Por Carlos Huerga
Público.es, 31 mar
2016
La Audiencia Nacional ha admitido a trámite la querella
presentada por dos particulares contra Caja Madrid, la actual Bankia, por
conceder hipotecas sobrevaloradas. En la querella se denuncia que desde 2003 a
2009 era práctica común sobretasar viviendas para conceder hipotecas por más
del 100% del valor de la vivienda. Se acusa a Miguel Blesa y parte de su cúpula
directiva de delitos de estafa, administración desleal e incluso asociación
ilícita.
No es la primera vez que vemos a un directivo de Bankia
investigado o juzgado: tarjetas black, la venta de preferentes, falsedad de
información en la salida a bolsa, etc. Sin embargo, las actuaciones denunciadas
en esta querella ponen de manifiesto la injusticia de la distribución del pago
de la crisis y como se ha vulnerado el derecho a la vivienda:
De inflar la burbuja
inmobiliaria a ser uno de los bancos que más desahucian
A pesar de haber dado hipotecas sobrevaloradas durante años,
cuestión que hizo que con el estallido de la crisis mucha gente acabará
perdiendo su vivienda, a Bankia no le ha temblado la mano a la hora de
desahuciar. Según un informe de la PAH y el Observatori Desc, BBVA, Bankia,
Santander y CaixaBank ejecutaron el 59% de los desahucios desde 2011 a 2013. Es
decir, durante años se dedicaron a inflar la burbuja inmobiliaria para, una vez
que había estallado, quedarse con las viviendas de las personas a las que
presuntamente han estafado, sin darles una solución habitacional.
Fue la entidad que se
llevó la mayor parte del rescate bancario
Dentro de la querella se denuncia que las malas prácticas de
Bankia pueden haber afectado a la economía española, razón por la cual la
Audiencia nacional tiene competencias para investigarla. A pesar del efecto que
ha tenido esta mala gestión sobre todos nosotros, Bankia fue la entidad que
llevó la mayor parte del rescate bancario: 22.424 millones de € en efectivo y
34.768 millones en ayudas subordinadas. A cambio, el Estado solo ha recibido
acceso a la propiedad por un valor de 6.195 millones. ¿Qué quiere decir esto?
Hemos dado más de 57.000 millones de € para rescatar a Bankia, renunciando a
tener un control sobre la entidad que la obligara a subsanar los efectos de su
mala gestión sobre la economía española.
Una máquina de
generar activos tóxicos
Parte de las hipotecas sobrevaloradas que Caja Madrid
concedió entre 2003 y 2009, tras el estallido de la crisis, se convirtieron en
activos tóxicos. El lastre que esto suponía para las cuentas de Bankia, así
como para otros bancos que tenían el mismo problema, hizo que el Estado creara
la Sareb, el banco malo, comprando parte de estos activos con dinero público.
El objetivo de esta transferencia era librar a Bankia (entre otros) de unas
viviendas desahuciadas, o con riesgo de llegar a serlo, que hoy no valen lo que
se pagó por ellas en su día. Con esta acción las viviendas se podrán poner a la
venta cuando se hayan revalorizado, en lugar de darles un uso social como ha
demandado la PAH.
Si la querella prospera y la Audiencia Nacional confirma
esta gran estafa, se abrirá una nueva vía judicial para que todas las personas
afectadas puedan tener una solución justa. Podría no solo afectar a la gente
que se hipotecó con Bankia, ya que el auto del magistrado declara que “el hecho
de que la sobrevaloracion de las tasaciones pudiera haber sido en España y
otros países una práctica generalizada en el período anterior al estallido de
la crisis de 2008 y en plena expansión de la burbuja inmobiliaria, no puede sin
embargo justificar cualquier práctica”, lo que puede poner en el punto de mira
a otras entidades del sector bancario por los mismos delitos.
Pero, sobre todo, si se confirman las acusaciones, quedará
demostrado que el relato de que estamos en crisis porque hemos vivido por
encima de nuestras posibilidades es rotundamente falso: hemos vivido con las
posibilidades que nos daba una banca que incurría en delitos mientras las
administraciones miraban a otro lado, y encima hemos pagado la factura de su
burbuja.
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