Por Iñigo de Barrón
El País, 14/01/2015.
El presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA,
por sus siglas en inglés), Andrea Enria, ha sido el único orador, hasta el
momento, invitado en un mismo acto por la patronal bancaria (AEB) y la de las
antiguas cajas (CECA). Ante este selecto público, Enria criticó el mal
comportamiento de los bancos que han manipulado índices, que han vendido
productos inapropiados a sus clientes o que han participado en el blanqueo de
capitales.
Estas actitudes, dijo, “han
tenido un gran impacto en la sociedad”. “Antes se veía a la banca como el
cerebro inteligente del sistema que transformaba el ahorro en créditos productivos.
Hoy parece que perjudica a la economía y este problema de reputación afecta a
su estabilidad”, añadió. Enria recordó que en Estados Unidos las multas y los
litigios superan los 200.000 millones, una cifra muy superior a la de Europa
que, por cierto, Enria no mencionó.
La EBA tiene como objetivo
mantener la estabilidad y el correcto funcionamiento de la banca europea, un
papel que ha quedado desdibujado con el resurgimiento del BCE como supervisor
de los bancos de la zona euro. Algunos banqueros, incluido el propio José María
Roldán, presidente de la AEB, han criticado la duplicidad de autoridades que se
traduce en una más regulación.
Quizá por esta circunstancia,
Enria fue más incisivo. “Los reguladores tienen que plantearse qué hacer para
mejorar la percepción del sector sin crear nuevas leyes”. Sugirió que los
consejos de administración “se involucren en definir el riesgo bancario y se
aseguren que la conducta del personal está en línea con los objetivos
marcados”. Enria incluso advirtió del peligro de los incentivos agresivos a la
red comercial “porque pueden ayudar a que se vendan productos no apropiados
para los clientes”, en clara referencia a preferentes y otros productos
frecuentes en España.
El presidente de EBA advirtió de
que prepara unas directrices para el sector. “Necesitamos un sistema predecible
y coherente de sanciones en las distintas jurisdicciones. Un sistema justo,
predecible y efectivo”, señaló. Posteriormente, en el coloquio, fue preguntado
si no creía que se debía castigar más a los banqueros y no a las entidades,
pero Enria no respondió. Solo apostilló: “Nos queda mucho trabajo por hacer”.
Manuel Prados, presidente de la asociación de usuarios Adicae, insistió en la
necesidad implantar medidas concretas de protección al cliente. Enria respondió
que se ha establecido “que los depositantes nunca soportarán las pérdidas de su
banco” y pidió que las reglas que ya existen sobre la venta indebida de
productos “se implanten de verdad”.
No todo fueron reproches. El jefe
de la EBA admitió tres quejas del sector: que tras años de discusiones, todavía
no han logrado una definición homogénea de capital ni de los activos de riesgo
(y eso perjudica al sector español), y que es urgente establecer el marco
unificado de resolución de bancos, que aún está en manos de las autoridades
nacionales.
Sin embargo, negó que exigir más
capital acabe con el crédito. “No estoy de acuerdo. Los datos demuestran lo
contrario: los bancos con mayores fondos propios son los que dan más crédito”,
y “los que han tenido mejores resultados durante la crisis”, afirmó, en contra
de la tesis dominante en el sector.
Por otro lado, el juez de la
Audiencia Ismael Moreno, ha solicitado al Santander los nombres de los dos
principales ejecutivos que desarrollaron la comercialización de las
obligaciones convertibles en acciones, Valores Santander. La fiscalía ha pedido
su imputación, según informó El Mundo.
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