Adicae, 01/12/2014.
Las
entidades financieras en España se llevaron en los años 2011 y 2012 un total de
225.150 millones de euros en ayudas públicas, según el último informe redactado
por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Contrasta con las
ayudas al resto de sectores, que apenas superaron los 4.000 millones en 2012.
La CNMC acaba de
publicar su Informe Anual de ayudas públicas en cumplimiento de la normativa
nacional de competencia; su balance confirma que las "ayudas
regulares" a la economía productiva alcanzaron los 3.944 millones de
euros, lo que equivale al 0,38% del PIB, manteniendo la trayectoria descendente
respecto a 2011. Y que, sin embargo, las entidades financieras se llevaron más
de 140.000 millones en diversos mecanismos de ayuda.
Sobre las ayudas al sector
financiero, dice la CNMC, de acuerdo con la metodología de
la Comisión Europea, en España "en 2012 las medidas de recapitalización
alcanzaron 40.418 millones de euros (3,85% del PIB), el rescate de activos
deteriorados 25.533 millones de euros (2,43% del PIB), las garantías
representaron un compromiso de gasto de 71.696 millones de euros (6,86% del
PIB) y el resto de medidas de liquidez 3.475 millones de euros (0,33% del PIB).
Esto es, el 13% del PIB español
en 2012 fue a parar a ayudas directas a las entidades financieras, que ya el
año anterior se llevaron un buen pico, por encima de los 83.000 millones de
euros. O lo que es lo mismo, más de 225.000 millones de euros han sido puestos
a disposición de la banca para recapitalizarse, eludir su situación de quiebra
y cargar a los consumidores con
sus irresponsables y abusivas prácticas durante los años del boom.
Se trata de cifras que suponen
que entre el 95 y el 98% del volumen total de las subvenciones otorgadas por
las administraciones públicas para empresas se va a la banca, a un puñado de
entidades, una docena apenas. Esto demuestra el enorme agujero negro que ha
representado el sistema bancario español para la economía del país, detrayendo
recursos que podrían estimular otros sectores y ayudar a la recuperación de la
economía.
A esta inyección de dinero
público se añaden al menos 100.000 millones más costeados directamente por los
consumidores en diversos fraudes como las preferentes o las cláusulas suelo,
aparte de intereses abusivos, comisiones leoninas... El abuso al consumidor
sigue guiando la reestructuración bancaria con la complicidad de las
autoridades españolas y europeas, que advirtieron de efectos funestos si no se
realizaba de esta manera. Sin embargo, Competencia recuerda que "la
concesión de ayudas públicas constituye una forma de intervención en la
economía que puede alterar el funcionamiento de los mercados".
Eso sí, 2014 volverá a ser un año
favorable para las entidades bancarias en España, que declararon un beneficio
total de cerca de 2.250 millones de euros en apenas los tres primeros meses del
año. No servirán estos beneficios, como tampoco los de años pasados, para
devolver los múltiples rescates que los consumidores hemos puesto de nuestros
bolsillos, una intervención económica en toda regla, eso sí, dirigida a unos
pocos poderosos y no al conjunto de la ciudadanía.
Disponible en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario