Por Miquel Roig
Expansión,
24/10/2016.
La Comisión Europea y el Banco Central Europeo no han hecho
aprecio a la posibilidad anunciada por el Gobierno de fusionar Bankia y BMN,
los dos bancos controlados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria
(Frob).
En un comunicado publicado hoy, ambas instituciones han
instado al Gobierno a completar la reestructuración y privatización de las dos
entidades financieras.
"La implementación de los planes de reestructuración de
los bancos españoles que han recibido ayuda de Estado está casi completada. Sin
embargo, desde 2014 no ha habido progreso en la reprivatización de los dos
bancos que todavía quedan en propiedad del Estado. Completar la
reestructuración y la privatización de estos bancos propiedad del Estado es
importante para reforzar la estabilidad del sector bancario", han afirmado
hoy Comisión y BCE en un comunicado posterior a la misión que sus técnicos
hicieron a España como parte del programa de supervisión posrescate financiero.
Se trata de un mensaje muy similar al expresado por Bruselas
y Fráncfort en comunicados anteriores. Pero en este caso, se produce después de
que el Frob anunciase formalmente en septiembre que estudiaba la posibilidad de
fusionar ambas entidades.
El tiempo apremia. El Gobierno se comprometió con Bruselas a
sacar a bolsa a BMN para finales de 2017. Por otra parte, Bankia debería estar
privatizada también antes de 2018, pero con un matiz: se trata de un compromiso
autoimpuesto por el Gobierno, no por la Comisión, por lo que podría solventarse
con un cambio legislativo.
Sobre el papel, una de las condiciones que bloquearía la
fusión -la prohibición de que Bankia haga adquisiciones- expira formalmente en
junio de 2017, por lo que, desde ese punto de vista, Bruselas no podría vetar
la operación por ese motivo. Sin embargo, la Comisión podría poner trabas a la
operación por dos vías.
La primera, tiene que aceptar como salida a bolsa de BMN que
esta se integre en un banco cotizado que, si nada cambia, seguirá siendo
mayoritariamente público.
La segunda, la fusión tendrá que ser aprobada por el
mecanismo habitual de autorización de fusiones de la Dirección General de
Competencia de la Comisión. Durante ese proceso, Bruselas podría imponer
condiciones para evitar distorsiones de la competencia.
Un competidor de Bankia y BMN, Bankinter, ya ha mostrado su
desacuerdo con una hipotética fusión de las dos entidades. María Dolores
Dancausa aseguró la semana pasada que la operación generaría "un problema
de falta de igualdad con el resto del mercado ".
La misión de los técnicos del BCE y la Comisión se produjo
entre el 17 y el 19 de octubre. El anuncio del Frob de que está estudiando la
posibilidad de una fusión llegó a finales de septiembre.
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