Por Marta Garijo
El diario.es, 12/01/2017.
Ocho años después de que estallara la crisis y la burbuja
del ladrillo, los excesos en las hipotecas están pasando factura a los bancos.
La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la
retroactividad de las cláusulas suelo ha puesto sobre la mesa la situación de
los afectados por estas cláusulas consideradas en muchos casos abusivas por no
haberse explicado con la transparencia necesaria a los consumidores. Según
algunas estimaciones, puede haber alrededor de un millón y medio de afectados
por estas.
No son los únicos problemas que tiene la banca relacionados
con estos préstamos, que se han convertido en un auténtico buscaminas para los
hipotecados. Las multidivisas, el IRPH, quién tiene que pagar los gastos de las
hipotecas u otras cláusulas consideradas abusivas por los tribunales han puesto
sobre la mesa los excesos que cometió la banca en un momento en el que fluía el
crédito a raudales y los clientes confiaban en los consejos del director de su
sucursal.
Los frentes y las sentencias se acumulan y pasan factura en
las cuentas de las entidades y también en su reputación, ya dañada por casos
como el de las preferentes o la salida a Bolsa de Bankia.
Cláusulas suelo
La sentencia de las
cláusulas suelo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea a finales de
diciembre reconoció que los afectados tienen derecho a recuperar todo el dinero
cobrado de más, y no solo desde la sentencia del Tribunal Supremo de 2013, como
este tribunal defendía. La jurisprudencia europea ha marcado el camino para que
se fallen decenas de sentencias a favor de los afectados.
"Europa nos ha dado una colleja", dice Patricia
Suárez, presidenta de la asociación de usuarios financieros Asufin, sobre la
sentencia de las cláusulas suelo. Asegura que a muchos afectados les "da
miedo" reclamar a la banca. "La gente teme al banco y a sus
consecuencias", señala.
No todas las cláusulas suelo tienen que ser ilegales, solo
las que fueran comercializadas sin transparencia, esto es, sin que el cliente
las aceptara de forma consciente. Aquí
te explicamos cómo buscar una en tu contrato hipotecario para poder reclamar.
En este contexto, el
Gobierno ultima un mecanismo extrajudicial para tratar de evitar la avalancha
en los juzgados. El objetivo es que en un plazo de tres meses los afectados
puedan cobrar su dinero. El roto en las cuentas de los bancos puede ascender
hasta los 4.000 millones, según las estimaciones del Banco de España. La cifra
se reparte de forma desigual entre aquellas entidades que incluyeron este tipo
de cláusulas en las hipotecas de sus clientes.
Gastos
Otra de las batallas que se ha reavivado en las últimas
semanas es sobre quién tiene que pagar los gastos que conlleva una hipoteca.
Una sentencia del Tribunal Supremo de diciembre de 2015 fallaba en contra de
que los bancos impusieran a sus clientes e l pago de todos los gastos de
formalización y constitución de hipotecas (notaría y registro) cuando al menos
en parte deberían ser asumidos por las entidades, así como el pago de tributos.
Una sentencia de un juzgado de Granollers conocida a
principios de este año volvía a poner en el foco este modo de proceder. Se
sumaba así a otros fallos de juzgados de primera instancia y alguna Audiencia
Provincial, que daban la razón a los consumidores.
La Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, ha lanzado
una campaña para recuperar estas cantidades. Como ejemplo, la asociación
calcula que el impuesto sobre actos jurídicos documentados ascendería a 2.550
euros para una hipoteca de 150.000 euros, con una responsabilidad hipotecaria
de 255.000 euros y un tipo impositivo del 1% (este oscila entre el 0,5% y el
1,5% dependiendo de la comunidad autónoma).
A esta cifra había que añadir, según la organización de
consumidores, unos 425 euros de gastos de notario y otros 125 euros del
registrador de la propiedad. Por lo que en total podrían ascender a unos 3.100
euros.
Multidivisas
La fórmula de las hipotecas multidivisas fue la que
utilizaron algunas entidades para vender a sus clientes unos préstamos
hipotecarios que en teoría serían más favorables para ellos en un momento en el
que el euríbor estaba en máximos. Entre 2007 y 2008, varias entidades
ofrecieron a sus clientes hipotecas referenciadas en yenes o francos suizos.
Meses después las divisas comenzaron a apreciarse frente al euro y los
consumidores empezaron a ver cómo sus letras mensuales se inflaban.
La batalla judicial de los afectados por estas hipotecas
tuvo un punto de inflexión el 30 de junio de 2015 cuando el Tribunal Supremo
emitió un fallo en el que consideraba que los riesgos de este producto
"exceden a los propios de los préstamos hipotecarios a interés variable
solicitados en euros". El fallo consideró que la hipoteca multidivisa es
un "instrumento financiero" y que es necesario informar de los
riesgos que conlleva.
Irph
En 2008, cuando el euríbor estaba en máximos históricos, la
banca comenzó a comercializar hipotecas indexadas a un índice diferente: el
IRPH. En aquel momento era más barato ligar los préstamos para comprar
viviendas a este indicador, que mide el precio al que se prestan los bancos
españoles entre sí mientras que el euríbor lo que hace es estimar el precio de
los préstamos interbancarios de la Zona del Euro.
Los afectados comenzaron a movilizarse a partir de 2009
cuando la UE pidió a España la supresión de este índice por ser susceptible de
manipulación. Existían cuatro índices de este tipo: IRPH Cajas, IRPH Bancos,
IRPH CECA e IRPH Entidades. En 2013, el Gobierno aprobó la desaparición de los
tres primeros y mantuvo el de todas las entidades. Varias sentencias de primera instancia y de
algunas audiencias provinciales han ido fallando a favor de los hipotecados
considerando nulo el índice de referencia por no haberse informado de forma
transparente a los afectados de las implicaciones de este indicador y la
sustitución por el euríbor como referencia.
Otras cláusulas
Además de los grandes temas bajo los cuáles se agrupan
varios casos, se están conociendo sentencias que declaran abusivas algunas de
las cláusulas que utilizan los bancos tanto en sus hipotecas como en otros
productos. Así, la Audiencia Provincial de Vitoria ha condenado a Kutxabank por
aplicar una cláusula que aplica una comisión a cargo del cliente por
reclamación de números rojos.
Algunas hipotecas inversas (un préstamos que da el banco
mensualmente a cambio de quedarse con la propiedad de la vivienda) también han
sido objeto de sentencias judiciales como es el caso de un juzgado madrileño que declaró nula en
diciembre una hipoteca de este tipo firmada con un hombre enfermo de cáncer.
Las Hipotecas Tranquilidad, nombre con el que comercializaba Banesto un tipo de
préstamo hipotecario, también han sido objeto de juicio. Un juzgado de Oviedo determinó nulas algunas
de las cláusulas de estas hipotecas porque consideraba que eran abusivas o poco
claras.
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