Por Rafa de Miguel
El país, 22/01/2016.
Las propuestas económicas que presentaron PSOE y Podemos el
pasado 20-D en sus programas electorales son, en muchos de sus apartados, como
dos gotas de agua. Desde su apuesta por unos impuestos más progresivos a su
intención de reforzar la negociación colectiva, pasando por el ingreso mínimo
vital o la financiación vía impositiva del sistema público de pensiones. Ante
un posible pacto entre ambas formaciones, solo un puñado de propuestas del
partido de Pablo Iglesias, como la creación de una banca pública a partir de Bankia, podrían hacer encallar las conversaciones
como nuevas líneas rojas.
PSOE y Podemos ni siquiera han empezado a negociar, ocupados
como están en despejar obstáculos iniciales, como la exigencia de un referéndum
en Cataluña, y a la espera de que se cumpla la primera fase del proceso de
formación de Gobierno: el fracaso de Rajoy en un primer intento. Ambos son
conscientes, sin embargo, de que hay mucho terreno común sobre el que trabajar.
La estabilidad presupuestaria
Las coincidencias entre ambos programas existen incluso en
el asunto que provocó los debates políticos más encendidos durante los peores
años de la crisis económica: las reglas de austeridad impuestas desde Bruselas
para corregir el desequilibrio presupuestario. Ni los socialistas ni Podemos
ponen en duda la necesidad de cumplir las reglas de la Unión Europea. Y ambos,
con matices, apuntan a la necesidad de aplicar flexibilidad a los plazos. El
PSOE se compromete a llevar a término los compromisos presupuestarios “haciendo
uso al máximo de la flexibilidad de las nuevas reglas europeas”. Podemos aboga
por modificar el calendario de cumplimiento y flexibilizar los objetivos de
deuda y déficit. Incluso al abordar el pago de la deuda, el partido de Iglesias
matiza su propuesta de reestructuración, que ya no se referiría tanto a los
plazos de amortización y a los intereses como a la designación de “pagadores
últimos” de esa deuda, en referencia a los bancos que se hubieran beneficiado
del rescate financiero facilitado por Bruselas.
Impuestos
Las dos formaciones reflejan en sus propuestas una misma
idea de mayor progresividad fiscal. Ambos quieren recuperar los impuestos de
sucesiones y donaciones y el de patrimonio, y armonizar su aplicación en todas
las comunidades autónomas.
El compromiso en la lucha contra el fraude fiscal propone
respuestas prácticamente idénticas: refuerzo del personal de la Agencia
Tributaria —que el PSOE cifra en 500 nuevos inspectores fiscales— o la
promulgación de un nuevo estatuto de la agencia.
Tanto el PSOE como Podemos prometen la creación de un
impuesto sobre transacciones financieras para gravar los movimientos de
capital.
El mercado laboral
Habría muchos puntos sobre los que llegar a un acuerdo en el
terreno laboral. Empezando por la derogación de la reforma aprobada por el
Gobierno del PP, que ambos reclaman. O la subida del salario mínimo
interprofesional. Los dos partidos apuestan por un incremento gradual aunque
cada uno tenga su propuesta concreta. Los socialistas hablan de equipararlo con
el 60% del salario medio neto, en un plazo de dos legislaturas. Podemos aspira
a que el SMI sea de 800 euros mensuales a partir de enero de 2018.
La recuperación de la negociación colectiva como instrumento
básico para regular las relaciones entre empresas y trabajadores o el aumento
de las trabas a la contratación temporal fraudulenta aparecen, de uno u otro
modo, en las propuestas de ambas formaciones.
Renta básica y fin de
los desahucios
El listado de coincidencias se extiende a todos los
apartados de sus respectivos programas económicos. Si el PSOE apuesta por un
ingreso mínimo vital de carácter no contributivo, para que ningún ciudadano
quede desprotegido, Podemos habla en su programa de una renta básica y una
renta complementaria que aseguren un mínimo nivel de subsistencia.
Y en uno de los asuntos que más indignación levantó entre la
ciudadanía durante la crisis, los desahucios, las posturas de ambos partidos presentan
similitudes. El PSOE promete “poner en marcha todas las medidas posibles para
evitarlos”, mientras Podemos se compromete a “poner fin a los desahucios
forzosos sin alternativa habitacional”, y para que sea posible la dación en
pago con carácter retroactivo.
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