Por Paula
Corroto
El diario.es,
28/01/2015
En febrero de 2012, Bankia lanzó su spot Todo un futuro juntos
a ritmo de la canción I say a little pray for you, de Aretha Franklin.
Pocos podían imaginar, sobre todo aquellos que habían comprado las famosas
preferentes –muchas veces sin saber en qué consistían–, que su vida estaría
ligada realmente al banco que entonces dirigía Rodrigo Rato. Ni que tendrían
que hacer algo más que rezar para recuperar su dinero.
Dos años después, con el escándalo ya en los periódicos,
con el rescate efectuado, y a pocos meses de que saltara el
caso de las tarjetas black, los directores Pablo Remón (Madrid,
1977) y Carlos Polo (Madrid, 1974) dirigieron los cortometrajes Todo un futuro juntos,
y Trato
preferente, donde, desde la ficción, recreaban la tragedia que
para muchos ciudadanos supuso la compra de estas acciones.
Ambos cortos han sido ahora
nominados para la gala de los Goya que se celebrará el 7 de febrero. Una
ceremonia en la que estarán presentes documentales que también tocan casos como
el del Edificio España
–emblemático inmueble vendido por el Santander al magnate chino Wang Jianlin-,
de Víctor Moreno (Tenerife, 1981), o la masacre de Gaza en 2014. Nacido
en Gaza, de Hernán Zin (Buenos Aires, 1971). Tintes
reivindicativos en la fiesta del cine a la que el ministro de Educación,
Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ya ha confirmado su asistencia. No todo
van a ser las risas de Ocho apellidos vascos, aunque faltan un buen
número de documentales y cortos que este año han pasado por la cartelera
reflejando el descalabro político, económico y moral reciente.
La rabia de los creadores
No obstante, la presencia en los
Goya de dos cortometrajes sobre las preferentes, realizados con un presupuesto
muy modesto y que, además, tratan el tema desde la ficción demuestra hasta qué
punto la rabia por lo sucedido en los últimos años ha calado entre los propios
creadores. Como afirma Carlos Polo a eldiario.es, “es un asunto que hay que
tocar. Está ahí en boca de todos, ha habido un constante bombardeo y la gente
está muy sensible”. Para Pablo Remón es algo “lógico. El tema no hace mejor o
peor un corto; pero es de sentido común que frente a todo lo que ha pasado, la
ficción no viva de espaldas a eso, y trate de explorarlo, mediante el humor o
la denuncia”.
En Trato preferente,
Polo evoca, con un toque bastante tarantiniano, lo que hubiera sucedido si
alguna persona damnificada por Bankia se hubiera tomado la justicia por su mano
y hubiera decidido torturar a uno de esos banqueros. “Todo surgió de la
pregunta sobre cómo a nadie se le había ido la cabeza para hacer algo así.
Estamos todos los días quejándonos, con los desahucios y demás, pero nadie se
ha tomado la justicia por su mano”, añade.
Paquita, la protagonista del
corto interpretada por Edna Fontana, no duda en escarmentar al banquero
(Antonio Gómez) con su batidora. “Es una gamberrada, pero lo que buscábamos era
encontrar el lado divertido, que como todo en la vida, y como decían los Monty
Python, lo hay”, añade Polo, que ha jalonado su carrera entre numerosos cortos
y campañas publicitarias.
Por su parte, Pablo Remón –que el día 6 también estrenará en el Teatro Lara su
obra de teatro La abducción de Luis Guzmán sobre extraños sucesos
paranormales en una familia- partió para Todo un futuro juntos del
propio eslogan de la entidad bancaria, y de una conversación real entre dos
personas en un bar sobre estas acciones preferenciales. Decidió recrear la
escena con los actores Julián Villagrán y Luis Bermejo –de hecho, está rodado
en un bar del barrio Salamanca de Madrid- mediante la técnica del
plano-secuencia y en blanco y negro con el fin de darle verosimilitud. Que
pareciera un documental.
La ficción indaga en otra
verdad
Los protagonistas, en este caso,
son los malos, los banqueros, pero en su propuesta trata de humanizarlos. “Yo
no tengo ninguna duda moral de que estos son los verdugos, pero como material
dramático, me parecía muy interesante enfrentarme a estos personajes muy ajenos
e incomprensibles, no tratando de juzgarlos sino de poner los puntos en común
con ellos. Al final es una historia de amor y con eso todos podemos empatizar.
Había un deseo de humanizar pero no es justificarlos. Si son malos de película,
entonces todo se desactiva, porque esta gente que ha estafado tiene muchos
mecanismos de justificación sobre lo que han hecho. Es interesante cómo nadie
asume la culpa. Eso nadie lo va decir”, explica Remón, que ya ahondó en otra
realidad ficcionada con el corto Circus sobre dos ejecutivos que se
quedan en paro.
La ficción, a su vez, ayuda a enfocar el tema desde perspectivas que están
limitadas cuando se realiza un documental real. Permite la imaginación y con
ello una crítica más acerada. Así lo ve Remón, quien en este corto consigue un
ángulo diferente al que muestran los periódicos: “Logras una verdad superficial,
que no es la del documental más periodístico, pero puedes indagar más
posibilidades y llegar así a otro tipo de verdad”.
Aunque en su carrera ambos cortos
hayan llegado hasta los Goya, ya han sido reconocidos en otros festivales a lo
largo de todo 2014. Todo un futuro juntos fue el mejor cortometraje en
el Festival de Alcalá de Henares, también para el programa de TVE Versión
Española y Gran Premio del Jurado del festival de Medina del Campo. Por su
parte, Trato preferente, que debutó en Notodofilm, ha participado en
25 festivales y, entre otros, fue premiado en el de Santa Catalina en Los
Ángeles.
Ahora sólo les queda llegar al
final –tienen competencia con los trabajos Un café para llevar, de
Patricia Font; Loco con ballesta, de Kepa Sojo; y Safari, de
Gerardo Herrero Perera- pero ya se han marcado un tanto. Y habrá que ver cómo
el ministro Wert se remueve en su butaca.
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