martes, 26 de abril de 2016

El BCE pincha al intentar que la banca dé más créditos: la concesión se recorta un 3,6%



Por José Camarero
Diario Sur.es, 26/04/2016.


El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, viene insistiendo desde hace meses que todas las medidas que la institución aprueba -compras de bonos o facilidades de liquidez, entre otras- van encaminadas a lograr que el crédito llegue a las familias y empresas de la zona euro. Sólo así se reactivaría el consumo. Se crearía empleo. Y se impulsaría toda la economía. Pero la realidad aún es muy distinta a estas expectativas del BCE. Al menos, en el caso de España donde el conjunto de las entidades han recortado el importe de los préstamos concedidos a sus clientes hasta los 702.134 millones en febrero, lo que supone una disminución del 3,6% con respecto a los registros del mismo periodo de 2015. De esa cantidad, la mayor parte corresponde a la banca mientras que apenas 1.418 millones proceden de las sucursales de entidades de crédito extranjeras extracomunitarias, según los datos publicados por la Asociación Española de Banca (AEB).

Este empeoramiento en el ritmo de la aprobación de líneas de crédito no se debería tanto a las políticas restrictivas de las entidades y sí estaría más relacionada con la debilidad en la demanda de la financiación que tienen los ciudadanos, según achacan las propias firmas.

Al mismo tiempo que se restringe el crecimiento en el mercado crediticio también se recorta la captación de capital a través de los depósitos. En febrero, la banca contaba con 672.673 millones de euros en este tipo de productos, lo que supone una caída del 3% en relación al mismo mes del ejercicio anterior.

La brecha entre créditos -dinero que presta una entidad- y los depósitos de ahorro -lo que percibe de sus clientes- se encuentra en los 29.461 millones de euros. Es decir, obtienen menos recursos de los que necesitan para otorgar préstamos, lo que pone de manifiesto que están recurriendo a otras formas de financiación ajenas a los créditos, como el recurso al propio BCE. De hecho, los productos de ahorro tradicionales, como los depósitos, están dejando paso a otros activos como los fondos de inversión o las cuentas remuneradas con alta vinculación.

Esta paralización crediticia que sufre la banca llega en un momento en el que el proceso de unión bancaria impulsado desde el BCE se ha ralentizado durante los últimos meses. Así lo puso ayer sobre la mesa el vicepresidente del organismo emisor, Vítor Constancio. Este responsable del banco central hizo hincapié en que debe completarse la integración financiera con más medidas como la creación de una garantía única europea de depósitos -similar al Fondo de Garantía que existe actualmente en cada país-, aunque se trata de una de las propuestas que Alemania siempre ha rechazado.

Constancio instó a desarrollar más los mercados europeos e integrar al sector bancario para fortalecer la resistencia del sistema, una herramienta necesaria para acabar con la etapa de crisis bancaria del sector.

El informe de Integración Financiera en Europa del BCE indica que las tasas de préstamos en la banca convergen entre los diferentes países. Sin embargo, el organismo observa divergencias en la rentabilidad de los bonos, que se explican por el aumento de la aversión al riesgo en los mercados financieros globales y las cifras económicas de algunos países miembros de la zona euro.

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