Entrevista de Fernando Tadeo
El economista.es, 23/09/2016.
Las preferentes se
convirtieron durante la crisis en uno de los principales problemas para las
entidades financieras. El periodista y director de Alternativas Económicas,
Andre Missé, analiza en un libro que acaba de publicar (La gran estafa de las
preferentes) lo que considera que fue un escándalo y "los abusos de la
banca".
¿Las preferentes han sido la mayor estafa
ocurrida en España?
Una vez analizados los
episodios percibes que implica a un montón de entidades y afecta a muchos
clientes. Sólo en Bankia, por ejemplo, hubo más de 300.000 personas
perjudicadas por las preferentes, productos para recapitalizar bancos y cajas
que fueron suscritas por personas que no eran conscientes de los riesgos. En
cuanto al volumen de dinero, el Frob calculó que las quitas que se aplicaron a
las preferentes redujeron el rescate en 14.750 millones. Esta situación no se
ha producido en ningún otro país de Europa.
¿Cree que los cambios normativos impedirán que
se produzcan en un futuro casos como estos?
No hubo un problema de
legislación, sino de incumplimiento de la normativa vigente. En el libro lo
explico. En 2007 se puso en marcha una ley para proteger a los inversores
particulares a través de test de conveniencia y test de idoneidad para valorar
si entendían bien el producto y si eran correctos por su perfil de riesgo, pero
la mayor parte de los bancos no los entregaba y eran rellenados por los
trabajadores. Para evitar nuevas estafas hay que reforzar el poder de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con más personal y con
capacidad sancionadora potente. Los bancos americanos han pagado ya 150.000
millones de dólares por mala comercialización de productos. Aquí, la CNMV ha
llegado a poner multas globales de sólo 25 millones el año que más.
¿No considera que los bancos han aprendido de
estos errores, que están afectando a su reputación?
Han tomado muy pequeña
nota. Además, los bancos están en una situación insostenible. Hacer banca ahora
es muy complicado por los tipos a cero, lo que hace que las entidades tengan la
tentación de volver a hacer productos raros. Creo que no son conscientes del
cambio radical que tienen que dar en la forma de tratar a sus clientes, porque
tienen tanto poder que no ven las orejas al lobo. Van con retraso en el
reconocimiento de los derechos. Hay que perderles el respecto. Han hecho mucho
daño y están arropados. No puede ser que tengan tantos privilegios con respecto
a la sociedad y a las instituciones.
Los bancos sostienen que se ha de tener en
cuenta que, a mayor interés que se paga, mayor es el riesgo. Y en las
preferentes eran elevados.
Cuidado con esto.
Hasta 2005 el rendimiento que ofrecían era del 4%-5%, es decir, casi parejo a
un depósito. A partir de 2007 pagaban intereses del 7%, cuando la retribución
para productos de capital ascendía al 14%-15%. Pero, el debate está resuelto
porque hay decenas de miles de sentencias condenatorias por abusos. Está claro
que ha habido algo.
Y las autoridades pusieron en marcha arbitrajes
para devolver el dinero a la mayor parte de los afectados.
Se iniciaron estos
procesos porque se pusieron en marcha movilizaciones en 2011, que coincidieron
con elecciones en Galicia. Los arbitrajes no fueron tales, porque las entidades
contrataron un consultor para hacer una criba previa. No fueron del todo
independientes. Unos 300.000 ahorradores recuperaron su dinero, pero hubo
125.000 que no. Quedó mucha gente expulsada. Algunos ni se enteraron y otros
tantos no han acudido a los tribunales. Otros aún están pendientes de
sentencia. El proceso se puede alargar hasta 2018.
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