Por Antonio M. Vélez
El diario.es, 20/06/2015.
El crédito ya comienza a fluir en España, lo peor de la crisis
ha pasado, también para el sector financiero, y la propuesta de articular una
banca pública potente lanzada desde algunos sectores de la izquierda
(singularmente, Podemos, IU y los dos principales sindicatos), mejor
enterrarla. Es la idea-fuerza que han lanzado esta semana algunos de los
principales representantes del sector financiero en el tradicional curso de
verano que esta semana ha tenido lugar en la Universidad Internacional Menéndez
Pelayo (UIMP) de Santander, organizado por la Asociación de Periodistas de
Información Económica (APIE), patrocinado por BBVA y centrado en esta edición
'El nuevo modelo económico. Lecciones de la crisis'.
La idea de "mantener"
el 60% que el Estado conserva en Bankia tras su intervención y rescate en 2012,
que en principio debe vender antes de enero de 2018, y convertirlo en el germen
de una gran banca pública junto a otras entidades como el Instituto de Crédito
Oficial (ICO), fue defendida el martes por los líderes de CCOO y UGT, Ignacio
Fernández 'Toxo' y Cándido Méndez. Durante su intervención en Santander, el
secretario general de CCOO argumentó que, pese a la amarga experiencia de
las cajas de ahorros, los bancos públicos "pueden gestionarse por
criterios estrictamente profesionales" y España es "una
anomalía", porque la banca pública "existe en Alemania, Francia,
Holanda" y algunos estados de EEUU.
En España, no, y las entidades
del sector huyen del riesgo y "no se financian los proyectos", según
Toxo. Unos planteamientos que recuerdan a los del informe Una propuesta
progresista para salir de la crisis, elaborado por los economistas
Santiago Díaz de Sarralde y Bruno Estrada con el patrocinio de las fundaciones
Alternativas (próxima al PSOE), Francisco Largo Caballero (UGT) y Primero de
Mayo (CCOO), y que fue presentado a principios de este mes por los propios Toxo
y Méndez.
A los bancos no les gusta la
idea, que llega tras un largo historial de abusos en el sector, que ha
necesitado un rescate multimillonario para reflotar a buena parte de las
antiguas cajas y que, según sus defensores, permitiría reactivar el crédito a
familias y empresas. Este, como recordaba el pasado viernes el subgobernador
del Banco de España, Fernando Restoy, "sigue cayendo", mientras las
entidades enfatizan que el volumen de nuevas operaciones sí está aumentando.
Malas
experiencias
El lunes, el
presidente del BBVA, Francisco González, advertía, sin referirse en concreto a
la propuesta de una banca pública, del riesgo que entrañan los
"populismos", cuyas "promesas irrealizables" pasan
"facturas muy altas con el tiempo", y un día después tomaba partido
en la cuestión el supervisor. El gobernador del Banco de España, Luis María
Linde, se mostraba en Madrid en contra de la creación de bancos públicos
"por razones de competencia, de regulación y de peso que podrían suponer
pérdidas para el contribuyente". "La experiencia es mala. Puede
existir alguno que funcione bien, pero no es probable", afirmó Linde.
Más manifestaciones en contra: si
el jueves el presidente de la patronal bancaria AEB, José María Roldán,
ironizaba en Santander deseando "buena suerte" a quienes deseen poner
en marcha un banco de estas características ante la regulación a la que se
enfrenta el sector, más contundente se mostraba poco después el presidente de
Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.
"No conozco ningún banco
público que sea sostenible en el tiempo", dijo el ejecutivo vizcaíno,
sorprendido por que se diga "que es bueno tener banca pública porque
generará más crédito". En su opinión, el crédito debe fluir sólo si se
concede "de forma profesional y sensata y buscando valor" para los
accionistas, "que pueden ser privados o públicos". Goirigolzarri
llegó a dejar entrever que, en el caso de una llegada de Podemos a la Moncloa,
abandonará la presidencia de Bankia. Y enfatizó que el PSOE no está por la
labor de una banca pública.
Braulio Medel, uno de los pocos
supervivientes de la era de las cajas de ahorros y actual presidente del
malagueño Unicaja Banco, fue el menos taxativo en su rechazo a la propuesta de
crear un banco público. El andaluz instó a las administraciones a que
"hablen" antes de crear una entidad de estas características, un
modelo que puso en valor aunque dejó claro que, si ese es el objetivo, deben
tenerse claro cuáles son sus fines. Medel, que subrayó que "a día de hoy
el 11,5% del sistema financiero español es público", considera que si la
propuesta es crear una banca pública "para financiar proyectos
inviables", mejor olvidarse de ella.
(Nota de Carlos J. Bugallo: Qué duda cabe que estas declaraciones defensivas y esterotipadas, totalmente previsibles, son una respuesta inútil frente a una demanda social cada vez más notoria. Vamos por el buen camino.)
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