Público.es, 04/1272014.
El Banco de España determina en un
informe pericial remitido al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu
que las cuentas anuales de 2011 que Bankia aprobó en marzo de 2012, bajo la
presidencia de Rodrigo Rato, y las que reformuló en mayo de ese mismo año, ya
con José Ignacio Goirigolzarri al frente de la entidad, "no expresaban
la imagen fiel" de la situación del banco.
El informe, que ha sido entregado
por dos peritos del regulador y puesto a disposición de las partes del caso
Bankia, señala que tanto en las cuentas de Rato, que presentaban unos
beneficios de 309 millones de euros como en las de Goirigolzarri, que apuntaban
a unas pérdidas de 2.979 millones, existían "ajustes de importancia
material no contabilizados".
El maquillaje de las
cuentas de 2011 coincidió con la salida a Bolsa de Bankia en julio de ese año.
"La información analizada pone de relieve la pésima calidad del
seguimiento del riesgo de crédito, pues buena parte de los expedientes carecían
de estados financieros de los acreditados y de información actualizada sobre
las garantías", concluye el Banco de España respecto a las cuentas de
2011.
De hecho, los peritos del Banco de España aseguran que los estados financieros del
Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia , incluidos en
el folleto de la emisión de acciones del banco, que salió a Bolsa en julio de
2011, "no expresaban la imagen fiel de la entidad". Tampoco lo
hacían los estados financieros de Bankia, ya que, meses después de la Oferta
Pública de Suscripción (OPS), las cuentas se reformularon "para
contabilizar saneamientos adicionales de activos y préstamos inmobiliarios que,
al menos en parte, eran anteriores a la salida a Bolsa".
"Según la documentación
examinada, no puede alegarse desconocimiento, porque Bankia tenía la
información necesaria, o estaba a su alcance conseguirla, para establecer
la correcta valoración de los activos", precisan las conclusiones del
informe entregado en el juzgado central de instrucción 4.
Además, los peritos del Banco de
España han detectado "compras inexplicables" con riesgos refinanciados,
retrasos generalizados en el pago de las cuotas y "ventas inmediatas que
ponen en duda el interés real de algunos inversores". Creen los expertos
del Banco de España que el precio de salida a Bolsa volvió "inviable a
BFA", porque ese precio, fijado de 3,75 euros por acción, perjudicó
según se desprende del informe al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria
(FROB) y a "accionistas y acreedores", principalmente a aquellos
que habían adquirido participaciones preferentes y subordinadas. Los peritos
precisan que el precio fijado "volvió inviable" a BFA, ya que suponía
un descuento sobre el valor contable del 74%.
En el caso concreto de BFA, los
peritos cuestionan que no se saneara la participación en Bankia, que en la
reformulación de las cuentas generó un ajuste de 5.189 millones, ni se dieron
de baja los activos fiscales. Todo ello debió registrarse en la fecha de los
primeros estados después de la salida a bolsa, añaden.
En el caso de Goirigolzarri, los
expertos ven "incorrecto el ajuste de los activos fiscales de BFA"
así como los deterioros contabilizados, en concreto los referidos a
saneamientos por 20.807 millones descontados 3.100 millones atribuibles al
traspaso de activos al banco malo, Sareb.
A juicio de los peritos, "es
evidente que parte de estos deterioros eran anteriores a 2012", año en
el que el nuevo equipo de Bankia reformuló las cuentas del ejercicio previo. La
extensa documentación examinada por los peritos ha puesto de relieve
"discrepancias que prueban retrasos en el reconocimiento contable del
deterioro" de activos de las entidades. Todo ello a pesar de que los
administradores y directivos del grupo tenían "capacidad y
experiencia" para interpretar los datos y extraer conclusiones sobre el
deterioro de activos inmobiliarios.
Las primeras cuentas de Bankia de
2011 no cumplen la normativa del Banco de España "debido a la existencia
de errores contables", ya que debería haberse reducido los recursos
propios computables y el patrimonio neto en los citados estados por importe de
781,9 millones de euros, reduciéndose la cuenta de pérdidas y ganancias por
la exposición del grupo al sector inmobiliario. También debía haberse
anotado pérdidas de 1.301,30 millones por la revisión de carteras y del riesgo
al sector promotor e inmobiliario.
El ajuste por estos conceptos
suma 2.083,20 millones de euros de pérdida extra en la etapa de Rato,
por lo que grupo realmente perdió 1.830 millones de euros frente a los
252,87 millones de beneficio que Bankia declaró antes de la marcha de
Rodrigo Rato de su presidencia, concluye el informe.
Pero además, los peritos
concluyen que BFA tampoco formuló bien sus cuentas y debió realizar
ajustes por 6.869,81 millones de euros, con lo que se anotaría unas
"pérdidas muy significativas" de 4.570 millones de euros, frente
a los 30 declarados.
En el caso de las cuentas de
Bankia de 2011 reformuladas por el equipo de Goirigolzarri, la conclusión
de los peritos es que tampoco cumplen la normativa del Banco de España debido a
la existencia de errores contables al no considerar como morosos determinadas
carteras y riesgo de promotores inmobiliarios.
El equipo de Goirigolzarri escondió en el balance de mayo de 2012 una serie de
operaciones inmobiliarias de dudoso cobro que, de haberlo hecho, hubiera
supuesto unas pérdidas adicionales de 1.192 millones en la cifra de
pérdidas y ganancias consolidadas del Banco Financiero y de Ahorros.
La normativa del Banco de España
exige que los créditos de elevado riesgo de impago estén clasificados como
"Dudosos" por morosidad, lo que requiere que en el balance
tengan una provisión mínima del 25% del crédito para afrontar la posible pérdida.
Pero el nuevo equipo clasificó estas operaciones del ladrillo como "riesgo
subestandar", por lo que realizó una provisión inferior a la establecida
del 16%, 15% o incluso el 5% en el caso de los créditos a promotores
inmobiliarios. Sólo respecto a los créditos que pasaron de "normales"
a "riesgo subestandar", los auditores concluyen que el banco tenía
que haber reducido en 1.192 millones sus cuentas de pérdidas y ganancias.
En los números de la matriz del
grupo sucede lo mismo y los peritos detectan errores porque algunas carteras de
créditos debían estar clasificadas ya como morosas, al igual que los motivos
alegados para ajustar el valor de determinados activos inmobiliarios.
Tanto las cuentas de 2011 de
Bankia como las reformuladas por los nuevos gestores "no cumplen con la
normativa del Banco de España", sostiene el informe, "debido a la
existencia de errores contables que son el resultado de omisiones o
inxactitudes" a partir de fallos al emplear la información "que estaba
disponible" cuando se elaboraron dichas cuentas. "El Grupo BFA/Bankia
podía y debía haber empleado en la elaboración de los estados"
financieros esta información, destaca el documento.
Por todo ello ponen en cuestión
que estas cuentas hayan sido aprobadas sin salvedades por Deloitte y el auditor
Francisco Celma, quien dijo que cumplían con la normativa del Banco de España,
"cuando la situación financiera consolidada y los resultados consolidados
no se adecúan a las citadas normas".
En relación con la fusión de
las siete entidades que formaron Bankia —Caja Madrid, Bancaja, Caja
Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja—, los peritos
señalan que el Sistema Integran de Protección (SIP) "se transformó en poco
tiempo en una fusión de pleno derecho, pero los planes de negocio que
justificaban la operación fallaron desde el principio, debido al deterioro
del marco económico, los cambios normativos y la debilidad de las entidades
integradas".
El informe precisa, además, que
el objetivo principal de la integración en un SIP "fue acceder a las
ayudas del FROB para capitalizar el grupo y poder superar el test de estrés de
julio de 2010".
En su opinión, gracias a la
combinación de negocios efectuada en diciembre de 2010, se pudieron
contabilizar saneamientos por un importe de 9.207 millones, con una disminución
de reservas de 6.419 millones, neta de efecto fiscal. "Este ajuste reducía
los fondos propios consolidados en un 43%, lo que ilustra el deterioro de
los activos de las cajas tras la fuerte expansión registrada en ejercicios
anteriores, sustentada en el crecimiento del crédito inmobiliario",
dicen los peritos.
La combinación de negocios de las
siete cajas se saldó definitivamente en diciembre de 2011 con un saneamiento
adicional por 3.931 millones y una nueva disminución de reservas por 2.752
millones. Estos últimos activos correspondían "en exclusiva" a los
activos que permanecieron en BFA, no segregados a Bankia.
El informe diagnostica con dureza
la incapacidad de Bankia para asumir en la contabilidad sus pérdidas. "La
extensa documentación examinada ha puesto de relieve discrepancias que prueban
retrasos en el reconocimiento contable del deterioro. Los administadores y
directivos del gupo tenían capacidad y experiencia para
interpretar los datos y extraer conclusiones sobre el deterioro de los
activos inmobiliarios. Si alguien podía conocer el deterioro de los activos
inmobiliarios eran los empleados de Bankia, que llevaban décadas gestionando
préstamos a promotores e hipotecas de particulares", destaca el
documento del Banco de España.
La contabilización definitiva de
las siete entidades funcionadas reconoció pérdidas de activos por valor de 3.931
millones de euros. De ellos, 498 millones provenían de pérdidas del Banco
de Valencia -cuyos directivos tenían que conocer "necesariamente"
estas pérdidas-, 1.747 por inversión crediticia y otros 1.686 por activos adjudicados.
Respecto a este último apartado,
la falta de información se solucionó con una tasación de 42 activos en el año
2012. El informe destaca que en un contexto "de facturas
millonarias de auditores, asesores y expertos de diversa naturaleza no
se entiende por qué no se encargaron estas tasaciones un año antes, pues los
directivos y administradores del grupo BFA tenían medios para haberlo
hecho".
stos auditores públicos
mantienen que, para salir a Bolsa, Rato infló artificialmente en 544,50 millones
los recursos propios y el patrimonio neto y un año más tarde falseó los números
ocultando unas pérdidas extra de 2.083 millones.
A Goirigolzarri, le acusan de
haber escondido en el balance presentado a finales de mayo de 2012 unas
pérdidas adicionales de 1.192 millones de euros al no clasificar como
"dudosos por morosidad" una serie de créditos y operaciones
inmobiliarios de alto riesgo. Asimismo, consideran que el nuevo equipo gestor
"debería haber reducido el patrimonio neto y los recursos propios computables
en 2.042 millones de euros".
Los expertos del Banco de España
acaban de entregar sus conclusiones al titular del Juzgado de Instrucción
número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, encargado del caso Bankia.
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