El Salmón Contracorriente, 08/10/2015.
“CaixaBank habría ganado
ilegalmente como mínimo 16 millones”, ha afirmado la Asociación de Usuarios de
Bancos, Cajas y Seguros ADICAE, que interpuso ayer en Barcelona una demanda
judicial colectiva contra la entidad por entender que cada importe de 2 euros
que ha cobrado el banco a clientes de otros bancos a través de su red de
cajeros automáticos.
CaixaBank aprobó el pasado mes de marzo el cobro de
una comisión a los clientes de entidades bancarias ajenas que utilizasen sus
cajeros automáticos. La entidad cuenta con una red que se encuentra en torno a
los 10.000 cajeros y es la líder en este sector. La imposición fue defendida en
su momento por CaixaBank como “la necesidad de rentabilizar la inversión realizada”
en esta línea de negocio. Hasta entonces, la entidad cobraba una tasa al banco
dueño de la tarjeta, que luego podía o no recaer en el cliente, y que variaba
en función de la operación y de su volumen.
Para ADICAE, el cobro de esta doble comisión es abusivo
y constituye una “práctica contraria a la competencia”, al considerar
que la entidad trató de captar clientes mediante una carta en la que afirmaban
que “nuestras tarjetas operan a débito sin ninguna comisión en toda la
extensa red de cajeros automáticos del territorio español”. En el texto,
CaixaBank ignora el argumento antes señalado y desvela el que según ADICAE es
el verdadero sentido del cobro de esta comisión: alterar el mercado y captar
clientes de la competencia. Entendiendo esta estrategia empresarial como una
práctica cuyo objetivo es generar malestar a los no clientes mediante la
introducción de “una práctica perjudicial para el conjunto de los
consumidores”.
Aunque CaixaBank ha dejado este mes este cobro, la
asociación solicita la restitución del importe estimando que, de los 81
millones de extracciones realizados su cajeros, un 10% habría sido realizado
por no clientes. En base a este cálculo consideran que CaixaBank habría “ganado
ilegalmente como mínimo 16 millones”. La asociación recuerda además que la
entidad alteró de forma arbitraria y unilateral las condiciones de contratos de
tarjeta, dado que la advertencia de la pantalla del cajero sobre el coste de la
comisión responde a la obligación legal del deber de información pero no equivale
a un consentimiento contractual.
La Comisión Europea estudia la
legalidad de estas comisiones
La CE
solicitó en mayo a CaixaBank información con respecto al cobro de esta comisión
de 2 euros en sus cajeros por el uso de tarjetas ajenas al banco. El ejecutivo
Europeo estudió si esta medida era compatible con el reglamento comunitario
relativo a los pagos entre países de la Unión Europea, y que determina que: “resulta indispensable que las comisiones
aplicadas a los pagos transfronterizos en euros sean las mismas que las de los
correspondientes pagos en euros efectuados en el interior de un Estado Miembro”.
Sin embargo, aún no se ha pronunciado al respecto.
Quien
sí ha entrado en la polémica de las comisiones, abierta por CaixaBank, es el
Gobierno del país, que aprobaba el pasado viernes un real decreto ley que
permite a los bancos cobrar comisiones al banco emisor de la tarjeta cuando un
no cliente saque dinero en efectivo. El banco asumirá el coste en primera
instancia, aunque no podrá cobrar una comisión adicional al cliente.
Hasta
ahora, los bancos se pagaban entre sí unos 0,65 euros por operaciones
realizadas en cajeros de otras entidades y, si el cliente afrontaba una
comisión extra, es porque la entidad emisora de su tarjeta así lo había
establecido. Ahora este doble cobro ha sido eliminado, pues será absorbido por
la entidad emisora de la tarjeta, pero el banco podrá reclamarlo más tarde al
cliente, en función de su política comercial.
Cuando
el cliente de una entidad bancaria cualquiera (banco Y) saque dinero del cajero
automático de una entidad ajena (banco X), esta entidad establecerá una
comisión que afrontará el banco Y. Después, el banco Y podrá asumir el coste de
la operación o bien la cargará al cliente en parte o en su totalidad. Esta
medida entrará en vigor el 1 de enero. Mientras, las entidades bancarias no
podrán -por ley- cobrar este tipo de comisiones.
El
ministro de Economía, Luis de Guindos, ha defendido esta medida en base a que
“la red de cajeros ha supuesto una inversión importante para las entidades, que
deben rentabilizar”. Un argumento similar al ya usado por CaixaBank. Los
efectos de esta nueva legislación sobre los consumidores no serán notables
hasta el 1 de enero y dependerá, fundamentalmente, de los acuerdos bancarios
que las entidades negocien. Para Adicae, esta norma es un éxito de los
consumidores, por prohibir la doble comisión y por el control que se ejercerá
sobre la competencia.
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