Por Ecologistas en Acción
El Salmón Contracorriente.es,10/06/2015.
Uno de los anuncios más recientes
del Banco Santander muestra a una chica joven en una tienda de ropa, eligiendo
entre diferentes vestidos, mientras, la presentadora del spot argumenta que el
cliente siempre tiene la razón: “Tú decides quien lo hace mejor, quién es más
cercano, más transparente… ¿y sabes qué? Tú jamás te equivocas.”
En medio del anuncio, una toma de
la fachada de una sucursal del Banco Santander nos recuerda que la primera
entidad bancaria española y una de las de mayor presencia internacional [1], se autopresenta continuamente como
el banco más cercano: “Cuando millones de personas como tú habéis elegido el
Santander es porque sabéis que aquí los clientes sois lo primero”, concluye el
spot.
Sin embargo, al Banco Santander
no le ha parecido que el cliente tenga siempre la razón cuando éste ha
denunciado irregularidades en la venta de Participaciones Preferentes. La CNMV,
con todo, sí daba la razón a los preferentistas e imponía el año pasado una
multa de un millón de euros a la entidad por la venta de estos productos, con
“graves deficiencias”, a clientes que no eran debidamente informados. Tampoco
el Banco Santander cree que el cliente siempre tenga la razón si lo que pide es
la paralización de un desahucio, y Begoña Barrutia, una de las abogadas de la
Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) denunciaba hace unas semanas el
habitual “ninguneo” de las víctimas por parte del banco.
A pesar de que los bancos siguen
presentándose en su publicidad como entidades cercanas a sus clientes y como
base de la recuperación económica de las empresas, el crédito no ha dejado de
disminuir en los últimos años, afectando especialmente al tejido más distributivo
de la economía española: las pequeñas empresas y los profesionales autónomos.
Según las entidades bancarias, no hay peticiones de créditos, pero la última
Encuesta de Morosidad y Financiación Empresarial [2] señala que el 26% de las empresas
habrían intentado acceder a financiación bancaria en los últimos 6 meses, lo que
situa a España como uno de los países europeos donde las empresas tienen
mayores necesidades de financiación.
Mientras, el Banco Santander
titulaba ’Confianza’
un emotivo spot del año 2012 donde aparecían pequeños negocios y la idea de un
país que ’se une en los malos momentos’: ’Nuestro país está lleno de personas,
ideas y proyectos en los que se puede confiar. Santander, tu banco de
confianza’, decía el anuncio. Sin embargo, el Banco Santander genera poca
confianza entre las pequeñas empresas que buscan crédito y también entre
aquellas organizaciones que estudian los impactos sociales y medioambientales
de las grandes empresas. Por ejemplo, un informe de
SETEM, elaborado por la organización holandesa SOMO, explica los vínculos
financieros del banco con grandes proyectos controvertidos en el mundo: presas
hidroeléctricas en la Amazonía, oleoductos en mal estado en México,
megaproyectos de energía nuclear o monocultivos que destruyen la soberanía
alimentaria de países latinoamericanos.
Pero además, el Centro Delàs de Estudios por la Paz,
el Observatorio de la Deuda en laGlobalización (ODG) y SETEM,
unidos en la campaña
’Banco Santander sin armas’, señalan que el Banco Santander es el
segundo banco español que más créditos otorga a empresas de armamento. Otro
informe [3], de la organización Justícia i Pau,
habla de un extraordinario aumento de las inversiones en armas de la banca
española, y todo ello a pesar de que ’son cada vez más las entidades
financieras que dicen aplicar normativas específicas que limitan sus
inversiones en armas’. Paradójicamente, según el estudio, los bancos que más
aumentan sus inversiones en armas son aquellos que afirman tener las mejores
normativas y políticas al respecto.
El escenario de desconfianza e
irritación popular ha puesto a las entidades bancarias en uno de los retos más
complejos con los que han tenido que lidiar en las últimas décadas, la pérdida
de legitimidad ante la ciudadanía. Según las encuestas de Metroscopia [4], el sector bancario habría
descendido enormemente en popularidad desde 2008, año en el que se hace
evidente la crisis económica en toda su dimensión.
En ese contexto surge la
publicitaria cercanía del Santander, un lavado de imagen que los datos
destapan. Por ejemplo, mientras el banco habla de cercanía, se ha convertido en
estos últimos años en la entidad que más sucursales cierra, al ritmo de unos
500 cierres anuales, con el consiguiente recorte en empleados. El alejamiento
del cliente es tan evidente que los responsables de la entidad no ocultan el
nuevo reto: “Se está viviendo la pérdida de relación física entre banco y
cliente y la necesidad urgente es conseguir establecer una nueva relación de
confianza y fidelidad a través de otras plataformas”, explica Enrique Silva, director
de Tecnología y Operaciones del Banco Santander [5]. Así que el banco intentará suplir el
cierre de oficinas con su plataforma online, pero está por ver si esa
“telecercanía” no es solo otro nuevo eslogan publicitario.
El Banco Santander ha sido
destacado elegido como finalista de la categoría Lavado solidario de los
Premios
Sombra 2015 a la peor publicidad, un certamen organizado anualmente
por Ecologistas en Acción para "denunciar aquellos anuncios que transmiten
valores pretendidamente sociales y solidarios a pesar de que la actividad
empresarial de sus anunciantes esté muy alejada de esos ideales".
Notas
[1] El Grupo Santander recibe
actualmente el 38% de sus ingresos de Latinoamérica, donde supera los 45
millones de clientes. Brasil, donde el Santander es el tercer banco privado del
país por activos, con 3.500 oficinas, supone un 19% de los resultados del grupo
a nivel mundial.
[3] Informe “Evolución de la banca armada en España”, Justícia i Pau, 2014.
[5] “Los bancos lanzan estrategias para recuperar la confianza del cliente”,
Sara M. Calahorrano, Expansión, 15.12.2013
Disponible en:
http://www.elsalmoncontracorriente.es/?El-Banco-Santander-cada-dia-mas
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