El diario.es, 22/12/2014.
Un pequeño banco pero con una
agresiva política de marketing ha sido la primera víctima de la crisis
financiera rusa. El Trust Bank recibirá una inyección de 30.000 millones de
rublos (unos 530 millones de dólares) para no caer en bancarrota. No es una
entidad grande. Ocupa el puesto 32º en activos y el 15º en depósitos de
particulares. Pero apuntaba alto en su publicidad. La imagen es de la campaña
para la que contrató a Bruce Willis, que aparece en varios lugares de su página
web y hasta en una tarjeta de
crédito.[imagen suprimida]
500 millones de dólares para un
banco así es una cantidad significativa. El Gobierno está dispuesto a soltar el
dinero necesario. El viernes la Duma
aprobó la ley que permitirá llevar a cabo el rescate bancario de
aquellas entidades que lo necesiten. Para ello, destinó el equivalente a 16.500
millones de dólares con el que aumentar el capital de los bancos que ahora
mismo no tienen acceso a los mercados internacionales.
La sensación de alarma es difícil
de ignorar. La Duma hizo en un día los trámites parlamentarios que
habitualmente suponen semanas. Ahora la ley pasa a la Cámara Alta y luego será
firmada por Putin para que entre en vigor. Se espera que en enero los bancos
comiencen a recibir los fondos.
El hundimiento del rublo ha aumentado
de forma exponencial la deuda, denominada en euros o dólares, de estos bancos.
Habrá bancos como el ya rescatado que necesitarán ese dinero para sobrevivir,
otros solucionarán así sus problemas de liquidez para que no se conviertan en
un problema de solvencia.
La intención del Gobierno es que
los bancos continúen prestando dinero a la economía real. Con unos tipos de
interés al 17%, eso es francamente poco probable. El programa de
recapitalización con fondos públicos intenta evitar esa situación.
Los primeros que no se fían son
los propios bancos. Están pidiendo unos tipos del 28% para
prestarse dinero entre ellos a tres meses vista. Nadie sabe cuántos bancos van
a sobrevivir en esta purga financiera.
Nada de esto funcionará si el
Gobierno no consigue detener la caída del rublo. El comienzo de la semana ha
sido bueno, no obstante, con una revalorización del 6,6%
hasta llegar a los 55 rublos por dólar.
Rusia tiene margen para ayudar a
sus bancos con sus amplias reservas, a las que ya ha pegado un buen bocado en
su defensa infructuosa del rublo. Lo que no sabe es si esos 16.500 millones
serán suficientes. Cuando sus bancos pidieron créditos en el exterior a
entidades extranjeras, no pensaban que el rublo iba a caer más de un 40% en un
año. Ahora tienen que pagar los intereses de una deuda de 7,3 billones de
rublos que con los tipos de interés actuales supone un pago de 1,2 billones al
año (20.000 millones de dólares), según la
estimación del economista jefe del Sberbank, el mayor banco del
país.
La crisis de Rusia no ha hecho
más que empezar.
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