Por Andreu Missé
El diario.es,
02/10/2016.
El lunes se celebra el segundo Día de la Educación
Financiera, promovido por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado
de Valores (CNMV). De entrada, hay que decir que todo lo que sea aumentar la
educación de los ciudadanos es, sin duda, positivo. En el campo financiero, el
mejor fundamento para aumentar la educación de los ciudadanos es
proporcionarles buena información, y uno de los problemas más serios del mundo
financiero es precisamente la llamada asimetría de la información. Es decir,
que las entidades financieras tienen toda la información sobre la evolución del
mercado y sus productos, mientras que los clientes lo desconocen prácticamente
todo.
En segundo lugar, no se debería caer en el error de atribuir
los problemas que han padecido millones de ciudadanos de este país con
productos tóxicos -preferentes, subordinadas, clausulas suelo, swaps, intereses
usureros o comisiones abusivas- a la falta de educación de los afectados. Hay
que rechazar la idea de que lo ocurrido ha sido debido principalmente a la
falta de cultura financiera de los afectados. Las estafas cometidas han sido
consecuencia de graves engaños y abusos cometidos por numerosas entidades
financieras, como han puesto de relieve decenas de miles de sentencias
judiciales. Efectivamente: decenas de miles.
En este sentido, Manuel Pardos, presidente de la asociación
de consumidores Adicae, ha pedido que la educación que se facilite “sea una educación
crítica, para que los ciudadanos se puedan defender de los posibles abusos”.
Pardos ha precisado que “no puede ser que la educación financiera la
proporcionen empleados o ex empleados de los bancos que han cometido estos
abusos”. En su opinión, “lo que hacen es un tipo de educación dirigida sobre
todo a los jóvenes con fines publicitarios para mentalizarles para venderles
nuevos productos en muchos casos tóxicos”.
Pardos advierte de que actualmente los bancos siguen
vendiendo nuevos productos con mucho riesgo del que no son conscientes los
clientes. El presidente de Adicae considera que las reformas legales
introducidas por el ministro de Economía, Luis de Guindos, durante la crisis
“han debilitado aún más la posición de los clientes”. Ahora, precisa, “se hace
firmar a los usuarios documentos en los que manifiestan que a pesar de todo
están de acuerdo con adquirir el producto, con lo cual toda la responsabilidad
es para ellos”.
En definitiva, la información es necesaria, pero tiene que
ser completa, crítica y pensando sobre todo en los clientes que son la parte
más débil de este litigio.
Disponible en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario