquidez llegue a pymes y microempresas, proponiendo por ejemplo un
fondo estatal de microcréditos gestionados por el Instituto de Crédito Oficial
(ICO) con la ayuda de las entidades nacionalizadas.
En su respuesta, el Ejecutivo
recuerda que las entidades financieras deben conceder crédito a
proyectos solventes, más si cabe en el caso de los bancos
nacionalizados, que tienen que ajustar sus decisiones a los planes de
reestructuración aprobados por la Comisión Europea (CE).
"Un celo insuficiente
respecto de la solvencia de sus clientes podría aumentar las ratios
individuales de morosidad, comprometiendo de nuevo su grado de capitalización
y, en última instancia, su valor de mercado y los recursos que pueda recuperar
el contribuyente ante una eventual venta por el Fondo de Reestructuración
Ordenada Bancaria (FROB)", añade el Gobierno.
El Gobierno también defiende las
altas garantías patrimoniales que exigen los bancos para acceder a las líneas
ICO, recordando que el instituto está sujeto a una normativa de equilibrio
financiero y que "cualquier quebranto" que se produjera en sus
cuentas por sufrir un "elevado número de préstamos impagados debería ser
compensado con cargo a los Presupuestos Generales del Estado", lo que
implicaría "distribuir el coste de una mala gestión financiera entre todos
los contribuyentes".
"Cabe destacar que se han
modificado los términos de colaboración entre las entidades de crédito y el ICO
para aumentar los incentivos de las primeras a intermediar y consumir las
líneas de mediación", añade la respuesta parlamentaria.
Asimismo, no ve
"oportuno" crear un fondo como el que propone Llamazares dado que
"no existe ningún importe mínimo para las operaciones" que pueden
financiar las líneas de mediación del instituto, por lo que "los
microcréditos a autónomos y emprendedores pueden ser actualmente
tramitados".
Recurrir al crédito del BCE
En otra respuesta parlamentaria,
dirigida en este caso al diputado de CHA, Chesús Yuste, el Gobierno argumenta
por qué no se potencia la actividad del ICO obteniendo dinero barato del Banco
Central Europeo (BCE) para prestarlo a las administraciones públicas y a las
empresas con el objetivo de conseguir que fluya el crédito.
En el texto, el Gobierno recuerda
que la gestión del ICO debe ser "sólida" e "integral" en
todo lo que se refiere a los riesgos que asume, lo que es particularmente
importante en relación con las refinanciaciones de créditos, con las que se
debe "asegurar en todo momento un adecuado equilibrio entre los plazos de
la actividad de préstamo y los de la financiación".
Sin embargo, los préstamos del
BCE son a corto plazo, de unos tres meses como máximo, por lo que la
financiación sistemática de las operaciones del ICO (de medio y largo plazo)
por esta vía provocaría "un notable riesgo" para su balance, lo que
podría incluso "afectar a la capacidad del instituto para poder seguir
ofreciendo de forma recurrente financiación al tejido productivo en condiciones
preferentes".
No obstante, el Gobierno recuerda
que en diciembre de 2011 y febrero de 2012 el ICO accedió "de forma
puntual" a una operación excepcional de crédito del BCE con plazos de tres
años, atendiendo tanto al coste de la financiación como a que "no implicaba
riesgo de refinanciación ya que un plazo de tres años casa adecuadamente con el
vencimiento medio de las operaciones de préstamo" del instituto.
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