Público.es, 28/01/2016.
Antes de que la crisis estallara, en los bancos todo eran
sonrisas, regalos de vajillas y altos intereses. Sin embargo, llegaron las
vacas flacas y todo el buen rollo de las sucursales bancarias se acabó de
golpe. Ya no hay más baterías de cocina y los únicos intereses altos son los de
los préstamos. Por si fuera poco, a los clientes les llegó la hora de pagar
absurdas comisiones para que los directivos pudieran seguir cobrando cantidades
vergonzosas de dinero:
Ingresar dinero
Sí, hacer un ingreso en la cuenta de otra persona puede
costarte dinero en algunos bancos si no eres cliente y quieres que anoten el
concepto. Es lo que le sucedió a Noel Iglesias, el hombre que fue a meter los
10 euros que costaba la excursión de su hijo en la cuenta del colegio en el
Banco Santander y al que le pedían el pago de una comisión de otros 10 euros.
Traspasar dinero
Una transferencia bancaria con comisión es, probablemente,
de lo más absurdo que se puede pagar. Los bancos no tienen ningún coste al
realizar el traspaso y, sin embargo, los clientes de algunas entidades deben
pagar por enviar dinero a una cuenta de otro banco. A menos que se haga a
través de la banca ‘online’, generalmente. Porque sí y punto.
Recibir un SMS
¡Un SMS! Esa tecnología que murió hace un lustro es
utilizada aún por los bancos, que sacan a relucir su típica picaresca para
hacer dinero a base de mensajes de texto. El servicio de información a través
de SMS puede llegar a tener un coste de alta de 5 euros y una cuota anual de
hasta 15 euros. Todo, por un puñado de viejos mensajes de texto. Cuando
descubran que existe WhatsApp, enloquecen.
Recibir cartas
Si recibir mensajes en el móvil puede costarte dinero, que
las cartas lleguen a tu buzón también puede suponerte un gasto. Vale que ahora
con internet todo es más fácil, pero no hay muchos abuelos que consulten sus
movimientos bancarios a través de plataformas ‘online’. Ellos pueden llegar a
pagar hasta 37 céntimos por carta recibida del banco.
Uso excesivo de la
banca ‘online’
Si la comisión por el envío de cartas puede tener una mínima
justificación (el pago del franqueo), tener que pagar por usar la banca
‘online’ suena a atraco. Es lo que les ha llegado a suceder a algunos clientes
de La Caixa que, por uso intensivo de la plataforma, tuvieron que pasar por
caja: a partir de 100 conexiones, a rascarse el bolsillo.
Duplicar la libreta
Algunas cuentas de los bancos ya ni siquiera dan la típica
cartilla, pero los que sí la dan no desaprovechan su oportunidad de hacer
negocio: pedir una copia si pierdes o rompes la tuya puede terminar en drama
para tu bolsillo. Comisión al canto.
Tener tarjeta de
crédito
Otro absurdo hecho comisión es el de los requisitos
cumplidos. El ejemplo perfecto es el de las tarjetas de crédito: en algunas
entidades, si utilizas el plástico para pagar un determinado número de veces no
pagas y, si no lo haces, puedes llegar a pagar hasta 80 euros. Si pueden
permitirse dártelo gratis, ¿a cuento de qué viene la comisión?
Mantenimiento de
cuenta
Todo un clásico que carece de lógica alguna. Esta comisión
puede llegar hasta los 120 euros al año si no hay nóminas o domiciliaciones.
Así, el motivo del cobro no parece ser un mayor coste para el banco. Sí, estás
usando un servicio, pero también estás confiando tu dinero a esa entidad.
Quizás con eso debería estar todo más que pagado.
Apuntes en cuenta
Una forma como otra cualquiera de sacar dinero porque sí.
Por cada movimiento en la cuenta, algunas entidades cobran cincuenta o sesenta
céntimos de euros. Será que lo apuntan a mano y con tinta de oro.
Sacar dinero (a lo
grande)
Esos afortunados que cuentan con un buen montante en su
cuenta bancaria y deciden sacar una cifra superior a 30.000 euros sin previo
aviso tendrán que pagar hasta 40 euros de comisión. Desde luego, pueden
permitírselo, pero tampoco está justificado.
Disponible en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario