Por Patricia
Baelo
La Voz de
Galicia, 19/04/2016.
Desde participar en operaciones ilegales del
mercado inmobiliario estadounidense, hasta ignorar las sanciones económicas
impuestas sobre ciertos países, pasando por manipular tipos de interés
interbancarios, como el líbor, infringir las leyes contra el lavado de dinero,
realizar dudosas transacciones en el mercado de divisas y hasta aparecer en los
papeles de Panamá. «Todas estas prácticas incriminatorias han provocado la
actual crisis del Deutsche Bank». Así de rotundo se muestra el jurista y
escritor alemán Wolfgang Hetzer, que entre el 2002 y el 2013 dirigió el
departamento de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude, en Bruselas, y
que ha trabajado como asesor del Gobierno en asuntos de corrupción y lavado de
dinero. En su penúltima obra ¿Es el Deutsche Bank una organización criminal?, Hetzer
compara a la primera entidad financiera alemana con la mafia.
-¿Cómo y
cuándo empezaron los problemas del Deustche Bank?
-Todo empezó cuando la entidad consiguió convencer
a sus socios de que le prestaran un 97?% de capital, con la excusa de que se
trataba de un sector complicado. El Deutsche Bank debería haber antepuesto el
capital propio y la liquidez, que son las únicas herramientas para reducir el
riesgo al que se exponen los grandes bancos cuando operan en el sector
financiero. Mientras que en la industria el capital propio es símbolo de
solidez, los banqueros solo conocen el idioma del dinero. Eso sí, el Deutsche
Bank no es el único.
-¿Cómo es
posible que las conductas que usted denuncia pasaran desapercibidas durante
tanto tiempo?
-Pues porque, por entonces, en la banca lo
importante era competir con los más grandes. Se consideraba normal participar
en negocios financieros turbios, cuestionables y de alto riesgo, utilizando
además el dinero de los clientes de a pie.
-¿Cuál es
la diferencia entre la actual crisis del Deutsche Bank y las que vivieron en el
pasado otros bancos alemanes como Commerzbank o Hypo Real Estate?
-La enorme carga criminal que caracteriza a
ciertas áreas de negocio del Deutsche Bank, el hecho de que la entidad haya
actuado así durante mucho tiempo, y la falta de escrúpulos y de vergüenza de
sus anteriores directivos.
-¿Es el
Deutsche Bank el nuevo Lehman Brother?s como mantienen algunas voces?
-No, no se pueden comparar.
-Sin
embargo, muchos insisten en que la entidad es a la banca alemana lo que Italia
a la Unión Europea en el tema de la crisis de la deuda. ¿Es el Deustche Bank
demasiado grande para dejarlo caer?
-La desaparición del Deutsche Bank tendría graves
consecuencias para toda la economía alemana. No obstante, repito que el
Deustche Bank no es el único. Al igual que durante la crisis de la deuda no
solo Italia representaba (y representtodavía) un gran riesgo para toda la Unión
Europea, sino también España, Portugal, Grecia y hasta Irlanda.
-¿Por qué
en Alemania, a diferencia de lo que ocurrió precisamente en estos países, no
hay presión de las autoridades para que la entidad se reestructure?
-Actualmente al Gobierno alemán no le interesa
exigir la reestructuración del Deutsche Bank.
-A
propósito del Gobierno: teniendo en cuenta que hasta el Fondo Monetario
Internacional ha expresado ya sus dudas sobre una solución a la crisis. ¿Por qué
el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, dice no estar preocupado por la
salud de la entidad?
-No se puede descartar que el actual Ejecutivo
quiera tranquilizar a los inversores. Hay que tener en cuenta que el volumen de
negocio del Deutsche Bank es cinco veces mayor que los actuales Presupuestos
alemanes. Así que hasta el mero rumor de quiebra podría alterar aún más a los
mercados financieros. Al fin y al cabo, la opinión pública se pregunta si el
banco sigue disponiendo de dinero suficiente para pagar lo que debe.
-¿Qué va a
pasar ahora?
-El nuevo presidente está convencido de que su
modelo de negocio funciona, por lo que no necesita pasar a la defensiva. Desde
que asumió el cargo [verano del 2015], John Cryan aspira a consolidar al
Deutsche Bank como uno de los bancos de capital más importantes de Europa. La
entidad ha seguido activa en el sector de la banca de inversión, pese a que los
organismos de supervisión han endurecido las reglas del juego y las operaciones
son menos rentables. Pero en el año 2016 esta estrategia llegará a su fin y,
después, la entidad se reducirá a sus dos pilares: clientes y empleados.
-Entonces,
¿es o no el Deutsche Bank una organización criminal?
-Eso han de decidirlo los lectores.
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