Público.es, 21/07/2014.
El BBVA ha ganado la subasta de Catalunya Banc al presentar una
oferta mejor que la del Banco Santander y CaixaBank, con lo que amplía notablemente
su presencia en la región y el Estado tendrá que dar por perdidos más de 11.600
millones, según han confirmado fuentes próximas al proceso. El grupo presidido por
Francisco González, que ya se adjudicó en subasta Unnim, ha ofrecido algo
más de 1.100 millones de euros, pero aún así su oferta sería más generosa
que la del Banco Santander y CaixaBank
El BBVA, Santander y CaixaBank presentaron ofertas en firme por
Catalunya Banc el pasado viernes para aprovechar la oportunidad de adquirir una
entidad nacionalizada que acumula más de 13.600 millones en ayudas, de ellas,
12.600 directamente del Estado. El francés Société Générale, otro de los interesados por el
grupo catalán finalmente desistió de pujar. A la espera de que se conozcan oficialmente los
detalles de la operación, la oferta de BBVA estaría muy por debajo de los 2.500
millones de patrimonio neto con los que cuenta Catalunya Banc.
Tras la compra de Unnim, el BBVA ha decidido seguir aprovechando la
oportunidad de crecer y consolidar su presencia en una región que considera
clave. En
febrero de 2013, Francisco González desveló públicamente que el banco estudiaba
la opción de pujar en el segundo intento de subasta de Catalunya Banc "con
todo el interés posible", al igual que había reconocido días antes el
Santander. En
aquel momento, el banquero argumentó que la experiencia decía que cuando se
ofrecía a un comprador un esquema de garantía sobre parte de la cartera de la
entidad subastada, las ayudas del Estado se podían reducir.
Pero ante la negativa del Estado, a través del FROB (fondo de rescate español), a conceder nuevas ayudas en forma de epa, la subasta quedó desierta y hubo que replantearse una vía alternativa para que Catalunya Banc ganara atractivo.El FROB confiaba en que subastar la entidad catalana en el tercer intento y que no fuera necesaria una segunda vuelta porque la mejor oferta fuese un 50 % superior y 200 millones más generosa que la segunda.
A juicio de los expertos consultados, la operación es "redonda"
teniendo en cuenta el precio ofrecido, que el Estado está dispuesto a
cubrir parte del coste de las reclamaciones por preferentes,
cláusulas suelo y coberturas de tipos de interés
(swaps) e incluso una probable indemnización a Mapfre si BBVA
rompe el acuerdo de bancaseguro que la compañía tiene con Catalunya Banc. Además, BBVA podrá sacar
buen provecho a los créditos fiscales. Desde el momento de su creación, el grupo fruto
de la fusión de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa empezó a recurrir a las
ayudas públicas y solicitó un préstamo de 1.250 millones con la promesa de que
los devolvería. Sin embargo, el tiempo demostró que lejos de retornar un solo euro a las
arcas públicas, el grupo era incapaz de cumplir con las exigencias de capital y
tras suspender las pruebas de estrés europeas, el Estado acabó dando por
perdidos los primeros fondos aportados e inyectándole 1.718 millones más. Aún así no era suficiente
para reforzar un grupo, cuyas cajas habían llevado a cabo una política de
riesgos totalmente imprudente, como lamentaron recientemente en el FROB, y que
hizo que acabara necesitando 9.084 millones de la ayuda europea a la banca
española.
Es decir, 12.052 millones, que rebasaron los 13.000 millones al incluir una aportación de más de 1.000 del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) para dar liquidez a los miles clientes a los que vendió participaciones preferentes y deuda subordinada. A pesar de todo ello, el Estado se vio obligado la semana pasada a poner otros 572 millones para que Catalunya Banc se quitara de encima casi 6.400 millones de euros en hipotecas tóxicas, pues casi seguro que con ellas encima ningún banco hubiera estado dispuesto a pujar.
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