Por N. Salobral
Cinco Días,
26/1072016.
El cerrojazo del crédito bancario que sucedió al estallido
de la burbuja inmobiliaria supuso un duro golpe para la vía tradicional de
financiación de las empresas y se confirmó la elevada dependencia que el tejido
empresarial español tenía de la banca. Aquella escasez de crédito, que convivía
además con la necesidad de reducir unos altos niveles de endeudamiento, obligó
a buscar alternativas de financiación y la empresa ha encontrado respuesta en
el mercado de renta fija.
El equilibrio de fuerzas entre financiación bancaria y
financiación en el mercado de bonos ha cambiado de forma radical en los últimos
cinco años, hasta el punto de que a cierre de 2015, las empresas no financieras
del Ibex 35 ya se financian más con bonos que con crédito bancario. Son las
conclusiones del análisis elaborado por el servicio de estudios de BME,
considerando el conjunto de compañías que formaban parte del índice selectivo
en 2010 y lo seguían integrando en 2015. Así, en 2015 el importe de la
financiación con renta fija de estas compañías alcanzó los 115.000 millones de
euros, con un crecimiento del 22,9% respecto a 2010. La cifra es muy superior a
los 83.263 millones de euros de financiación bancaria, que se ha reducido en el
39,8% desde 2010. En aquel año, la financiación bancaria, por 138.317 millones,
superaba ampliamente los 93.620 millones de la financiación con bonos.
En este cambio de tornas ha tenido una influencia decisiva,
además de la necesidad de desapalancamiento del crédito del conjunto de la
economía, la mejora en las condiciones de financiación en el mercado que ha
propiciado el Banco Central Europeo. Con las rebajas de tipos y el intenso
programa de estímulos y de compras de deuda, el BCE ha abaratado los costes de
emisión en el mercado de capitales, al tiempo que garantizaba la financiación
para el sector bancario con una barra de liquidez ilimitada, condicionada en su
última versión a la concesión de crédito.
El número de empresas no financieras que emiten bonos ha
pasado de cuatro en 2008 a 39 en el año 2014 y a 31 en 2015. El entorno más
favorable para las emisiones de deuda ha incrementado también las emisiones de
bonos como fórmula de financiación a largo plazo. De hecho, las empresas han
aprovechado estas emisiones para reestructurar su deuda y alargar los plazos de
vencimiento. La financiación de mercado (renta fija) a largo plazo ha crecido
el 13,7% de 2010 a 2015, hasta los 94.743 millones de euros, mientras que la
financiación bancaria a largo plazo ha retrocedido en ese período el 36,6%,
hasta los 65.820 millones de euros.
La financiación con bonos supera a la bancaria en el largo
plazo y también en el corto plazo: 20.323 millones de euros en emisiones de
renta fija en 2015 frente a 17.433 millones de euros de crédito bancario para
las empresas no financieras del Ibex. En consecuencia, el peso de la
financiación con renta fija sobre el total de pasivos financieros ha pasado del
36,1% en 2010 al 50,5% cinco años después.
Cuestión de tamaño
El diagnóstico cambia cuando se amplía el foco a las
empresas del mercado continuo, donde solo el 20% de la financiación proviene de
los bonos, según apunta Bravo Capital. El tamaño es de hecho determinante en el
acceso al mercado y las cinco compañías de mayor capitalización del continuo en
2015 –Codere, NH, Prosegur, Cellnex y Meliá, estas dos últimas en el Ibex desde
el verano– lograron más del 50% de su financiación a través de bonos.
Disponible en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario