Por Claudi Pérez y Carmen
Pérez-Lanzac
El País, 20/12/2014.
El BCE publica este viernes, con
tres años de retraso —y a instancias
de un obstinado abogado extremeño, Isaac Ibáñez—, la
correspondencia entre el ex jefe del Eurobanco, Jean-Claude Trichet,
y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Las cartas demuestran que
Trichet reclamó a España recortes, y que el Gobierno socialista atendió
prácticamente todas las exigencias a cambio de un programa de compra de deuda
que salvó al país de la bancarrota en verano de 2011. Zapatero ya publicó ambas
misivas en 2013, en su libro El dilema (Planeta), donde resume escuetamente por qué
satisfizo las demandas de Trichet: “Dependíamos del BCE”.
La carta de Trichet está fechada
el 5 de agosto, y la respuesta de Zapatero es del día siguiente: eso permitió
al Eurobanco comprar bonos y rebajar la prima de riesgo a cambio de una primera
oleada de recortes que incluyó una reforma exprés de la Constitución para
incluir la regla de oro fiscal, pactada entre PSOE y PP.
Nunca se aclaró si la reforma de
la Constitución estaba incluido en ese menú. Trichet reclamó una serie de
recortes, en particular del mercado laboral. Y Zapatero respondió anunciando
medidas de inmediato, con una posible referencia indirecta a la Constitución:
“En agosto tendrán lugar dos consejos de ministros extraordinarios para aprobar
un conjunto de medidas adicionales”, dice Zapatero el 6 de agosto. La reforma
constitucional se aprobó el 23 de agosto. Zapatero ha explicado que además hubo
varias llamadas telefónicas. La versión de Trichet, a pesar de la carta, es que
el BCE “no dio órdenes ni negoció nada con el Gobierno de Zapatero”, según dijo en
una entrevista con este diario.
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