Por Julio
Pérez
Diaro Faro
de Vigo, 11/10/2013.
El
crédito no está. Ni, lo que es peor, se le espera a corto plazo. La
"contracción" en la financiación al tejido productivo, según el
reciente diagnóstico del gobernador del Banco de España, "todavía es
importante", y pese a que las "tasas negativas" son cada vez
menores, el país debe "purgar" una "enorme burbuja
inmobiliaria". Luis María Linde insistía en su comparecencia en la
Comisión de Presupuestos del Congreso que el sector privado necesita seguir con
el desapalancamiento. Eso, y "la desfavorable evolución de las
rentas" -o, lo que es lo mismo, la relevante caída de los ingresos en los
hogares- provoca que el camino hacia la "estabilidad" sea largo y que
el supervisor y el sistema financiero coincidan en advertir que si el grifo
permanece cerrado es porque falta "demanda solvente". Ninguna de las
principales entidades españolas es una excepción en esa evolución negativísima
de los préstamos concedidos, que, por mucho que se achaque al temor a la
morosidad, no puede desligarse de la reestructuración financiera, a la vista de
que son las antiguas cajas, protagonistas del ajuste histórico, las que
concentran el mayor peso del descenso en la inversión crediticia. El doble que
la banca convencional en el último año.
El volumen de crédito a la
clientela en las antes llamadas entidades de ahorro acabó agosto en 592.682
millones de euros, un 19,7% menos que un año antes -exactamente, 145.700
millones-, cuando se superaban los 738.300. En la diferencia tiene mucho que
ver la segregación del lastre inmobiliario a la Sareb, que absorbió, a precio
de transferencia, unos 50.500 millones de euros en activos, la inmensa mayoría
de las excajas. Por eso también son las nacionalizadas -que, además, tienen
orden de aligerar el peso de los créditos en su balance a cambio del rescate
europeo- y los grupos con ayudas públicas los que registran los descensos más
destacados.
Hasta un 42% en Banco Mare
Nostrum, por las consecuenciass tanto del banco malo como de la venta a
Sabadell de su red en Cataluña, heredada de Penedés. La caída en Novagalicia,
según se desprende de las estadísticas publicadas ayer por la patronal CECA,
alcanza el 34% respecto a agosto del ejercicio anterior. Unos 14.400 millones
de euros en números absolutos, que la entidad matiza, más allá de lo traspasado
a la Sareb, con su estrategia, también marcada desde Bruselas, para centrarse
en su territorio natural y salir de préstamos y sectores de riesgo. De hecho,
en NCG sostienen que en el primer semestre de este año concedieron 2.159
millones de euros en nuevos créditos para familias, pymes y autónomos, con el
alza incluso de dos puntos en su cuota de mercado en la comunidad. En
CatalunyaBanc, que le seguirá en la subasta, la tijera en el capítulo asciende
al 33,3%; y un 24,9% en la tercera nacionalizada, Bankia.
El recorte anual en la
financiación entre los bancos tradicionales se situó en el 11,1%, según los
datos de su organización, la AEB. Son 94.289 millones de euros menos, una caída
del 11,1%. El efecto Sareb en esta parte del sector es muy residual, con la
intervención solo en los pequeños Banco Gallego y Banco de Valencia, aunque lo
que sí se nota mucho entre ellos es el impacto de las operaciones corporativas
de los últimos meses. Santander, con un 15,6% menos de préstamos, integró sus
filiales Banesto y Banif. BBVA, en el que la inversión crediticia cae un 11,1%,
absorbió Unnim. Sabadell -que sumó a CAM y parte de la red de BMN- experimenta
un descenso del 2,8%, el porcentaje más bajo en todo el sector, junto con el
Popular, del 2,8%.
Los movimientos corporativos
explican a la vez lo que está ocurriendo en la otra partida de referencia en el
negocio. Por la incorporación de entidades compradas o adjudicadas en pujas del
FROB y por la sombra de dudas que arreció durante mucho tiempo a las antiguas
cajas, los bancos consiguen sacar tajada en los depósitos, que crecen en su
caso desde agosto de 2012 un 11,9%. En más de 74.700 millones de euros. Las
entidades agrupadas bajo CECA, en cambio, sufren un descenso de alrededor de
3.300 millones de euros, un 0,54%.
La peor parte está de nuevo en
las que son propiedad del FROB. Aunque con muchas diferencias. La disminución
en Bankia fue del 4,4%. CatalunyaBanc se anota una llamativa alza del 16,6%. Y
NCG redujo el capítulo un 15,1%, sobre todo, según sus propias explicaciones,
por el descenso mayorista. De los más de 6.300 millones de caída en lo que va
de 2013, hay 5.939 millones ligados en la operativa de los mercados y que el
ahorro minorista está estabilizado. Mayo y junio fueron meses de crecimiento,
de ligeros descensos en julio (-0,3%) y agosto (-0,49%), aunque el detalle en
concreto de los depósitos a plazo de familias y empresas en este último mes
aumentaron un 0,1%. Caixabank (1,9%) y Unicaja (8,8%) rompen con la regla
general en las viejas cajas.
La pérdida de depósitos en los
bancos, en cambio, es una excepción. En Barclays (8,1%) y el Gallego (0,4%). El
resto acumula importantes subidas, de hasta un 23% en el Popular; un 21,4% en
Sabadell; un 16,6% en Santander; y un 7,6% en BBVA.
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